Fanático de Atlanta, el bohemio radiofónico sueña con ser presidente del club.
Por Diego Zwengler
Con Atlanta quizá tuviste más tristezas que alegrías. ¿Alguna vez dijiste “ya fue”?
Una sola vez lo pensé en serio. Saliendo de la cancha de Defensores de Belgrano, en un partido que nos dieron vuelta el resultado. Llamé a mi viejo y le dije: “Esto es por vos, yo qué culpa tengo de que hayas nacido en Villa Crespo”. Quedó como una joda.
¿Fue un cansancio pasajero?
Ojo, yo de verdad estoy cansado de que asciendan todos menos nosotros, de verla pasar, de que viejas generaciones me digan que vieron a Atlanta en primera y la mía no.
¿Y qué puede hacer el hincha?
Queda participar y yo lo voy a hacer. Voy a ser presidente del club más adelante: me estoy capacitando, leo, observo, hablo con gente. Veremos si me da la capacidad, primero quiero tener cierta comodidad para dedicarle mucho tiempo.
¿La polémica en el fútbol es necesaria?
Por ser de Atlanta, no participo mucho en polémicas con mis amigos, porque son de Boca o River, además nosotros caemos simpáticos. Pero el fútbol es el deporte más popular, entre otras cosas, por la polémica. Podemos discutir un penal o un gol porque eso te puede cambiar todo un año de laburo.
¿Alguna vez un partido te cambió tanto el ánimo?
Atlanta se jugaba el descenso contra Quilmes en el Nacional B, mi hermanita cumplía 5 años y yo tenía que animar el cumpleaños porque me había comprometido mucho antes. Justo coincidió con ese día y me fui a la cancha aun con mi familia enojada. Perdimos 5 a 0 y no aparecí por casa durante dos días. Ahora se me pasa más rápido.
No faltás nunca a la cancha.
Para mí es un ritual que empieza el día anterior. Arreglo con mi viejo, mi hermano o Wainraich. Me gusta llegar temprano, ir al bar del club, charlar con la gente, porque nos conocemos todos. Es mucho más que ir a la cancha y volver. Por laburo, a veces me tengo que ir en el entretiempo y una vez hasta fui solo por 15 minutos. Celebrábamos una fiesta judía en la casa de mi vieja, así que antes pasé por el estadio: arrancó, hicimos un gol y después me fui a cenar.
¿Por qué dijiste que el hincha de Atlanta tiene que ir a la cancha sí o sí?
Porque es como estar afiliado a un partido de izquierda y no ir a votar. Andá a votar, hermano, aunque sepas que vamos a perder.
¿Cómo fue que cuando Atlanta ascendió al Nacional B vos estabas en un velorio?
Mi abuelo Raúl, una de las personas que más amo, falleció el día anterior a jugar contra Barracas Central para ascender. Estábamos en el velatorio y no iba a ir a la cancha, pero estaba seguro de que él me habría alentado a que fuera igual. En el entretiempo, me puse a llorar solo y me fui a dormir a casa. Me desperté con los gritos de ¡dale campeón!, pero no pude salir a festejar.
COMPLETÁ LA FRASE
A la historia de Atlanta le falta… la Copa Libertadores
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El romanticismo en las categorías menores… es real, ihay que ir a la cancha de San Telmo!
Un buen dirigente debe… divorciarse para poder dedicarle tiempo al club
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