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Su nombre formal es The Royal Yatch Britannia, precioso yate de estilo neoclásico que en sus viajes alrededor del mundo navegó más de un millón de millas náuticas. Durante cuatro largas décadas tocó los puertos de 135 países, fue el hogar de toda la familia real y la residencia perfecta para visitas de jefes de estado, banquetes y recepciones oficiales, además de lunas de miel y vacaciones de la realeza. Los que siguen The Crown lo pueden observar en su esplendor durante la segunda temporada de la serie, que muestra la gira del Duque de Edimburgo a bordo del Britannia.
El Britannia se construyó por encargo del rey Jorge VI –padre de la reina Isabel II– quien, dos días después, falleció. La reina se encargó de supervisar la obra, hasta que el 16 de abril de 1953 fue botado desde el astillero John Brown & Company, en Clydebank.
Los pocos afortunados que, invitados especialmente, se embarcaron en el yate de la reina, pudieron experimentar esa "discreta excelencia" que le dio fama al Britannia. Monarcas, presidentes, primeros ministros… todos se lucieron en sus decks. En este barco se rindieron honores, se nombraron caballeros, se sellaron acuerdos comerciales entre diferentes países, y se cerraron negocios que, entre 1991 y 1995, aseguraron al Reino Unido ingresos por encima de los tres mil millones de libras esterlinas.
Sin importar el evento que tenía lugar en el yate, la reina cumplía puntualmente con sus obligaciones en tanto que cabeza de estado. De éstos y otros datos muy interesantes se entera quien llega al Britannia como un turista más, para recorrerlo y apreciarlo en sus más íntimos detalles.
El sentido práctico es el rasgo fundamental de cada ámbito del yate real. Dan fe el estar y otras áreas comunes, además de las habitaciones de la reina y del príncipe consorte y la habitación que supieron ocupar el príncipe Carlos y Lady Di en su luna de miel, donde el confort está supeditado a la practicidad. Ya lo saben los expertos en náutica: en un sistema que se mueve sobre el agua todo lo superfluo sobra, y lo único que cuenta es el criterio racional que rige en cada uno de sus espacios.
Los días de la reina
Ya fuese durante una visita oficial o trasladándose de un destino a otro, la agenda de Su Majestad podía variar, y mucho. Pero cuando se daba el lujo de hacer vida "casera", la jornada de la reina podía ser más o menos así:
07.30 Su Majestad es despertada por su mucama personal y le es servida una taza de té con leche. La mucama prepara el baño de la reina a su correcta temperatura.
08.30 SM desayuna en el Sun Lounge.
09.15 Después del desayuno, la reina se retira a su sala de estar para empezar a trabajar con su secretario privado en los documentos oficiales que diariamente llegan al Britannia desde varios departamentos gubernamentales.
11.00 Momento de un coffee break y la oportunidad para SM de ver el gráfico en el Sun Lounge, que muestra la posición del yate y la distancia navegada durante la noche.
11.30 Regreso al trabajo sobre los papeles oficiales hasta la hora de comer.
13.00 La Reina y los miembros de la familia real se reúnen en el comedor para un buffet lunch.
14.30 La Reina usa la tarde para trabajar con su correspondencia privada.
17.00 Hora del té. Se toma en el Sun Lounge y a menudo consiste en un sándwich (de miga) de pepino y salmón ahumado, masas y tortas, servidas con el té en tazas de la más fina cerámica china.
18.00 SM se retira para encontrarse con su "vestidora" con el fin de discutir joyas y atuendo para la noche.
19.00 La Reina se viste, en su habitación, para cenar.
19.30 La familia real se reúne en la antesala para unos tragos con el almirante del yate y los miembros Senior de la casa real, antes de dirigirse hacia el State Dining Room.
20.00 La cena es servida. Para las ocasiones familiares, es usada la cerámica china blanca y dorada. La verde y blanca, decorada con el sello real, es para el postre.
21.30 La familia real se retira al Drawing Room para el café, licores y chocolates con menta. El resto de la noche puede ser usado para jugar a las cartas, armar rompecabezas o sólo para conversar.
23.00 La reina se retira a su habitación.
Cifras, fechas y datos útiles
El Britannia tiene 126 metros de eslora, 17 metros de manga y un calado de 4,6 metros. Con una potencia de 12.000 CV, podía navegar a una velocidad de 21 nudos (29 km/hora) y tenía una autonomía de 4.400 kilómetros. Se desplazaba por turbina de vapor sin reducción con dos hélices. Como cualquier barco de la marina real, lo comandaba un comodoro, o almirante, con el apoyo de una tripulación de 217 personas, entre oficiales y marineros, número que podía variar, según las circunstancias.
El Britannia fu asignado el 11 de enero de 1954 y el 11 de diciembre de 1997 se detuvo para no volver a navegar nunca más. La reina Isabel II asistió al acto de retiro de servicio del yate real en Portsmouth, junto con otras personalidades.
Amarrado en el puerto de Leith, Edimburgo, hoy el Britannia es un museo flotante y una de las principales atracciones turísticas de Escocia. En el tour se recorren los salones oficiales, el camarote de la reina y del príncipe de Edimburgo, el magnífico comedor, el estar y la impecable sala de máquinas. Cuenta con un salón de té abierto al público y, dada la alta demanda, conviene reservar antes de iniciar el recorrido que demanda, fácil, un par de horas.
Todos los días de 9.30 a 16.30. La entrada, £16.00. Niños de 5 a 17, £8.50 y menores de 5, gratis.
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