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Los finlandeses tienen sobrados argumentos para reclamar a la Unesco que incluya en la lista de bienes considerados Patrimonio de la Humanidad a las obras del gran arquitecto y diseñador Alvar Aalto.
Meses atrás, a pedido del Ministerio de Educación y Cultura, la Agencia de Patrimonio de Finlandia junto con la Fundación Alvar Aalto seleccionó trece edificios que ilustran la visión humanista de este maestro del siglo XX, considerado el arquitecto de las mayorías. Catalogar su legado y protegerlo sería, además, una forma de reafirmar los valores que cultivó a lo largo de su vida. Artista por definición, enamorado de su país, defensor de la igualdad y el respeto por la identidad como punto de partida para lo nuevo, Aalto proyectaba pensando en las personas comunes, en sus problemas, necesidades e intereses, de ahí que sus viviendas y edificios fueran fáciles de usar, pese a ser de absoluta vanguardia. Por eso nunca envejecen. Al contrario: su actualidad es indiscutida, quizá hoy más que nunca.
Conectadas al paisaje y su cultura de manera simple y funcional, revelan no solo la humildad del autor sino la dimensión de su pensamiento. Al decir del portugués Álvaro Siza, colega y admirador, ésa fue su mayor contribución: “oponerse a la idea de que la arquitectura es solo para la gente rica o que está tan especializada que no la puede entender todo el mundo”.
Quién era Aalto
Hugo Alvar Henrik Aalto nació en el pequeño pueblo de Kuortane, al oeste de Finlandia. Hijo de un topógrafo y una empleada de correos que murió cuando él tenía ocho años, después de graduarse en el Instituto de Tecnología de Helsinki en 1921 fundó su primer estudio en la ciudad de Jyväskylä. Al poco tiempo contrajo matrimonio con Aino Marsio, también arquitecta y con quien firmó cada obra que realizaron juntos hasta el fallecimiento de ella, en 1949, un gesto algo inédito para la época. Pero dicen sus biógrafos que ese don de gentes se extendía a todos los órdenes de su vida.
Los primeros edificios que levantó denotan la influencia del clasicismo nórdico que imponía el momento, hasta que a principios de la década de 1930, durante un viaje por Europa, en especial por Italia, se acercó al movimiento moderno para luego abrazarlo, muy a su estilo. Pero esa etapa funcionalista duró poco. A fin de la década de 1930 descubrió las formas orgánicas del paisaje que lo rodeaba y empezó a aplicar materiales naturales y económicos en sus trabajos, a usar el espacio con una libertad que rompía la rigidez del racionalismo, destaca un texto de la fundación que lleva su nombre.
Además de construir, escribió artículos donde plasmó sus conceptos y puntos de vista; también creó muebles y objetos consideradas piezas clásicas, de colección. Desde 1950 en adelante levantó notables edificios públicos y privados en otros países, aunque la selección incluye los que le heredó a su Finlandia natal, país que amaba.
En la lista figuran:
- Studio Aalto
- La Casa Alto
- Finlandia Hall
- Social Insurance Institution Main Office (caja de pensiones, o algo así)
- Casa de la Cultura
- Universidad de Jyväskylä
- Casa Muuratsalo
- Sanatorio Paimio (fantástico por donde se lo mire)
- Centro Cívico Seinäjoki
- Villa Mairea
- Säynätsalo Town Hall
- Iglesia Tres Cruces (hizo varias iglesias, curiosamente)
Entre otros espacios que comunican la belleza de su espíritu creador. “La lista todavía no está cerrada y no podemos incluir todos los sitios que consideramos importantes”, explicaba Tommi Lindh, director de la Fundación Aalto. “Sin embargo creemos que servirá para aumentar el interés por el arquitecto y el patrimonio de Finlandia”.
Una selección caprichosa de la propuesta:
Studio Aalto
A pocos metros de su casa en el barrio de Munkkiniemi, Helsinki, levantó un contenedor blanco con un frente curvo en doble altura, ventanales importantes y lleno de luz. Lo construyó en 1955 cuando se dio cuenta de que tenía muchos encargos y necesitaba más espacio para trabajar.
Aalto House
Hoy es el museo de la fundación que lleva su nombre, pero el terreno fue el primero que compró el matrimonio en la zona de Riihitie, Munkkiniemi, para diseñar su casa y oficina en 1934. Con claras referencias al funcionalismo en la ubicación de las ventanas, denota rasgos románticos como la fachada revestida con listones de madera oscura. El edificio tiene techo plano y terraza orientada al sur. Está protegida por la Ley de Protección de Edificios del país.
Finlandia Hall
Fue un encargo de la ciudad de Helsinki en 1961, dentro del plan maestro de Aalto para reestructurar un área de la bahía de Töölö (y que nunca se concretó). Esta sala de conciertos gigantesca desarrollada en un volumen horizontal que aloja auditorios y salas de conferencias es uno de sus edificios públicos más relevantes.
Villa Mairea
En un bosque de la localidad de Noormarkku, fue diseñada en 1937 para Harry y Maire Gullichsen, empresarios madereros. La vivienda es un icono de la arquitectura moderna y, quizá, su obra residencial más representativa porque se integra al paisaje, está construida con maderas nativas y es de una serena belleza por dentro. Son dos plantas con forma de L, y el espacio principal es un cuadrado perfecto dividido con muebles y tabiques móviles diseñados por Alvar y Aino Aalto, que junto con la propietaria crearon la marca de muebles Artek.
Muuratsalo Experimental House
Al tiempo de fallecida su primera esposa se casó con Elissa, también arquitecta. Esta casa de verano fue laboratorio de ideas para investigar nuevas técnicas constructivas, de hecho, las paredes son de diferentes tipos de ladrillos. Frente al lago Päijänne, la planta tiene forma de L y el corazón del patio interior es una gran chimenea.
Universidad de Jyväskylä
Después de ganar un concurso en la década de 1950 diseñó varios edificios dispersos en el campus de este centro educativo. Librería, comedor, natatorio, toda una sinfonía de madera, ladrillo y vidrio para esta pequeña ciudad universitaria en forma de U ubicada sobre una colina de pinos.
Sanatorio Paimio
Cuando dibujó la azotea pensó en un muro bajo para que los pacientes, cuando estuvieran recostados al sol, pudieran ver el paisaje. En 1929 ganó el concurso para construir un centro para enfermos de tuberculosis en el que trabajó con su primera mujer. Son varios bloques asimétricos unidos por un amplio jardín. Por dentro está pintado en colores vibrantes y transparencias para animar a los enfermos: escaleras amarillas, barandas en naranja, verdes los cuartos. Hizo también los muebles. El edificio fue clave para la carrera internacional del matrimonio.
Residencias Sunila Pulp Mill
Es uno de sus mayores proyectos urbanísticos creados una empresa de celulosa. La diseñó en 1936 separando la fábrica de las viviendas para los empleados, creando el primer pueblo-bosque de Finlandia. Como lo hizo en etapas, lo terminó en 1954.
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