Ciencia que transforma
Descubramos juntos las potencialidades del neuroliderazgo. ¿Se suman?
"Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasará, otras hacen que suceda." Michael Jordan
Lograr mayor bienestar dentro de una empresa u organización es posible, y para eso, las investigaciones neurocientíficas son un recurso cada vez más tenido en cuenta. Aunque su aplicación es incipiente, el neuroliderazgo puede ayudar a la gente a gestionar y gestionarse mejor, a potenciar sus habilidades, a descubrir nuevas, y a desarrollar sus tareas en un contexto más positivo para su bienestar laboral y personal.
El neuroliderazgo es una subdisciplina del liderazgo, y busca estudiar el comportamiento humano a partir del conocimiento científico del funcionamiento del cerebro, para analizar las relaciones entre líderes y seguidores. Siempre desde la base de las neurociencias, la intención de estas investigaciones es comprender la actividad mental asociada con las interacciones de las personas, incluyendo las representaciones mentales, las emociones, expectativas, aprendizaje, memoria y comportamiento. Observando estos fenómenos sociales, el neuroliderazgo recolecta datos, establece teorías para explicar dichas manifestaciones, prueba hipótesis acerca de la validez de esas teorías y desarrolla modelos para aplicar ese nuevo conocimiento con el fin de mejorar la performance. Así, es posible entender mejor ciertos hechos del pasado, generando expectativas positivas para estar preparados ante futuros eventos similares.
¿Cómo lo hace? Trabajando en cuatro grandes tópicos o dominios: la toma de decisiones y la resolución de problemas (se focaliza en entender el estilo del líder que toma esas decisiones); la regulación de las emociones (interesa mucho cómo influye el estrés a la hora de decidir, cómo se maneja el líder ante las presiones y los estímulos); la colaboración (hace hincapié en el poder e influencia del líder entre sus colaboradores); y el cambio, entendido como el éxito y los fracasos en las organizaciones que quieren hacer modificaciones y el rol clave de sus líderes en estos procesos (cómo promueven y estimulan a la gente a cambiar).
¿Quiénes hacen estas intervenciones? Científicos con conocimiento del negocio, coaches o consultores formados multidisciplinariamente que sepan del tema; siempre desde un lugar honesto, sin buscar desplazar a otras disciplinas u otros modos de entender el cambio o las relaciones dentro de una empresa.
Si bien es una mirada complementaria a la gran disciplina que es el liderazgo y a otras, hoy se sabe que tiene enormes fortalezas para beneficiar a las organizaciones, sobre todo a aquellas en constantes procesos de cambio, las que no tienen líderes, las que los tienen sobrepasados emocionalmente, las que viven grandes competencias internas o externas.
Entender las relaciones entre líderes y seguidores desde el conocimiento del funcionamiento cerebral puede ser una herramienta muy útil para mostrar cómo se comportan las personas, ya que de hecho, todos actuamos de acuerdo con lo que pensamos y sentimos (nuestra mente), y esto es posible porque que tenemos un cerebro.
Seguramente, como toda novedad tendrá sus detractores, aquellos que entienden que sólo empaqueta conocimiento ya existente, que puede ser interesante, pero no aporta nueva información, que es capaz de generar resultados en el laboratorio, pero no en el mundo real. Mi propósito, a través de las columnas que compartiremos en este espacio durante 2015, es demostrarles las potencialidades y aplicaciones efectivas del neuroliderazgo. ¿Se suman al desafío? ¿Están preparados para el cambio? La invitación está hecha.
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