La Copa del Mundo, que se iba a disputar en Buenos Aires, cambió su sede por Praga. Entonces “los yacarecitos” se enteraron que nadie había previsto fondos para costear su viaje...
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Sueñan con representar al país en el mundial de waterpolo sub-20. Están clasificados, ganaron el derecho a medirse con los mejores del mundo cuando obtuvieron la medalla de plata en los Juegos Sudamericanos de Chile 2019. Pero la ilusión de “los yacarecitos” -diminutivo que heredaron de la selección mayor, “los yacarés”- está lejos de concretarse: a poco más de un mes del comienzo de la competencia, los jugadores recibieron una noticia que modificó radicalmente sus planes y puso en jaque sus ilusiones.
El mundial de waterpolo 2021, que iba a realizarse en Buenos Aires a fines de agosto, cambió hace unas semanas de sede debido a la pandemia del coronavirus y finalmente se jugará en Praga, capital de República Checa. Además de perder la localía, la posibilidad de jugar frente a sus familiares y amigos, los jóvenes waterpolistas argentinos descubrieron que nadie había presupuestado semejante viaje. Les dijeron, sin más vueltas, que no había dinero para costear su aventura mundialista. “Los yacarecitos” de inmediato comprendieron que sólo podrían llegar a Praga por sus propios medios...
ALFAJORES PARA ALIMENTAR EL SUEÑO MUNDIALISTA
Las necesidades no son las mismas para todos los integrantes del plantel. Cuatro de los trece jugadores ya están en España, más cerca de destino. Sin embargo, todos se comprometieron con el objetivo de recaudar fondos para llegar a Praga.
Como primera medida, abrieron una cuenta en Mercado Pago con el alias “mundialpraga21″ donde cualquiera puede empujar su sueño mundialista haciendo una transferencia (a través de los siguientes links se pueden donar sumas fijas de pesos 250, pesos 500 o pesos 1100). También hay otras alternativas para colaborar con el equipo en su cuenta de Instagram: @waterpoloarg_jrs. Al mismo tiempo, dos jugadores santafecinos resolvieron poner manos a la obra para acelerar la recaudación: todas las tardes, entre los arduos entrenamientos que les exige la disciplina, sin descuidar sus estudios universitarios, venden alfajores para costear sus viaje.
Los próximos días serán decisivos para definir la participación del seleccionado sub-20 argentino en el mundial. Los deportistas tendrán que analizar, en base a lo recaudado, si están en condiciones de sacar el pasaje para poder concretar su mayor anhelo: levantar con orgullo la bandera argentina en el viejo continente.
TIENEN QUE RECAUDAR 3000 DÓLARES POR JUGADOR
“Nosotros estamos tratando de cumplir nuestro sueño de representar a la Argentina y nos da tristeza perder esa posibilidad solo por un tema económico”, manifiesta el deportista santafesino Mateo Freyre (19) a LA NACION y asegura que si no logra juntar la suma estipulada no podrá viajar.
El joven, integrante de la selección y estudiante de trabajo social, aún recuerda el día en que el equipo se enteró del cambio de sede. “Fue un bajón anímico, pasamos de ser locales a visitantes y sabíamos que íbamos a tener que hacer un doble esfuerzo. Además del físico para entrenarnos, tendríamos que movernos para juntar el dinero”, dice Mateo y explica que deberían recaudar alrededor de 3000 dólares por jugador para afrontar el viaje.
La decisión de la Federación Internacional de Natación (FINA) de trasladar el desarrollo del mundial a Europa representa un “costo económico que no estaba previsto” y amenaza la posibilidad de concretar la participación de algunos jugadores en la competencia.
“Consultamos a la Federación, a la Secretaría de Deportes, a todos lados y no había presupuesto”, explica Gabriel Martino, entrenador del equipo lamentando que, para la mayoría de los jugadores, éste puede ser su último mundial en esta categoría.
Martino considera que “la situación es complicada por los tiempos que estamos viviendo” y si bien entiende que “para muchos puede no ser importante”, señala un punto que para él no es desdeñable: “Los jugadores van a representar a la Argentina”.
“LOS PRINCIPALES SPONSORS QUE TENEMOS SON NUESTROS PADRES”
“Es un honor y un privilegio para nosotros poder participar con la selección en un mundial. No encuentro razones para no ir y tengo muchísimos motivos que me impulsan a hacerlo”, explica Nicolás Fernández (18) a LA NACION, uno de los trece jugadores del equipo, que incursionó en el deporte a los 8 casi “de casualidad”, por invitación de un entrenador mientras él observaba las prácticas en el club Regatas de Santa Fe.
“Nosotros sabemos que no hay fondos para nosotros y que los principales sponsors que tenemos son nuestros padres, que están dispuestos a hacer el esfuerzo”, cuenta el capitán del equipo, Alex Lorenth (19), estudiante de ingeniería, y explica que los jugadores se propusieron recaudar fondos para “disminuir al máximo posible ese costo”.
Para lograr este propósito, los deportistas, además de habilitar una cuenta en Mercado Pago para que los interesados en colaborar puedan realizar su donación, venden alfajores en la ciudad de Santa Fe. “Los vendemos a 400 pesos la docena”, cuenta Mateo, aunque reconoce que lo recaudado aún no es suficiente. “Habremos juntado el diez por ciento de lo que necesitamos”, dice.
Si el viaje se financiase exclusivamente con la venta de alfajores, teniendo en cuenta que el dólar en el mercado paralelo cotiza a $183, “los yacarecitos” deberían vender 1372 docenas para cubrir los 3000 dólares que necesita cada deportista.
“En el caso de que no lleguemos a recaudar los fondos necesarios, estaría muy condicionado a viajar”, resalta Nicolás y agrega que sus padres “podrían hacer un esfuerzo, sacando algún crédito o vendiendo algunas cosas”, pero que necesita de la recaudación para afrontar al menos el cincuenta por ciento del viaje.
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