Cinco lugares en América latina para viajar, meditar y expandir la vida espiritual
Nuestro continente ofrece varias opciones con historia y energía para conectarse con la vida interior
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En una época signada por la incertidumbre sobre el futuro y presente cargado de angustia por la pandemia de Covid-19, la meditación aparece como una vía para conectarse con el yo, relajarse y, sobre todo, librarse de las preocupaciones. El turismo espiritual propone viajar en dos sentidos: con el cuerpo hacia otro lugar, y con la mente hacia el centro de uno mismo.
Aunque gran parte de las prácticas son accesibles en cualquier lugar con cierta calma, existen ciertos sitios en el continente americano que, por su carga histórica o energética, resultan favorables para la relajación y la meditación, ahora que pasó el Día Mundial de la Relajación y muchos buscan comenzar expandir sus prácticas como el Yoga.
Valle Sagrado de los Incas (Perú)
Este sitio turístico está en la provincia peruana de Urubamba, dentro del departamento de Cuzco, aunque su origen data de las épocas en que formaba parte del Tahuantinsuyo, cómo se conoció al territorio que formaba el Imperio Inca, desaparecido tras la conquista española.
En sus épocas de esplendor, se trató de un importante centro de actividad agrícola para los Incas, que construyeron numerosos templos y ciudades como Pisac, Yucay, Chinchero y Ollantaytambo en este territorio atravesado por el Río Vilcanota, que los Incas creían era la contracara en la Tierra de la Vía Láctea.
Además de las tradicionales excursiones a Macchu Picchu, uno de los puntos más representativos del Imperio incaico, en Pisac, a 30 kilómetros de Cuzco, existe una activa comunidad dedicada al Yoga, con más de cuatro centros donde se practica esta disciplina.
Quienes viajen allí en busca de la paz interior se encontrarán con la serenidad de las ruinas incaicas en la parte vieja de la ciudad, sitios donde el silencio es total y la conexión con el interior propio, potenciada también por el peso de un lugar sagrado con más de seis siglos de existencia, se puede dar de forma completa.
Máncora (Perú)
El país andino ofrece otro destino para los amantes del silencio que favorece a la relajación: las playas de Máncora, en la costa noroeste de Perú, son un paraíso para surfistas. Además, el buen clima durante todo el año y sus aguas la convierten también en un destino insoslayable para hablar de la relajación en América Latina.
Esto se observa también en los tres centros de Yoga que existen en la localidad. Sol Yoga Máncora es uno de los más populares, está situado dentro del hotel Punta Ballena y tiene cinco estrellas en TripAdvisor. En este sitio, con vista al mar, se ofrecen servicios de Yoga para adultos y niños.
Ilha Grande (Brasil)
Aunque no tiene una comunidad centrada en la meditación, el paisaje de Ilha Grande, en Rio de Janeiro, Brasil, es una invitación al relajamiento. El mar azul es apenas un componente más del paisaje de este lugar, famoso por la conservación natural de su flora y fauna de lo que es una zona protegida por el Gobierno brasilero.
Con sólo 192 km² de extensión, la isla es accesible mediante un ferry. Al llegar ya se observa que se está en un sitio diferente, donde no hay autos ni bancos, razón por la que se recomienda llevar encima el dinero que se piense gastar.
El sitio tiene varias playas, siendo la de Lopes Mendes de las más conocidas, aunque también se encuentran en Ilha Grande las bellísimas Lagoa Azul y la playa del Aventurero. En la playa de Lopes Mendes, de 3 km de extensión, el océano azul y los sonidos naturales del entorno relajan hasta al más estresado.
Sian Ka’an (Quintana Roo-México)
La Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, ubicada en el estado mexicano de Quintana Roo, cerca de la ciudad de Tulum, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Ocupa una superficie de 528.147 hectáreas, que pertenecen a los municipios quintanarroenses de Felipe Carrillo Puerto y la ya mencionada Tulum.
Es la reserva natural más grande de la Península de Yucatán, y cuenta con los atractivos conocidos de la Riviera Maya: cenotes de los que brota agua cristalina, barreras de coral y playas de arena blanca y agua cristalina. Ideal para perder la vista en la contemplación y relajarse.
Además, numerosas especies animales como el jaguar, el tapir, el manatí y el pecarí viven en la zona, favoreciendo la conexión con la naturaleza. La vegetación se extiende a su antojo en Sian Ka’an, y una muestra son los petenes, enormes islas de vegetación arbórea en una vegetación baja inundable que crecen en la zona sin limitaciones del ser humano.
Lago Rupanco (Chile)
A poco más de 100 kilómetros de Villa la Angostura, el lado chileno de la Patagonia ofrece la serenidad del Lago Rupanco. Se trata de un cuerpo de agua de 230 km², ubicada a una hora a pie de la ciudad de Osorno, en la Región chilena de Los Lagos, donde la serenidad de la Patagonia es patente.
En sus cercanías se encuentra el centro de Yoga Anandaji, un sitio con una vista privilegiada del Lago Runanco donde se puede degustar comida orgánica y meditar en la gran sala del centro con la vista del volcán Puntiagudo de fondo. Definitivamente, una opción más cercana a la Argentina para tener en cuenta si lo que se desea es relajarse.
Bonus Track: Bosque Energético (Miramar)
La Argentina también cuenta gran cantidad de lugares que favorecen la meditación, y la lista no podría estar completa sin mencionar el Bosque Energético de la ciudad costera de Miramar, en la Provincia de Buenos Aires. Se trata de una franja de 502 hectáreas donde los guías exhiben sin miedo a fallar una prueba de la peculiar energía que atraviesa al sitio: dos ramas de pino pueden colocarse una encima de la otra, formando una T, y lograr un perfecto equilibrio.
“No podemos afirmar qué tipo de atracción magnética crea esta ilusión, pero las explicaciones más difundidas aluden a un meteorito caído hace más de 3,5 millones de años entre Chapadmalal y Mar del Sud”, explicó a LA NACION el guía Carlos Pagliardini.
El equilibrio que logran las ramas en el Bosque Energético es buscado por muchas personas, que se acercan a este sitio buscando conectar con su energía particular. Por esto, las excursiones al sitio cuentan con una instancia de meditación al lado de los árboles.
Dichas excursiones al sitio duran entre 45 minutos y una hora, y las reservas se pueden realizar por Whatsapp al +54 2291 461219, o través de la fanpage @BosqueEnergeticoGuiadas. En cambio, el ingreso para los peatones es gratuito durante todo el año, pero durante el verano y los fines de semana largos se cobra un bono contribución a los vehículos de quienes conservan este místico lugar en nuestro territorio.
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