El funcional cuarto está pensado para adaptarse a los distintos horarios de estos varones. Y para darles una cuota de privacidad a pesar de la proximidad.
Cuando se encaró la remodelación general, se decidió ampliar el cuarto, lo que hizo posible crear dos ambientes en uno.
Mediante un panel con varillas de petiribí se logró la división entre el sector de Vicente y el de Camilo, manteniendo el contacto visual y el paso de luz que llega desde el ventanal que da al frente.
“El uso y la funcionalidad fueron el eje de la propuesta; ver qué elementos necesitaba cada uno para estar cómodo, hacer sus tareas o jugar”, nos cuenta Malena Taboada, de
El sector de Camilo
“Como todavía es chiquito, se decidió que Camilo tuviera la cama junto a la puerta, más cerca del cuarto de sus papás”.
"Camilo vuelve antes del colegio y, lógicamente, pasa más tiempo acá. Por eso hicimos en su sección un diseño lúdico que, si bien es infantil, puede reinventarse en los próximos años”.
En ambos sectores, prosigue Malena, "el gris domina: está en diferentes tonos en muebles y objetos. Hoy está combinado con amarillo, pero si más adelante quieren hacerlo con otro color, también va a funcionar: es muy versátil".
El espacio de Vicente
Al igual que en el sector de Camilo, el de Vicente tiene una cama con funda de edredón en tusor, almohadón rayado blanco y negro, y mesa de luz (todo de Melazza) con auto de colección y todo. Además, en el piso se sumó un corderito de oveja.
Ideas
- En un comienzo, para la división consideraron un panel de vidrio repartido. Finalmente, se inclinaron por la de varillas para evitar el “efecto pecera” que hubiera causado el aislamiento acústico.
- La ventana no tiene persianas: optaron por cortinas roller por ser prácticas y resistentes (a la tentación de colgarse).
- Antes de adjudicar sectores, evaluaron a qué hora se levantan, cuándo vuelven del colegio, qué actividades realizan.
- La ropa de cama combina el color gris con el amarillo, que lo levanta e ilumina.
Texto: Daniela Rossi.
Producción: Clara Llorente.