Camilla Parker Bowles reveló si le pesó ser la amante del príncipe Carlos cuando aún estaba casado con Lady Di
La duquesa de Cornualles no siempre tuvo una imagen positiva; durante años fue considerada “la mujer más odiada” de Inglaterra por su relación clandestina con el heredero al trono británico
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Pocos personajes reales han logrado un radical cambio de percepción en el público como Camilla Parker Bowles. La duquesa de Cornualles no siempre fue aceptada por los británicos, quienes no veían con buenos ojos la relación clandestina de ella con el príncipe Carlos ni su llegada a la Corona.
Si bien durante años Camilla parecía hacer caso omiso a las opiniones que la gente tenía sobre ella, en una reciente entrevista con Vogue, la futura reina consorte admitió cuánto le pesó ser la amante de Carlos cuando él aún estaba casado con Lady Di. Durante décadas fue señalada como la rival de la princesa Diana de Gales y fue considerada “la mujer más odiada” de Inglaterra por ser la tercera en discordia en el triángulo amoroso más famoso de Buckingham.
Muy sincera y sin ningún tabú, Camilla recordó aquellos años y admitió: “No es fácil”. Con los sentimientos a flor de piel, la esposa del príncipe de Gales rememoró: “Fui examinada durante tanto tiempo que solo te queda encontrar una manera de vivir con eso. A nadie le gusta que lo miren todo el tiempo y que lo critiquen”.
Con dignidad, la duquesa hizo una profunda reflexión: “Pero creo que al final, me elevo por encima y sigo adelante. Tenés que seguir con tu vida”.
En diálogo con el citado medio, Camilla explicó cómo congenia su apretada agenda con su matrimonio. “A veces no es fácil, pero siempre tratamos de tener un punto en el día para encontrarnos. A veces es como si los barcos pasaran en la noche, pero siempre nos sentamos juntos, tomamos una taza de té y discutimos el día. Tenemos un momento”.
Tanto la duquesa como el príncipe heredero tienen jornadas largas de trabajo, que incluyen visitas oficiales y obligaciones reales. “Es maravilloso ponerse al día cuando tenemos un poco de tiempo. Cuando nos vamos, lo mejor es que nos sentamos y leemos nuestros libros en diferentes rincones de la misma habitación. Es muy relajante porque sabes que no tenemos que entablar una conversación. Solo sentarnos y estar juntos”.
La historia de amor de Camilla Parker Bowles y el príncipe Carlos
Camilla Rosemary Shand conoció al príncipe Carlos durante un partido de polo en los años 70, según describió la biógrafa real Penny Junor, autora de “The Duchess: The Untold Story” (La duquesa: la historia no contada). El encuentro fue explosivo.
“¿Sabías que mi bisabuela, Alice Keppel, fue amante de tu tatarabuelo, el rey Eduardo VII?”, le preguntó en tono de humorada la joven Camilla, de 23 años, a Carlos, de 22. Esa pregunta fue la que dio inicio al romance. Si bien la pareja comenzó a salir, la Corona no aceptó a Camilla como futura reina consorte, dado que ella ya había mantenido un noviazgo intermitente con el mayor Andrew Parker Bowles. Con el objetivo de separar a la pareja, el príncipe heredero fue enviado a un viaje de ocho meses por el Caribe.
En tanto, Camilla no se quedó esperándolo, consciente de que él nunca le pediría matrimonio por no ser ella una “esposa adecuada”. Entonces, Camilla se casó en 1973 con Parker Bowles y más tarde llegaron sus dos hijos, Tom y Laura.
Por su parte, Carlos se casó con la joven Diana Spencer, de 20 años, en 1981, y fruto de la relación nacieron William y Harry. Pero a principios de la década del 90 estalló la crisis en la Corona. Todos los dedos apuntaron contra Camilla cuando se filtraron conversaciones telefónicas de tenor erótico entre el hijo de la reina y “su amante”.
Los tabloides la describían a Camilla como “la otra mujer”. Si bien ya estaban separados desde 1991, a fines de 1992 anunciaron formalmente su ruptura. Mientras, Camilla seguía casada con Parker Bowles y vivía asediada por la prensa. Todo empeoró en 1994, cuando el príncipe admitió en una entrevista televisiva que había sido infiel a Lady Di, la madre de sus hijos, conocida como “la princesa del pueblo”.
Un año más tarde, Diana habló con la BBC y pronunció una de las frases que terminaría de enterrar la poca popularidad que podía tener Camilla: “Éramos tres en mi matrimonio, estaba un poco concurrido”.
Camilla terminó por separarse de Parker Bowles, pero el camino hacia un noviazgo con Carlos estaba embarrado. La opinión estaba en su contra.
El 31 de agosto de 1997, Diana murió como consecuencia de las heridas que sufrió en un accidente automovilístico, en pleno centro de París, en el que también perdió la vida su novio, el millonario egipcio Dodi al-Fayed. La trágica muerte de la Lady Di hizo caer aún más la imagen de Camilla, al punto de no poder hacer apariciones públicas por dos años.
El tiempo pasó y Camilla logró ganarse el corazón no solo de los británicos, sino también de la Corona. En 2003 Carlos y Camilla se mudaron a Clarence House, la residencia real que une el Palacio de Buckingham con la plaza Trafalgar. El 9 de abril de 2005 pudieron casarse, en una ceremonia que contó con la presencia de la reina Isabell II, y con una bendición religiosa en la que debieron pedir perdón por los pecados del pasado.
El visto bueno completo llegó en febrero pasado, cuando la reina Isabel II anunció que quiere que Camilla, esposa de Carlos de Inglaterra y actual duquesa de Cornualles, se convierta en reina consorte cuando su primogénito llegue al trono.
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