Chicago, la nueva meca de la tevé
¿Dónde está mi teléfono?", pregunta Dick Wolf mientras mira para todos lados. El productor está sentado junto a una mesa larga en Lagunitas Brewing Company, una fábrica de cerveza de Chicago que, además, tiene salón comedor con vista a la planta donde se ven los gigantes tanques de acero para la producción industrial de la bebida. Durante todo el día, Lagunitas es el lugar elegido para presentar las nuevas temporadas de Chicago Fire , Chicago Med y Chicago P.D., las series creadas por Dick Wolf, uno de los más prolíficos y exitosos productores de la televisión de hace por lo menos treinta años, cuando creó en 1990 Law & Order, que duró veinte temporadas con 456 capítulos en total. En 1999, Wolf presentó el spin off Law & Order: Special Victims Units, que también lleva veinte temporadas y no tiene fecha de cancelación todavía. Otra, Law & Order: Criminal Intent, duró 10 años y tres más Law & Order: LA, Law & Order: True Crime y Trial By Jury tuvieron solo una temporada. Pero para este 2019, Wolf ya anunció otra más: Law & Order: Hate Crimes, que va a lidiar con el lado social del crimen.
Pero en este momento, Wolf está enojado porque no encuentra su teléfono. Mira a su esposa, quien está charlando con ejecutivos del canal. La mujer se lo muestra: "Acá está". Wolf se vuelve con una sonrisa. "Menos mal".
¿Por qué Chicago?
¿Perdón?
Tus shows son conocidos por transcurrir mayormente en Nueva York. ¿Por qué elegiste Chicago?
Precisamente por eso. Porque ya usé Nueva York durante 20 años.
¿Qué encontrás en Chicago que no esté en Nueva York o Los Ángeles?
Bueno, Chicago está en el medio de Estados Unidos. Los malos acá son distintos a los de las dos costas. Esta ciudad es mi favorita porque filmé hace 20 años un show médico: Human Practice, que duró una temporada, pero me quedó la idea siempre de volver, especialmente por su arquitectura. ¿Tomaste el tour en barco?
Sí, hace unos años.
Excelente ciudad, con la mejor arquitectura en Estados Unidos. Filmé en muchas ciudades, como Nueva Orleans, y nunca tuve el nivel de cooperación diaria que nos ofrece Chicago. El alcalde nos dio todo lo que necesitábamos y más. La única cuestión que planteó es si esto iba a ser bueno para la imagen de Chicago y yo le dije que llame al alcalde de Nueva York y le pregunte. Mis series le hacen bien a la ciudad porque, si bien son policiales o pasan cosas no del todo agradables, mostramos cómo es el lugar con sus características y personajes. Y además, contratamos gente y expandimos la oferta laboral.
El éxito de Chicago Med, Chicago PD y Chicago Fire (todas emitidas por Universal TV) no hacen sino confirmar la ciudad como un centro cinematográfico importante con ánimos de competir contra las dos costas, Nueva York y Los Ángeles. Y también, de impedir que varias series se muden a Canadá para bajar costos (como todas las de DC) o Atlanta (The Walking Dead), otra ciudad con incentivos fiscales muy agresivos (varias películas de Marvel sean filmadas allí).
Wolf, de cierta forma, quiere volver las raíces de la industria cinematográfica estadounidense, originaria en la Costa Este, en especial Nueva Jersey, donde Thomas Edison patentó sus famosos inventos y creó la Motion Pictures Patent Company en 1908. Fue un año antes incluso cuando se creó Essanay Studios, en Chicago, que durante diez años produjo más de 2000 obras entre cortos y largometrajes. Essanay es conocida al día de hoy en ser la productora de los primeros quince cortos de un muy joven Charles Chaplin. Otras "primeras veces" producidas en la ciudad fueron: la primera película del Mago de Oz, la primera comedia en mostrar el gag de una torta en la cara, el primer largometraje de Sherlock Holmes y el primer film dirigido por un afroamericano, The Railroad Porter (1912), de William D. Foster.
