Todos los años, en el país mueren alrededor de dos mil mujeres por la enfermedad, sin embargo con la detección temprana la enfermedad es prevenible y curable
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Daniela Castillo (35) reparte sus días entre sus dos pasiones: sus pequeñas hijas y el laboratorio. Allí, movilizada por una historia personal, sueña con ayudar a prevenir el cáncer de cuello de útero producido por el Virus del Papiloma Humano (HPV) que, todos los años, es el responsable de la muerte de alrededor de dos mil mujeres en la Argentina. Cada día está más cerca de su objetivo. La investigadora del Conicet desarrolló un exitoso método de diagnóstico rápido del virus que revolucionará la forma de detección de la enfermedad.
-¿Cómo surge su preocupación por este tema?
-Si bien el proyecto se empezó a gestar a fines del 2019, mi interés es anterior.
La investigadora explica, sin querer entrar en detalles, que cuando era niña “un familiar cercano” padeció cáncer de cuello de útero. “Pero se recuperó y ahora está bien. Fue detectado a tiempo. No me gusta hablar de ese tema por una cuestión personal”, aclara.
“La enfermedad de la pobreza”
El cáncer de cuello de útero se produce por la persistencia del virus del papiloma humano (HPV), que consiste en una infección de transmisión sexual. Mayormente, cuando una persona se expone a este virus, el sistema inmunitario evita que haga daño al cuerpo. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de mujeres, el virus sobrevive durante años, como una infección crónica, y forma células cancerosas en el cuello del útero. La única manera de reducir el riesgo a desarrollar este tipo de enfermedad es con la vacunación contra el HPV, que actúa como profilaxis, y las pruebas de detección, en la actualidad el Papanicolaou.
“Es una enfermedad que se la conoce como ‘la enfermedad de la pobreza’ porque, a pesar de que este tipo de cáncer es tratable si se detecta de forma temprana, hay muchas mujeres que no acceden a un diagnóstico y cuando lo descubren ya es tarde”, explica Castillo quien, junto a su equipo, recibió hace unas semanas el premio “Merck – Conicet de innovación en ciencias de la salud” por su proyecto de detección rápida de la enfermedad.
“Amo mi trabajo y es un gran incentivo haber ganado el premio para impulsar nuestro proyecto”, asegura la investigadora acerca de los dos millones de pesos que recibirá para desarrollar el kit de diagnóstico rápido para el Virus del Papiloma Humano (HPV). Se trata de una tira reactiva inmunocromatográfica (similar a un test de embarazo) que permite la detección altamente específica de los tipos de virus de papiloma humano de alto riesgo oncogénico con mayor prevalencia en Argentina y el resto de Latinoamérica. “Detecta las células que van camino a desarrollar cáncer”, simplifica.
”Es un método de diagnóstico de menor costo, que arroja un resultado rápido y no requiere de equipamiento especializado ni personal capacitado para su procesamiento; y de esta forma se puede llegar a poblaciones socialmente vulnerables. La idea es que este test en el futuro también pueda ser utilizado en la comodidad de un hogar”, añade Castillo y espera que los kits estén disponibles para su comercialización en 2024, con precio cercano a los 10 dólares.
“Si mueren es porque lo detectaron tarde”
La investigadora explica que en el mundo, solo existe un test similar al suyo, pero de menor espectro. “Nosotros planeamos detectar el 85% de los 13 tipos de virus que son más prevalentes en nuestra región”, asegura.
“No hay que descuidarse y hay que hacer el chequeo ginecológico anual, con el Papanicolaou. Todos los años, en el país, se diagnostican cinco mil casos de cáncer de cuello de útero y por año mueren alrededor de dos mil mujeres por esta enfermedad, y si lo hacen es porque lo detectaron tarde”, enfatiza Castillo.
Entre las víctimas de la enfermedad, en marzo pasado, la sociedad argentina se conmovió, con el fallecimiento de Sofia, la hija del diseñador Ricky Sarkany. La joven de 31 años estaba internada en Miami (Estados Unidos) debido a un cáncer de útero diagnosticado en 2018.
Síntomas
El cáncer de cuello útero detectado en una fase temprana generalmente no produce señales o síntomas. Sin embargo, pueden ser indicios de una enfermedad avanzada y que requiere consultar al ginecólogo:
- Sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos o después de la menopausia
- Flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un olor fétido
- Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales
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