Cortar el césped rutinariamente promueve el crecimiento de nuevos macollos que y tallos horizontales para formar un denso tapiz vegetal. Como regla general, se debe volver a cortar cada vez que haya crecido un 30% de la altura deseada. A modo de ejemplo, si se desearan mantener 35 mm de altura, se debe volver a cortar cuando haya crecido 10 mm (eso ocurre en 2 o 3 días en primavera). Pero si se desea mantener 6 mm de altura, se debe volver a cortar cuando haya crecido 2 mm (es decir, diariamente). Es decir, nosotros fijamos la altura de corte deseada, y la frecuencia (tiempo entre cortes) la fija la velocidad de crecimiento. Los sistemas rotativos y helicoidales son los que más se utilizan en céspedes.
El sistema rotativo
Es el más común. Se trata de cuchillas metálicas afiladas que giran horizontalmente sobre el césped. También pueden ser cuerdas de nylon, y algunos otros materiales. Hay enormes variaciones en los sistemas: las plataformas de protección, el sistema de apoyo, ruedas, rodillos; pueden ser sin ruedas, colgantes del equipo o flotantes sobre un colchón de aire y mantenidas en el aire manualmente (bordeadoras). Recolectan o no el césped por la acción del viento que generan; e inclusive hay modelos sin salida del pasto (cerradas), que muelen el material y lo introducen entre el tapiz del mismo césped. Las hay de desplazamiento por empuje o por tracción, tanto mecánica como manual. La transmisión del movimiento a las cuchillas puede realizarse de maneras diferentes: mecánica, hidráulica o eléctricamente. Tienen sistemas para regular la altura de corte, el nivelado, el balanceado de la máquina y las cuchillas. El afilado es simple pero también imprescindible. El corte de estas máquinas es, en general, de menor calidad, aunque últimamente se han desarrollado modelos de excelencia. La ventaja: su sencillez y seguramente el precio.
El sistema helicoidal
Consiste en una cuchilla fija horizontal, sobre la cual gira, a escasa distancia, un molinete o helicoide de hojas metálicas; que trabaja como una tijera, pero de acción continua. Son maquinarias algo más delicadas y complicadas que las rotativas, pero de mejores resultados de corte. Normalmente se apoyan en dos ruedas laterales y un rodillo trasero, pero puede ser simplemente sobre dos rodillos (delantero y trasero).
Tienen una enorme variación en tamaños y mecanismos de regulación según la finalidad y la calidad de corte deseado. Desde la tradicional de empuje en pequeños jardines a una greenera, que corta con precisión a milímetros de altura, o la de canchas de polo. Hay máquinas de transmisión mecánica, hidráulica, eléctrica; de desplazamiento por empuje, por tracción, autopropulsadas; con o sin recolección del césped.
Es importante regular muy bien la altura de corte, el nivelado de cuchilla, el ajuste entre cuchilla y molinete; la velocidad de avance y velocidad de rotación del molinete y, sobre todo, mantener un buen afilado. La acción del rolo posterior, que peina el césped, produce ese franjeado tan característico en céspedes deportivos de buen mantenimiento. Su principal desventaja es que es más compleja y difícil de mantener.
En todos los casos, no hay que tenerle miedo al tamaño: las de mayor capacidad permiten frecuencias adecuadas y normalmente duran más. Por último, la calidad de las marcas, la responsabilidad del vendedor y el servicio de mantenimiento prestados son fundamentales. Y lógicamente, el presupuesto es el que manda.
La máquina justa para cada espacio
Qué elegir según el tamaño del jardín
Para un jardín chico
- Maquinarias manuales de empuje.
- Una eléctrica chica.
- Bordeadora pequeña o tijeras.
- Barrido con rastrillo.
Para un jardín mediano
- Maquinarias eléctricas de 1 a 2 HP, con o sin recolector.
- Apoyo de una bordeadora mediana.
- Soplador o barrido a rastrillo.
Para un parque más grande
- Máquinas eléctricas grandes de 2 o más HP, máquinas con motor a explosión, autopropulsadas, de manejo caminando o máquinas de corte autopropulsado y llevando al conductor (tractorcitos o lomeras).
- Bordeadoras.
- Barredoras o sopladoras.
- Sitio de mantenimiento.
Consejos de uso
- Antes de un corte: ajustar, lubricar, nivelar, regular la altura, afilar y limpiar el equipo.
- La velocidad debe ser de 3 a 5 km por hora y el avance debe ser moderado. Cada equipo de corte tiene diferentes características, pero en general el avance no deber ser lento , ni tan rápido que no dé tiempo para el corte adecuado.
- Cambiar la dirección general del corte, para evitar que el césped se peine siempre hacia el mismo lado.
- Mantener la dirección paralela al primer corte para que no queden lugares sin cortar.
- Si el sector es irregular, dividirlo en partes, no hacerlo todo en una sola pasada.
- Dar vueltas amplias para evitar peladuras o marcas en el terreno por la fricción de las cubiertas.
- Una buena alternativa para mayor prolijidad es hacer un segundo corte, cambiando de dirección.
- No cortar el césped mojado o con excesivo rocío, la calidad del corte es inferior y al secarse se ven los defectos.
- En terrenos blandos o muy mojados, las ruedas suelen romperlos. Además, producen compactación superficial con consecuencias futuras.
- Se puede cortar de noche, pero es necesario tener buenos equipos de iluminación y maquinaria con reflectores montados.
- Dejar secar las máquinas y lubricarlas después de cortar es fundamental para prolongar su vida útil.
- El rolado (con cilindros) para césped permite saltear algún corte y "plancha" la superficie. Su exceso es muy malo por la compactación que provoca.
Problemas del corte y soluciones
Suelos blandos: esperar a que sequen, arenar los suelos, cambiar rodados, mejorar el drenaje.
Céspedes débiles: cortar con máquinas bien afiladas y algo más alto, corregir las causas de la debilidad.
Pendientes (barrancas): cortar algo más alto. Hay maquinaria especial (flotantes) o máquinas livianas, manejadas con cuerdas, y también bordeadoras.
Olas y aserrado: se deben a velocidad alta, césped muy alto, césped muy denso o máquina desafilada. Buscar y corregir defecto.
Peladuras: se producen cuando la máquina salta por exceso de velocidad, las máquinas están desniveladas o las cuchillas dañadas.
Varitas paradas: es común que queden las cañitas de las inflorescencias cuando se corta con helicoidales. Aumentando la frecuencia se suele solucionar, o pasando una rotativa se soluciona temporariamente. Combatir esas especies es lo mejor.
Texto: Alejandro Lavista Llanos
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