Cinco cucharones que tenés que tener en tu casa y cómo limpiarlos
"Montar una buena cocina es como armar una buena biblioteca; la selección de los utensilios e instrumentos que son necesarios es igual de complicada que la de los libros", afirmaba a comienzos del siglo XIX A. B. Grimod de la Reynière, quien es considerado el primer periodista gastronómico, en su libro "Manual de anfitriones y guía de golosos".
Desde aquella época, este exéntrico personaje ya tenía en claro que cada alimento tiene su media naranja entre los utensilios de la cocina y que la imagen de la abuela, con el cucharón de madera en la mano, ya no se adapta a todos los platos.
Por ejemplo, para las pastas del domingo se necesitan idealmente dos cucharones: uno para dichas pastas, que varía si son largas o cortas, y otro para la salsa.
Para la salsa
Este último elemento, también conocido como "cucharón salsero" tiene un pico vertedor en uno de sus extremos para que al servir la salsa no se derrame sobre la mesada o la ropa.
El colador
Si lo que se quiere es cocinar pastas cortas, como ravioles o sorrentinos, se necesita un cucharón en forma redondeada con varios agujeros para colar el agua sin que se rompan.
Pasta larga
En cambio, el cucharón para pastas largas tiene dientes para evitar que se deslicen al sacarlas de la olla. Además, suele tener un orificio en el centro que sirve para medir las porciones de spaguetti.
Espumadera
A la hora de retirar los alimentos fritos del aceite caliente, la aliada ideal es la espumadera, que tiene una forma similar al cucharón de pastas cortas. Este utensilio, como su nombre lo indica, también se utiliza para quitar la espuma de caldos y líquidos.
Para sopa
Por su parte, a diferencia de los anteriores, el cucharón para sopa no tiene orificios y es el más profundo. Además, tiene una rebarba para evitar que el líquido gotee al servirlo.
Veggies
Finalmente, el cucharón para vegetales es similar al de pastas largas pero con gruesos dientes que ayudan a que las verduras no se caigan al escurrirlas.
¿De madera?
Con respecto a los materiales, si bien el Código Alimentario Argentino permite el uso de los cucharones de madera, lo cierto es que son muy difíciles de higienizar ya que este elemento absorbe los líquidos de los alimentos. Para mantenerlos limpios se recomienda lavarlos a mano con agua, jabón y una esponja suave.
Además, para profundizar la limpieza, se los puede remojar por algunos minutos en un bowl con agua y vinagre (mitad y mitad). Luego, hay que secarlos con toallas de papel o un repasador limpio y, finalmente, dejarlos que se aireen a temperatura ambiente.
Los especialistas también recomiendan esparcir sobre la madera algunas gotitas de aceite de oliva para que se forme una película protectora y así evitar que absorba los líquidos de los alimentos.
En los últimos años, los utensilios de silicona ganaron una gran popularidad por su capacidad de adaptarse a los cambios de temperatura, que van de -60º a 260º (nunca se los debe exponer a una fuente de calor directa) y por ser antiadherentes. El detalle a tener en cuenta es que este elemento no debe cortarse ni romperse ya que en dichas rajaduras pueden acumularse bacterias peligrosas para la salud.
El acero inoxidable es otro de los materiales más elegidos por los cocineros por su resistencia, ligereza y facilidad de limpieza. En este caso, se debe tener el recaudo de no raspar o arañar estos cucharones ya que podrían liberar pequeñas cantidades de metales pesados.
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