B.B. King da la nota
El Rey del blues toca el miércoles y el jueves, en el Gran Rex
"No creo que me dedique a la enseñanza del blues, pero estoy seguro de que me retiraré cinco o diez años después de mi muerte." Palabras del incansable B. B. King, que sigue firme en la ruta. El acusa 73 años y por ahí hay quien dice que se le perdieron algunos por el camino. Nada de esto importa, sólo cuentan el blues, su guitarra -Lucille- y su eterna sonrisa.
Con Blues on the bayou todavía humeante, el Rey del blues sale de gira y Buenos Aires hace tiempo que es una parada fija en sus tours. El miércoles y el jueves, con Pappo como telonero, vuelve a tocar en el Gran Rex. Grabado en la ciudad de Louisiana, el nuevo CD muestra a un B. B. King en estado puro, de vuelta a su clásico estilo, luego de haber editado el álbum de duetos Deuces wild .
Por primera vez, el hombre del Mississippi decidió tomar las riendas de la producción del CD. "Tenía algunas ideas y todos los que me rodeaban me permitieron llevarlas a cabo -comenta el padre de Lucille. Nunca pensé que me convertiría en productor, no era mi intención. Sólo tomé algunas canciones y lo hice." Secundado por su octeto, James Bolden (trompeta y dirección musical), Calep Emphrey Jr. (batería), Michael Doster (bajo), Leon Warren (guitarra), Melvin Jackson (saxo), James Toney (teclado), Stanley Abernathy (trompeta) y Tony Coleman (percusión), B. B. promete hacer feliz a su público. "Es lo que siempre intento lograr -remarca-. "Tocaré algunos temas de Blues on the bayou, pero mezclados con mis clásicos, esos que siempre la gente me pide."
-En la actualidad, los músicos se toman bastante tiempo para grabar sus álbumes. ¿Cómo se las ingenió para registrar Blues on the bayou en sólo cuatro días?
-Contaba con algunas ventajas. En primer lugar, la banda con la que toco es la misma desde hace 12 años. A esta altura entramos en un estudio directamente para grabar.
-Grabar en Louisiana, cerca de sus míticos pantanos, ¿provocó en usted alguna suerte de inspiración?
- Sí, así fue; porque era un gran estudio en las afueras de la ciudad, alejado de todo el mundo, en el que podíamos trabajar realmente muy bien y comer allí afuera, con mucha privacidad. De hecho es un lugar muy inspirador.
-Los detractores del blues suelen acusar al género de triste. ¿Algún día podrá desterrarse ese estigma?
-Como sucede con cualquier otro tipo de música, el blues tiene algunas canciones tristes y otras que no lo son. Sobre todo en el country blues, algunas canciones fueron pensadas para ser tristes y aún hoy siguen teniendo esta connotación. Pero otras fueron concebidas para que transmitan diversos sentimientos y los detractores del género suelen ignorarlas. Nosotros no nos planteamos esta discusión, simplemente cantamos la canción A para la alegría y luego la canción B para la tristeza, sin ningún problema.
-¿Cuál es su respuesta a aquellos que lo critican por registrar canciones a dúo con músicos de otros géneros, como el rock y el folk?
-Si quiere, la gente siempre encuentra algo para criticar. Pienso en el nombre de Jesucristo. El fue el más grande de los hombres y la gente lo criticó; claro que yo no soy nada en comparación con El. Como en cualquier trabajo, en el mundo de la música hay muchas críticas.
-¿Recuerda quién lo coronó como The king of blues ( Rey del blues ), un crítico quizá?
-La verdad, no lo sé. Nunca me llamé a mí mismo de esa manera. En mis comienzos me dijeron Beale Street Blues Boy, luego Blues Boy King y, finalmente, B. B. King, pero no sé quién comenzó a llamarme The king of blues . Quizá sea un juego de palabras, aprovechando que King es mi apellido verdadero.
-Para llegar a ser el Rey del blues debió transitar un extenso camino. En él, pocos lo marcaron a fuego como Bukka White, su primo. ¿Todavía escucha aquellos country blues?
-Por supuesto que lo hago. Bukka White es uno de mis preferidos. Lo escucho a él como también a muchos de los músicos que me antecedieron. Es una manera de seguir en contacto con las raíces del blues.
-¿Por qué cree que el blues atrae a tanta gente en la Argentina y Brasil, lejos de la cultura que vio nacer al género?
-A la gente le gusta mucho el blues, no sólo en Brasil o en la Argentina. En todo el mundo hay muchos jóvenes que tocan blues y lo apoyan. Nosotros, agradecidos, porque nos da la posibilidad de seguir dando vueltas por el mundo y de mostrar lo que realmente amamos.
-Es difícil encontrar un blusero de ley que no sea supersticioso, que no cargue con un mojo . ¿Tiene algún amuleto que lo acompañe en las giras?
-Sí, a Dios en mi corazón. Es el único amuleto que necesito.
B. B. King. El miércoles y el jueves, a las 20, en el teatro Gran Rex, Corrientes 857. Invitado, Pappo. De $ 20 a $ 50, por el 323-7200.