Belleza peligrosa: abusó del relleno facial y le estalló el labio superior
Adaptarse al canon de belleza imperante puede ser peligroso. Gemma Palmer es una británica de 35 años que se aplicó una doble dosis de lip flllers -rellenos labiales- para amplificar el tamaño de su boca y terminó sufriendo un infierno interminable: su labio superior se inflamó de un solo lado y, literalmente, le estalló unas cinco veces.
La mujer se había aplicado por primera vez este relleno en agosto de 2017, y todo había salido bien. Pero, como se dice que el efecto de este producto inyectable -en general se trata de colágeno o ácido hialurónico- dura tan solo seis meses, ella regresó por más en octubre de 2018. Y allí comenzó lo que sería su calvario labial.
Palmer concurrió a un centro de estética en su localidad, llamada Litherhald. Pagó unas 180 libras -alrededor de 230 dólares- para que le inyectaran un mililitro de relleno, que es el doble de lo que se considera una dosis habitual. Pero la cosa comenzó a andar mal cuando el líquido no se esparció de manera uniforme por el labio superior, sino que, a la semana de la inyección, se había agolpado todo en el lado derecho.
Además de hinchado y ladeado, el labio ardía y le producía a Palmer un dolor intenso.
Todo parecía haberse calmado en la boca de esta mujer, madre de un niño, cuando el relleno pareció disolverse. Por ocho meses estuvo sin dolor. Pero los problemas regresaron de tal manera que el labio superior le estalló unas cinco veces.
"Estaba en casa limpiando cuando sentí la sensación de ardor y latidos en el labio", contó Palmer al periódico británico The Sun. Después de un período de paz, el labio volvía a hincharse hasta duplicar su tamaño, siempre en el costado derecho.
Los estallidos
"Parecía que el labio estaba a punto de estallar, pero esperaba que estuviera bien por la mañana. Estaba equivocada. Me desperté y el labio se había inflamado tanto que apenas podía hablar -continuó el relato de la mujer-. Continuó la inflamación más y más grande durante los siguientes días hasta que finalmente se abrió. Fue asqueroso y extremadamente doloroso".
Además de su padecimiento extremo, el médico de cabecera de Palmer, cuando ella le fue a contar lo que le sucedía, confundió la explosión con un herpes labial. La mandó de vuelta a la casa con antivirales. Las siguientes semanas, el labio volvió a estar bien, pero más tarde volvía el ciclo: dolor, ardor, hinchazón y, finalmente, estallido.
Ese proceso infernal ocurrió en total unas cinco veces en la boca de Palmer. "El dolor se vuelve más extremo cada vez y la última fue definitivamente la peor", señaló la mujer.
"Tenía la boca llena de ampollas por la hinchazón y mi boca se llenaba de sangre. El sufrimiento era constante. No podía comer, me dolía todo el tiempo", agregó Palmer. En su desesperación, la mujer consultó a especialistas en medicina estética y le dijeron que su teoría era que parte del lip filler pudo haber quedado "atrapado" dentro de la cara, aún dos años después de haber sido implantado.
Ahora, Palmer está esperando que le realicen un tratamiento especializado y específico para que le retiren lo que quede del producto de su organismo y mientras tanto advierte a otras mujeres de que este tipo de intervenciones para rellenar los labios pueden conllevar algunos peligros.
Palmer no duda en definir al total de su experiencia como "horrible". "Me asusté y preocupé mucho cuando mi labio explotó. Podría haber quedado desfigurada de por vida. Me avergonzaba además salir a la calle y contarle a la gente lo que había pasado. Fue un sufrimiento físico y mental. Perdí seis semanas en total de mi trabajo por todos los problemas que me trajo este relleno de labios", concluyó la mujer.
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