Así se verían los dinosaurios si no se hubieran extinguido, según los científicos
Ojos grandes y habilidades comunicativas desarrolladas son algunas de las características que tendrían si no hubieran desaparecido
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Pasaron setenta y cinco millones de años desde que se extinguió el último dinosaurio, de acuerdo con National Geographic, y aun así hablar de esta especie no pasó de moda. Gracias a los museos, los libros, las producciones cinematográficas y los juguetes, estos animales despiertan curiosidad entre gente del común y la comunidad científica, además que ocupan importantes espacios dentro la cultura popular y se roban toda la atención de los aficionados que, ahora más que nunca, se preguntan: ¿cómo se verían los dinosaurios si no se hubiesen extinguido?
De gran tamaño, características taxonómicas excéntricas, algunos con escamas, filosos dientes, imponentes alas y alargadas colas, la imagen de referencia que tenemos de los dinosaurios no se aleja mucho de la retratada en populares películas como Jurassic Park, sin embargo, algunos científicos han querido ir mucho más allá al tratar de predecir cómo sería la apariencia física de esta especie en la época actual.
Dale Russell, geólogo y paleontólogo estadounidense-canadiense, por ejemplo, es uno de los expertos a los que se les debe gran parte del conocimiento que se tiene de estos reptiles hoy en día. El Dinosauroide, en especial, es una de las hipótesis evolutivas más relevantes, populares y controvertidas de los últimos tiempos. ¿Qué es? ¿De qué trata? A continuación, se lo contamos.
Dinosauroide, el dinosaurio del futuro
¿Qué hubiese pasado si ningún meteorito -o furia volcánica- hubiese caído en la Tierra y acabado con todos los dinosaurios? Esa es la pregunta que, por mucho tiempo, trató de responder el paleontólogo Dale Rusell, junto con todo un equipo de expertos. La respuesta fue nada más y nada menos que el Dinosauroide, una nomenclatura científica que hace referencia a la especie de dinosaurio antropomórfico e inteligente que, según Rusell, podría haber poblado el planeta en el caso de que los dinosaurios no se hubiesen extinguido.
De acuerdo con el medio especializado Red Historia: “El Dinosauroide sería el equivalente reptiliano del Homo sapiens, un ser bípedo desarrollado intelectualmente, capaz de crear herramientas para manipular su entorno y con un sistema comunicativo muy desarrollado”.
El descubrimiento fue detallado en el artículo Reconstrucción del pequeño terópodo del Cretácico Stenonychosaurus inequalis y un hipotético dinosaurioide, publicado en 1982 en Syllogeus, la revista del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Ottawa, Canadá. En esta investigación, Rusell conjeturó una teoría evolutiva en la que Troodon, especie de dinosaurio terópodo troodóntido, que vivió a finales del periodo Cretácico superior, hace aproximadamente entre 75 a 70 millones de años, funge como protagonista.
“La idea partía de que Troodon poseía un cerebro muy grande en comparación con su tamaño corporal, lo que le habría permitido evolucionar, hipotéticamente, a una especie de dinosaurio antropomórfico, un reptiloide. A este posible descendiente le llamaron dinosauroide”, detalló el portal especializado Mundo Prehistórico.
Rusell llegó a esta teoría porque cuando examinó el cráneo del Troodon cayó en cuenta de que, aunque poseía un coeficiente intelectual más bajo que el de los seres humanos, era seis veces más alto que el de otros dinosaurios; por lo que, de haber continuado con esa tendencia evolutiva, su caja cerebral podría haber llegado a medir 1.100 centímetros cúbicos, un tamaño comparable al de un ser humano.
¿Cómo lucirían los Dinosauroides?
El incremento en el tamaño del cerebro de los dinosaurios hubiese traído consigo no solo el desarrollo de una postura erecta, sino también el acortamiento del cuello para soportar mejor el peso. “Al erguirse, ya no necesitaría la cola para equilibrarse y la perdería, como nos ocurrió a determinados primates. Para soportar la nueva posición, el tobillo bajaría y el pie se volvería más largo y plano”, según la revista de arte, cultura y pensamiento Cualia.
Los ojos grandes y tres dedos en cada mano son otras de las características físicas que, al igual que sus antecesores, podrían haber heredado los ejemplares de esta nueva especie, producto de la controvertida teoría evolutiva de Rusell. Al igual que los troodóntidos, que tenían dedos semi manipuladores, capaces de agarrar y transportar objetos hasta cierto punto, y visión binocular, los Dinosauroides hubiesen mejorado su capacidad de visión estereoscópica.
Sus habilidades cognitivas tampoco se hubiesen quedado atrás: fabricación de herramientas y estructuración de lenguaje son las, para nada despreciables, competencias con las que los dinosaurios del futuro, quizás, habrían maravillado a más de un aficionado. Dada la estrecha relación del Troodon con dinosaurios emplumados como el velociraptor y sus parientes, hubiera sido probable que el dinosauroide presentara plumaje. Eso sí, algo diferente al de las aves actuales, y más cercano al que se conoce, por ejemplo, de fósiles de beipiaosaurus, un pariente de los raptores.
“Como con la mayoría de los reptiles modernos, Rusell concibió que sus órganos genitales serían internos (...) No habría poseído glándulas mamarias, y habría alimentado a sus jóvenes como lo hacen las aves, regurgitado el alimento”, de acuerdo con Mundo Prehistórico.
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