En distintos materiales y para todo tipo de ambientes: canastos que nos ayudan a mantener el orden y también a decorar
.
De hierro. “Somos tres hermanos arquitectos que nos caracterizamos por abarcar todas las etapas para llegar al producto final. Diseñamos haciendo dibujos a mano, otras veces con maquetas de estudio y realizamos los prototipos en nuestro propio taller”, cuenta el equipo del estudio Trizz. Entre otras piezas, diseñan canastos para guardar juguetes, organizar prendas en vestidores, guardar vajilla y alimentos o ambientar un living o bibliotecas. Son apilables y encastrables, de modo que pueden componerse en columnas para ocupar poco espacio. Están fabricados en hierro macizo natural y terminados con pintura al horno u óxido. “Es un trabajo muy artesanal ya que son objetos chicos con mucho detalle. Se cortan, sueldan, arman y pintan en nuestro taller. Los clientes pueden encargarlos a medida y con el acabado que más les guste”, explica Lucila Grizzo.
De tela. Además de diseñar sus estampas y serigrafiar sus telas, el equipo de Oost confecciona todas sus piezas en su propio taller. Los géneros que usan son canvas y algodón, y las manijas de los canastos las hacen con cuero vaqueta o cinta mochilera de algodón. “Nos inspiramos en el diseño nórdico y la paleta de colores neutros con estampas de líneas simples, de referencias textuales o abstractas en la naturaleza (animales y plantas que podemos encontrar en bosques y climas invernales)”, cuentan. Los canastos vienen en cuatro medidas y sirven para organizar de todo: como lapiceros, laneros, guarda juguetes, cesto de laundry o cubre macetas.
De fieltro. Fascino fabrica artesanalmente canastos de fieltro en formatos cubo y ovalado de 20 cm x 20 cm y 40 cm x 40 cm los primeros y 18 cm el segundo. “Usamos fieltro 100% biodegradable y sogas de algodón”, cuentan desde la marca. Por su suavidad y maleabilidad son ideales para guardar juguetes: los niños pueden arrastrarlos de sus manijas e integrarlos como parte de su juego.
De Papel. Desde Solsken buscaban una alternativa a los cestos de yute y mimbre, y encontraron en el papel el aliado perfecto: "Son piezas únicas, trabajadas artesanalmente. El papel de diario es teñido, enrollado y trenzado a mano para crear tejidos de diferentes tramas y colores. También se utiliza el hilo de papel para cestos con tramas abiertas y livianas", explica la arquitecta Florencia Sucar, una de las dueñas de la firma. Los canastos en blanco y negro tienen entre 50 cm y 80 cm de diámetro y entre 50 cm y 60 cm de alto. Los de papel natural, entre 30 cm y 40 cm de diámetro y 20 cm de alto.
De soga. Julián Cuneo trabaja con cordones de algodón cosidos y torneados a mano en forma de zigzag. Tiñe los cordones con anilina según una técnica propia que produce el esfumado del color: “La búsqueda es que los pasajes sean sutiles y que cambien de un naranja a un celeste gradualmente”, cuenta el artista visual. Los diámetros varían entre los 30 cm y el metro.
De palma trenzada. Con la intención de difundir la identidad artesanal del norte argentino, Quiero Norte trabaja con mujeres del litoral: “Las artesanías del norte tienen la característica de conectarte directamente con el lugar. Con los productos que elegimos buscamos recuperar lo autóctono y artesanal para ser aplicado en el diseño de interiores”, cuenta Valeria Agostini. Los canastos y cestos son diseñados y fabricados Paysana, emprendedora que confecciona sus piezas con hojas de palmera secadas al sol y cuero natural. Hay seis modelos distintos que oscilan entre los 17 cm y 40 cm de diámetro y los 22 cm y 60 cm de alto.
De chapa. Deco & Óxido diseña productos para decorar interiores y jardines. Entre ellos están los canastos de hierro macizo y chapa negra, trabajados con un proceso de oxidación y base de laca protectora. “Debido a que vivimos muy próximos a las islas del Delta de Tigre, el diseño está inspirado en los canastos trenzados en mimbre que son característicos de esta zona”, cuentan desde la marca. Miden 35 cm de largo y 25 de ancho.
De mimbre y seagrass. Mewa Deco tienen tres modelos de canastos en mimbre y seagrass, hierba marina que crece en terrenos inundados y océanos, de aspecto rústico y súper resistente. “Los canastos funcionan para decoración, para guardado y para fotografía de bebés recién nacidos, por el tamaño y la liviandad. Además son productos ecológicos por las materias primas con las cuales están fabricados”, cuenta Meme, que los sugiere para ubicar al lado de la cama con libros, en el living con revistas o en el baño para organizar toallas o productos. Sus medidas promedian los 40 cm de alto, los 28 cm de ancho y los 20 cm de profundidad.
De cartón. Papelera Contemporánea diseña y fabrica cilindros de cartón inspirados en la estética industrial. “Para la colección “Hecho en Argentina” tomamos como recurso el stencil combinado con papel Kraft, generando una amplia variedad de cajas y contenedores utilitarios que lucen y optimizan todos los espacios”, cuenta Gabriela Giannoni. Todos los cestos están hechos en cartón prensado de alta densidad, con base y tapa de madera chapadur. El grande mide 35 cm x 78 cm y el chico 35 cm x 58 cm.
De metal. En La Coppia se pueden encontrar canastos metálicos en formatos cuadrado (20 cm x 20 cm x 10 cm y 24 cm x 24 cm x 15,5 cm) y rectangular (26 cm x 16,5 cm x 10cm y 34 cm x 20 cm x 15 cm), en colores blanco y negro. “Pensados para ordenar cualquier ambiente de la casa, oficinas o bien para resolver la exposición de productos en locales de venta, los canastos metálicos ayudan mucho a la hora de agrupar objetos y agregar un toque estético a nuestro espacio”, cuentan desde el local.
De cobre. En Divain Home Deco se pueden encontrar canastos de alambre y chapa con terminación en cobre. Vienen en dos medidas, de 23 cm x 35 cm y 43 cm x 32 cm.
De alambre. “Estos objetos cotidianos, se encontraban en las casas de nuestros abuelos y hoy los rescatamos volviendo a producirlos para usarlos como elementos decorativos y a la vez de almacenaje”, cuenta Marcela Conti, de Pasión Chic. Sus canastos de alambre miden 37 cm x 37 cm aproximadamente y pueden usarse como papeleros en la oficina, para guardar frutas y verduras en la cocina, para toallas en el baño o para la leña junto a la chimenea.
De cuero. En Agustina Cerato se pueden encontrar cestos de tiento crudo. Se confeccionan de manera artesanal según la técnica del trenzado. Miden 40 cm de ancho por 30 cm alto.
Más leídas de Lifestyle
Disruptivo. Descubrieron una característica “olvidada” en la máscara de Tutankamón que le daría un giro a su historia
Una fruta que ayuda a hidratar y rejuvenecer la piel: conocé todas las propiedades de la sandía
En fotos. Todos los invitados al gran desfile de Jorge Redondo en el Teatro Colón, en el cierre de la Semana de la Alta Costura