Pero Hollywood queda en el estado de California, no en Illinois. ¿La razón? Más allá del clima (no por nada a Chicago le dicen la Ciudad Ventosa), los estudios se mudaron a Los Ángeles para irse lo más lejos posible de Edison y dejar de pagar las patentes. Carl Lammle, otro nativo de Chicago, mudó su pequeño estudio al oeste y fundó Universal Studios. Y así hicieron casi todas las productoras, dejando solamente oficinas en Chicago desde donde se distribuían las películas de MGM, Columbia, Warner Brothers, Republic, Universal, RKO y Paramount.
Christian Stolte es un actor nacido y criado en Chicago. Hace siete temporadas que interpreta a Mouche, en Chicago Fire, pero durante treinta años ha estado haciendo obras en el teatro local, actividad que ha sido internacionalmente reconocida en especial con el grupo Steppenwolf Theatre, creado en los setenta por Gary Sinise (el Teniente Dan de Forest Gump), entre otros. Entre sus filas también pasaron William Petersen (CSI) y John Malkovich y muchos más.
Según Stolte, Chicago tiene un gran semillero de actores por su tradición artística que conjuga grandes olas inmigratorias con una actitud más tranquila que las grandes urbes como Nueva York o Los Ángeles. "Nosotros somos más relajados. Somos personas del interior, sí, pero tenemos una tradición cultural diversa y con inquietudes. Al no tener industria cinematográfica propia, las personas que quieran empezar a actuar sí o sí tienen que estudiar teatro, no televisión ni cine. Eso te da otra perspectiva del arte".
Y si de arte se trata, Chicago es además conocida por su música, especialmente el jazz y las diversas variaciones del soul y del blues que trajeron los afroamericanos a principios del siglo XX. En lo que se denominó la Gran Migración, y entre los cuales figura la tensa hostilidad hacia la comunidad negra por parte de los estados del sur del país, seis millones de personas se mudaron hacia centros urbanos desde 1916, siendo la zona de Chicago una de las elegidas. Fue la evolución de la música traída desde el sur que la escena musical de la ciudad sigue siendo tan rica al día de hoy. Un claro ejemplo de eso es la película Los Blues Brothers, que transcurre en la ciudad con un diversos intérpretes de música principalmente negra, con invitados como Aretha Franklin, Ray Charles, John Lee Hooker y James Brown.
En los últimos años, Chicago ha venido creciendo en cuanto a su industria. Al oeste de la ciudad abrieron los estudios Cinespace, en 2011, con edificios para sets, lo que produjo un boom en la ciudad aumentando más del 50% las producciones. Chicago Med, Chicago P.D. y Chicago Fire se filman allí en gran medida, al igual que la serie Empire. Pero la ciudad es también aprovechada: Chicago, por sus rascacielos y por la preservación de edificios art déco, el tren elevado que atraviesa parte de la ciudad y los puntos por sobre el río homónimo, hacen de sus escenarios reales un lugar único y muy fotogénico.
Ya hay muchos sitios de referencia reales que aparecen en las series, al ser utilizados por varios años, como es el Bar de Molly (1925 W Cortland St.), punto de unión de los personajes de Chicago Fire. Al principio, la producción filmaba allí (el nombre real es Lotties Pub), pero a medida que se requirieron más escenas, se decidió recrear el bar en los estudios Cinespace. En el 1360 de S. Blue Island Ave. está el cuartel de bomberos elegido para Chicago Fire porque tiene una amplia y abierta vista al centro. Y el frente de la comisaría de Chicago PD es el exterior de la del campus de la Universidad de Illinois (943 W. Maxwell St.), con su fachada de ladrillos de un edificio de más de cien años que fue utilizada también para la famosa serie Hill Street Blues, de la cual Dick Wolf fue escritor.
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