Así fue como dos amigos planearon la detención de un ladrón que drogaba a sus víctimas para robarles
El agresor contactó a las víctimas a través de una aplicación de citas; fue detenido, pero a las pocas horas salió en libertad. Y sigue activo en las redes
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Pedro, de 28 años, tiene una vida laboral estable, no está comprometido y está en busca del amor y de una que otra aventura, como él lo cuenta. En esa línea, el jueves 17 de marzo Pedro decidió encontrase con Javier, de 30 años, con quien se había contactado tres días antes en una aplicación para citas.
“Él llegó a mi apartamento ubicado en el sector de Chapinero, en Bogotá, le ofrecí una cerveza y fui al baño. Cuando regresé tomé varios tragos de mi cerveza y empecé a sentirme mal”, le dijo Pedro a EL TIEMPO, quien afirmó que se despertó sobre el mediodía del viernes por las llamadas insistentes de sus compañeros de trabajo.
”Me preguntaban ‘¿por qué no había ido a la sede de trabajo, que si me encontraba bien?’, y yo la verdad estaba mareado y confundido”, señaló en entrevista. Pedro se levantó de su cama y lo primero que fue a buscar fue su computador personal, “y tal como lo presentí, no estaba. Empecé a revisar mi habitación y era obvio, Javier se había llevado otras cosas, artículos personales y mi billetera con los papeles”, puntualizó.
En ese proceso, encontró unas pastillas “con las que estoy seguro que me drogó, por eso estaba tan mareado y embotado. Las dejó, seguro las olvidó”, señaló Pedro.
Pero a Pedro se le hizo raro que Javier no se hubiera llevado su celular, tal vez por “lo que estaba bloqueado con la huella o porque no le pareció costoso”, y así él se pudo comunicar con los bancos y en especial con el que tenía activa su tarjeta de crédito, y reportó el hurto de la misma para que la bloquearan.
Paralelo a ello, denunció el robo en la página web de la Fiscalía General y de la Policía Nacional. En la tarde ya tenía más claridad y su compañero de apartamento le había preparado un caldo que le ayudó a recuperarse.
El sábado 20 de marzo, en horas de la mañana, recibió una notificación a su celular: habían comprado ropa por $ 1.400.000 (casi 400 dólares estadounidenses) con la tarjeta de crédito que había bloqueado el día anterior. Ofuscado llamó al banco y tras cruces de llamadas, excusas y otro tipo de situaciones, la entidad reconoció el error y se comprometió a devolverle el dinero.
El plan para capturar al ladrón
A través de sus redes sociales, Pedro contó que había sido víctima de un robo y compartió la información de quien sería su victimario. “Mi idea era advertir a otras personas sobre el peligro, dar a conocer a este delincuente para que no cayeran como caí yo. Quería que supieran de este hombre y cómo lo había conocido para estar alertas”, aseguró.
Ya el domingo, con la mente despejada, Pedro ingresó a la aplicación de citas y se dio cuenta de que Javier estaba activo y que se encontraba a un kilómetro del lugar, pues la aplicación tiene una opción de rastreo.
”En ese momento se me ocurrió una idea y llamé a un muy buen amigo que vive por el sector y que sabía lo que me había pasado. Le dije: ‘¿Por qué no lo contactas?, está cerca, lo invitas a tu apartamento y si accede yo llego con la Policía”.
De acuerdo con Pedro, su amigo no lo pensó mucho y aceptó. Lo contactó y empezó a coquetearle, en eso estuvieron como una hora y al final lo invitó al apartamento. Javier, le dijo su amigo, al parecer dudó porque se demoró cerca de 20 minutos en responder. Pasado ese tiempo aceptó y coordinaron la reunión.
Con la respuesta positiva, Pedro y su amigo ultimaron los detalles. “El amigo le mostró una foto al celador del edificio, mi foto, y le dijo que yo iba a llegar con la Policía, que me dejara pasar sin avisar y me dejó una llave con él”, relató Pedro.
“Él fue el que me robó y drogó”
Con las instrucciones claras, Pedro corrió al CAI (Comando de Atención Inmediata) de la calle 60 con carrera novena, más conocido como el Parque de los Hippies. Allí narró paso a paso la situación al personal, que más preocupados por la seguridad de los jóvenes, accedieron a acompañar a Pedro al apartamento de su amigo.
”Como lo planeamos subimos sin avisar, abrí la puerta y estaban en la sala. Yo reconocí de inmediato a Javier y grité señalándolo: ‘Es él, él fue el que me robó y drogó’ “, narró emocionado Pedro, como reviviendo el momento.
Hoy reconoce que en ese momento estaba más angustiado por la seguridad de su amigo, “lo podría haber matado, uno piensa tantas cosas, mi amigo arriesgó la vida por mí y nunca tendré como agradecerlo”, puntualizó Pedro.
En su relato señaló que como era de esperarse, Javier negó conocerlo y lo desmintió, aunque en un momento le dijo en voz baja que él no lo había robado, sino que se había ido del apartamento porque Pedro se había quedado dormido. La Policía requisó a Javier a quien de acuerdo con Pedro, le encontraron una cédula falsa y un celular que aparecía reportado como hurtado por lo que se trasladaron al CAI.
Pedro se fue esa noche con el sentimiento de misión cumplida, pero su sorpresa fue grande este lunes cuando notó que Javier estaba libre y activo en sus redes sociales. ”No entiendo por qué lo dejaron libre, ni 24 horas estuvo detenido. Por eso lo denuncié abiertamente en mis redes sociales”, señaló Pedro, quien reiteró su llamado a tener cuidado a quienes les brinda confianza en redes y aplicaciones.
*Los nombres fueron cambiados por protección de la identidad de las víctimas.
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