Es cierto, es cierto: no tenemos cine. No nos podemos sentar en una butaca y mirar una pantalla gigante esperando que nos trague y nos entretenga un par de horas. Pero películas hay a patadas y muchas de las realizadas en los últimos 20 años han pasado al olvido no por falta de calidad, no por falta de capacidad para fijarse en nuestra memoria, sino simplemente por la creciente concentración en el negocio de la exhibición y la distribución. Y pasó lo inevitable: si en la Argentina abrieran los cines, requerirían –por los efectos de esa concentración– tanques. Y tanques, amigos, no hay ni se sabe cuándo habrá. No, no somos "antitanques" aquí –los seguidores de esta paginita sabrán que los respetamos y hasta disfrutamos. Simplemente, nos gusta el cine, todo el cine–.
Pues bien: seamos optimistas. El PCI –Proyecto Cine Independiente– es una asociación de realizadores que viene remando desde hace años por conservar con fuerza un espacio de calidad y buen hacer fílmico en medio del marasmo de la dieta única. Hace un tiempo, crearon Puentes de cine, donde hay mucho para hacer, leer, buscar y, obviamente, mirar. Ante los acontecimientos que son de dominio viral, armaron tres salas de cine virtuales en el sitio, que tienen mucho para ofrecer, y no solamente películas argentinas. Revisar por ese lado no solo calma la ansiedad, sino que enriquece el menú, limpia el paladar y nos diversifica el gusto.
Vamos por partes. Por estos días, la plataforma tiene tres estrenos. A esas películas se accede con el pago de una entrada virtual de $160, y está disponible para ver online durante 24 horas. Las tres películas son el documental de Juan Villegas Los trabajos y los días, que muestra la trastienda de uno de los generadores más importantes de la música contemporánea argentina, el Centro de Experimentación Teatro Colón, esa quijotada del gran Gerardo Gandini. La película es sutil, bella, y comunica el misterio de la música justamente mostrando cómo nace. Es decir, hay algo totalmente irreductible al cálculo, lo que en el fondo a su vez sucede con el cine.
La música es también absolutamente central enLes enfants d'Isadora, del joven realizador francés Damien Manivel. Parte de una anécdota trágica: Isadora Duncan perdió a sus dos niños en un accidente tremendo (al auto en el que estaban se le soltó el freno, cayó al agua y los chicos se ahogaron), y la Duncan realizó a modo de duelo un ballet unipersonal llamado Mother. La película muestra de manera documental (en realidad, casi) tres puestas de ese ballet: cómo lo estudia una bailarina, cómo lo ensayan una coreógrafa y su alumna –una niña down–, y cómo lo ve una anciana, evidentemente madre. La película es de lo mejor que mostró Mar del Plata el año pasado.
Y la tercera es Alba, de Ana Cristina Barragán, un documental muy personal sobre una niña de 11 años que debe alejarse de su madre por razones médicas y vivir con un padre al que apenas conoce. Es un film de una enorme sensibilidad, también sutil, atento a las observaciones pequeñas, pero significativas. Las tres películas confoman un menú extraordinario, totalmente al margen de lo que suele ofrecernos la pantalla "comercial" (es una pena: hubo un tiempo en que podíamos dejar de lado la distinción entre "comercial" e "independiente", pero es el negocio el que ha bastardeado la posibilidad de comunidad estética entre muchos dialectos del mismo lenguaje del cine).
Después, hay ciclos, gratuitos todos, con revisiones importantes tanto de películas nacionales como extranjeras, especialmente del cine iberoamericano (con obvio y merecido acento en el cine argentino). Hay que estar atentos porque lo que suelen colocar en esa otra "sala" es de una calidad única: se trata siempre de descubrimientos, de obras sólidas. Recientemente, hubo una retro completa de Marco Berger, quizás el director argentino que mejor trabaja la cuestión de la diversidad sexual con un estilo propio y sin dejar de lado el lenguaje de los géneros. En esa sección del sitio, existe la posibilidad de limpiar telarañas. Siempre vale la pena.
La tercera sala
Hay una sala más, donde lo que encontramos son conversaciones y entrevistas con realizadores, intelectuales, técnicos y conocedores del cine. Se las puede seguir en vivo con fecha y hora, o se las puede volver a ver en el acervo del sitio. Es una manera de enriquecer todavía más el gusto que dejan estas películas.