Cerati vuelve a tomárselo con Soda

Desde que Gustavo Cerati le dio las gracias totales a Soda Stereo hasta la edición de su tercer álbum solista, Siempre es hoy (que llegará a las disquerías el martes próximo), han pasado exactamente cinco años. Un período que estuvo marcado, en sus inicios, por la negación de la canción. Los primeros pasos del Cerati pos Soda fueron en dirección contraria a su pasado reciente y, a fuerza de beats y loops de otra galaxia, intentó olvidar la esencia del grupo pop más grande de la historia del rock y el pop latinoamericano.

Plan V primero (un trío tecno experimental) y Ocio después (el dúo house que creó junto a Flavio Etcheto), fueron sus escondites sonoros. Más tarde llegó el turno de Bocanada , el álbum solista con el que buscó acercar sus experiencias electrónicas a las composiciones de guitarra. La actitud refinada y glamorosa del disco y la solitaria forma de composición de los temas mantuvieron a Cerati a distancia prudencial de aquel rock & pop de Soda.

Pero el alejamiento no podía durar para siempre. El último año se despachó con una aventura sinfónica en la que revisitó clásicos del trío y la presencia de la gran bestia pop volvió a sobrevolar su cabeza de revólver. Cerati, entonces, advirtió: "El disco va a ser más rockero, más crudo, con muchas guitarras". Y, paradójicamente, la primera dosis de este regreso se pudo escuchar en los segundos que sirvieron de separador para la última edición de Fútbol de primera . Allí, el rockero argentino menos vinculado con el ser futbolero demostró que no mentía.

Ahora, el ex Soda suena más Soda que nunca, deja definitivamente atrás los fantasmas del pasado y disfruta de lo que mejor sabe hacer: canciones pop, con estribillos rockeros y sutiles sonidos del futuro. Y, por primera vez desde aquel agradecimiento total, logra encapsular en un disco el espíritu de banda-componiendo-transpirando-juntos-en-un-estudio-de-grabación. Definitivamente, Siempre es hoy es el disco que los fans de Soda amarán y los detractores del grupo no podrán ni escuchar.

En detalle

La lista de temas . Diecisiete canciones, en poco más de 71 minutos de música: Cosas imposibles, No te creo, Artefacto, Nací para esto, Amo dejarte así, Tu cicatriz en mí, Señales luminosas, Karaoke, Sulky, Casa, Camuflaje, Altar, Torre de marfil, Fantasma, Vivo, Sudestada, Especie .

La banda . Cerati grabó este disco con un concepto de banda y para ello convocó a varios de sus amigos musicales. El socio ocioso Etcheto se encargó de trompetas, guitarras y samplers; Leandro Fresco, con el que ya había trabajado en las bandas de sonido de + Bien y Sólo por hoy , grabó coros, sintetizadores, samplers, Rodhes y percusión, Fernando Nalé (el otro sobreviviente junto a Etcheto de los que acompañaron a Cerati en Bocanada ), en bajo y contrabajo; Pedro Moscuzza (integrante de los marplatenses Altocamet y Pura) en batería y percusión; y Javier Zuker en scratches y loops.

El comienzo. Una base, un loop y un riff sucio, mortal, pegadizo. Así transcurre el primer minuto de Siempre es hoy con el tema que ya suena en las radios, Cosas imposibles , que abre el abanico sonoro por el que deambulará el álbum. Un ritmo contagioso que bien podría haberse incluido en Dynamo , el disco adelantado de Soda Stereo.

Los amigos. En el disco participa un puñado de invitados de lo más diverso: un rockero por naturaleza (Charly García grabó el piano y el Rhodes de los temas Vivo y Sudestada ); un icono del folklore (el bombo de Domingo Cura le pone base de malambo a Sulky y lo convierte en el tema fetiche-folklórico de los discos de Cerati -remember Cuando pase el temblor , de Nada personal , y Raíz , de Bocanada -); una ¿modelo? ¿cantante? ¿novia? (Déborah de Corral se suma en voces en Casa y Torre de marfil y silba (¿?) en Altar ); y el rap de Altar fue grabado por Camilo (Tea-Time).

El ritmo. Hay bases aquí y allá, algunas (muchas) con cierto timbre hiphopero , otras con el sabor funky que suele destilar la guitarra de Cerati. A lo largo del disco, no siempre en rol protagónico pero sí en constante presencia, aparecen los sonidos disparados por Zuker, el DJ local más rockero.

Las letras . No te creo es uno de los temas que revelan una faceta del ex Soda casi siempre oculta. Letras más frontales, directas, que no apelan tanto a las imágenes oníricas a las que nos tiene acostumbrados. "Hace tanto que es lo mismo escucharte, esperando algún domingo que nos calme. Si es lo mismo ser tu ángel, a ser sólo un personaje desechable. No hace falta tu cinismo, yo soy parte. Y también soy el que parte a nuevos rumbos", canta este Cerati terrenal, y deja impreso el enojo por el fin de una relación (con la modelo, fotógrafa y ahora DJ Cecilia Amenábar). Sí, claro, también están las letras compuestas de palabras sueltas que sólo valen por su sonoridad.

Lo negativo. Dura demasiado para ser un disco que no tiene una guía conductora. En el largo viaje, uno se puede perder fácilmente.

Lo positivo . Varias canciones son realmente buenas y entre ellas es probable que esté alguna de las mejores que haya escrito Cerati en su carrera. El retorno de la guitarra como eje y las múltiples posibilidades que brinda el ex Soda como cantante en cada canción hacen que éste sea su disco solista más redondo. Con perdón de la palabra.