Cinco hábitos para cuidar el esmalte dental
Aunque es el tejido más duro del organismo, el esmalte que recubre y protege los dientes no se regenera. Conocé las claves para prevenir la llamada "erosión ácida".
Los dientes definitivos suelen aparecer entre los 6 y los 13 años, y se supone que desde entonces deberían durarnos toda la vida. Para eso cuentan con un poderoso escudo protector, que no es otro que el esmalte dental. Este esmalte constituye el tejido más duro del organismo, solo que a diferencia de otros como la piel o los huesos no es capaz de regenerarse de una forma natural.
Si existe esmalte el diente permanecerá fortalecido, y entonces podremos morder, masticar y consumir alimentos fríos y calientes. Pero el esmalte resulta vulnerable a la acción de los ácidos presentes en ciertos alimentos (como el jugo de naranjas, los aderezos para ensaladas y las salsas para pastas) y determinadas bebidas (como las gaseosas y las bebidas para deportistas). Esa acción lenta pero persistente sobre el esmalte se denomina "erosión ácida", y figura entre los motivos principales de debilitamiento dental.
Acciones efectivas contra la acción de los ácidos
La erosión ácida puede afectar a los dientes perfectamente limpios y libres de placa, de ahí que los cuidados van más allá de la limpieza diaria. Así y todo existen varias maneras de "frenar" esta acción de los ácidos:
Cuidar la dieta. La idea no es dejar de comer fruta ni los alimentos que nos gustan, pero sí es bueno saber que más de cuatro "momentos ácidos" al día son capaces de desatar la erosión ácida. Cuidado entonces con los alimentos considerados "muy ácidos" (como jugo de limón, vino, bebidas para deportistas, agua tónica, naranjas, ciruelas, gaseosas, té helado, jugos de frutas, vinagre, aderezos para ensaladas, salsa de tomate para pastas), pero también con los "poco ácidos" (que podrían ser yogur, bananas, peras, té negro y jugo de remolacha y zanahoria).
No lavarse los dientes inmediatamente después de haber consumido alimentos ácidos, dado que ese es el momento en el que más vulnerable se encuentra el esmalte.
Evitar usar productos abrasivos para la limpieza dental. Hay quienes creen que para blanquear sus dientes sirve usar bicarbonato, sal o ciertas pastas dentales abrasivas. Error: estos funcionarán como una "lija" que daña y desgasta el esmalte, dejándolo más debilitado.
Consultar al odontólogo como mínimo una vez al año. El consejo no tiene que ver solo con la erosión ácida, sino con cualquier afección bucal que solo el profesional puede detectar. Los dientes afectados por la erosión ácida suelen mostrar un esmalte debilitado, delgado, translúcido, amarillento y opaco, aunque las etapas prematuras de esta afección pueden ser difíciles de identificar. La visita al profesional es ineludible.
Usar una pasta especialmente desarrollada para cuidar el esmalte. Hoy existen cremas dentales que pueden usarse todos los días y resultan capaces de proteger al esmalte de estos múltiples "desafíos ácidos". En esa línea, Sensodyne Pro Esmalte se encarga de proteger el esmalte debilitado por los ácidos y brinda protección continua contra los efectos del desgaste.
LA NACIONTemas
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