Este estilo se origina en Gran Bretaña, en los grandes cottages (casas rurales) del siglo XIX. Los altos costos de los muebles que solo podían adquirirse por encargo a artesanos o ebanistas obligaban a amoblar las casas con aquello que ya no se usaba. Nada se descartaba por lo que muchos estilos y piezas desgastadas adquiridas en mercados de segunda mano provenientes de casas de ciudad o heredadas convergían en un mismo ambiente, de ahí "shabby" que en ingles significa raído, gastado.
8 básicos para componer el estilo
- 1. Conviven distintos estilos, tramas y texturas en muebles y objetos eclécticos con detalles de confección artesanal especialmente Luis XV. Predomina el aspecto envejecido o decapado.
- 2. La paleta del shabby tiene al blanco roto como base y se combina con colores pastel como celeste, verde, rosa, salmón, arena, beige y ceniza para los detalles.
- 3. Los diseños con flores son una parte muy importante del estilo. Aparecen en los géneros, en molduras de muebles, respaldos de cama o marcos de cuadros.
- 4. Son típicos los géneros como el lino, el algodón y aquellos que tengan un aspecto bien vaporoso como el organdí, la organza y el tul.
- 5. Los almohadones se usan a gran escala y bien mullidos; las cortinas pueden incluir apliques o volados y los edredones llevan mucho volumen.
- 6. Objetos y vajilla de porcelana: se pueden mezclar distintos diseños de aspecto envejecido con piezas que "merecen ser mostradas". También pueden convertirse en elementos utilitarios.
- 7. Arañas con caireles de cristal, veladores o apliques de pared siempre de aspecto desgastado pueden incluir mini-pantallas blancas o en tonos pastel.
- 8. En el exterior, muebles de hierro que también se pueden llevar al interior con un aspecto desgastado o decapado en color blanco y acompañado de almohadones bien mullidos.
Por Gustavo Peláez
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