Arde el after ski: qué hacer después de salir de la nieve
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Son las cinco de la tarde en el Cerro Catedral y solo los esquiadores más audaces se atreven a seguir deslizándose por las pistas del centro de esquí más grande de Sudamérica. El sol baja, el frío acecha y dan más ganas de refugiarse en bar de la base en busca del preciado chocolate caliente que intentar las últimas subidas en las aerosillas congeladas. Quienes esquiamos de toda la vida lo sabemos, lo comentamos, lo debatimos: ¿Es más lindo el esquí en sí, el vértigo de las tablas, la imponencia de los paisajes, el desafío de atravesar una pista más empinada, o es tantísimo mejor la sensación de llegar con las piernas cansadas al refugio, quitarnos los guantes y el gorro, aflojarnos las botas y disfrutar de una cerveza con amigos frente al hogar?
Las dos cosas. Esta tarde, Bariloche ofrece diversión para todos los gustos. Nosotros, que ya pasamos los treinta y cinco, perseguimos la elegancia y el buen vivir y enfilamos para el té más famoso de la Patagonia. Allí, en el resort Llao Llao, no hace falta estar alojado para disfrutar de una exquisita mesa de pattiserie y chocolatería con vistas de ensueño. El té del Llao cuesta 1900 pesos para dos personas y se sirve en un winter garden que parece salido de La novicia rebelde, con blends de Inés Bertón y una variada selección de modo buffet de tortas, tarteletas de frutos rojos, scones, muffins, brioches, brownies y mini sándwiches de salmón ahumado o jamón crudo y pan de nueces.
Esta actividad post esquí nos sumerge en el lujo absoluto y nos invita a continuar en una pileta climatizada al aire libre con las montañas nevadas de fondo y un jacuzzi que nos masajea nuestras exigidas piernas. ¿Hay algo mejor que bañarse en agua caliente luego de haber estado todo el día esquiando?
Experiencia gourmet
Los lunch stop en medio de la jornada de tablas se dan históricamente en paradores que sirven el típico goulash, alguna pasta y muchas hamburguesas con papas fritas. Pero en Cerro Bayo la experiencia de esquí está inmersa en el universo boutique, y bajo ese concepto se fueron creando espacios y ciclos pensando en los esquiadores sibaritas. La novedad este año es la incorporación de Pedro Barguero –chef ejecutivo de Chila Restaurante Relais & Châteaux, que en 2018 obtuvo el puesto 19 entre los 50 Mejores Restaurantes de América Latina– al frente del refugio Amex Snow House. Este cambio trae novedades a los almuerzos de nieve, que reemplazarán las minutas por grandes experiencias culinarias.
Por otro lado, y también bajo el ala de Barguero, esta temporada tendrá lugar una nueva edición del ciclo Sabores de Montaña, que tradicionalmente reúne a los mejores chefs nacionales, regionales y locales para deleitar a los paladares más exigentes.
El ciclo abarca cuatro días –este año tendrá lugar entre el 26 y 30 de julio- en donde los esquiadores podrán acceder a cenas en restaurantes emblemáticos de Villa La Angostura con menús especialmente armados, curados y cocinados por varias celebridades de los fuegos. Hace un par de años, este cronista estuvo en la celebración del programa en Tinto Bistró, donde Martín Zorreguieta prestó su espacio para que Dolly Irigoyen nos cocinara un auténtico menú patagónico en un marco de amigos y amantes del buen vivir al que todo lector atento puede acceder con previa reserva.
Este año se hará una edición especial de chefs sub 35 con productos emblemáticos de la región, con el reconocido Alex Atala –creador de D.O.M., el restaurante paulista que cuenta con dos estrellas Michelin – como chef invitado.
Ciclos para agendar
Torino es el bar clásico de la base del Cerro Chapelco, donde todos los días se organizan after ski con DJ como Ale Lacroix y Leandro Fresco en las bandejas.
También existe un bar con el mismo nombre en el centro de San Martín de Los Andes, donde los miércoles se celebra la fiesta Chapelco Love, que arrancan a las siete de la tarde y finaliza a la una de la madrugada. Esta fiesta puede venir acompañada de una comida entre amigos (las pizzas a la parrilla son el must del lugar) o simplemente funcionar como un stop cervecero cargado de hits para bailar con el equipo de nieve puesto, o como uno tenga ganas. Lo bueno de estas fiestas es que terminan temprano, como para no dormirse a cualquier hora y poder esquiar en buen estado al día siguiente. El 20 de julio se celebrará un especial por el día del amigo y el 19 de agosto será la fiesta Chapelco Love XXL, donde básicamente tiran la casa por la ventana para celebrar el fin de semana largo.
En Bariloche también hay fiesta, aunque nada tiene que ver con lo que pueda haber sucedido en nuestro viaje de egresados. A los clásicos Mute y Samsara, donde la música mainstream del sunset post esquí da lugar a noches largas de DJ especializados en funk y disco como Nat Kat, se suma una apuesta más cool y relajada. Volviendo de esquiar, y ya fuera del Cerro, el bar de Patagonia se convirtió en otro clásico de Bariloche. Ubicado en el km 24.7 de Circuito Chico, este gran espacio que acaba de cumplir tres años se destaca por las infinitas variedades de cerveza artesanal (exactamente una barra de 12 canillas) en un marco de arquitectura maravillosa. Además de comer y beber, allí se celebran ciclos de DJ que llegan de Buenos Aires e invitan a bailar hasta que nuestras cansadas piernas de esquiador aguanten.
El 24 de julio tendrá lugar la fiesta que brinda por la cerveza 24.7, mientras que el 1° de agosto llega la celebración mundial para los amantes del lúpulo: el famoso Ipa Day. Para los fanáticos extremos de la cerveza, existen actividades como el tour cervecero con maridaje, que propone sumergirnos en la trastienda de esta bebida en un recorrido de dos horas que incluye platos típicos para combinar con la bebida dorada, y las catas guiadas, donde se degustan cuatro variedades de cerveza con el objetivo de aprender sus ramas básicas. Además, los miércoles y sábados a las 20.30 tocan bandas en vivo y en la base del cerro habrá un beer truck con wi fi gratuito y combos promocionales de birra y finger food.
Ski nocturno y shopping
El valle de Las Leñas es el único resort de Sudamérica que cuenta con esquí nocturno, una actividad que todos los esquiadores avezados deberían experimentar en su paso por el Mendoza. Se puede realizar los días martes, jueves y sábados en la pista Eros 1, con los medios de elevación habilitados hasta las 19. En el Valle sigue reinando el espíritu apart hotel, por lo que las salidas están marcadas por reuniones entre amigos en departamentos más que escapadas a restaurantes gourmet. Sin embargo, la noche sigue formando parte del paisaje del centro de esquí mendocino, con el tradicional "Bar Casino" del hotel Piscis como protagonista y el after ski Brasero con ciclos de DJ y música para bailar toda la noche.
Otro espacio de características similares, aunque del lado chileno de la cordillera, es Valle Nevado, que geográficamente resulta muy parecido a Las Leñas. Pero más allá de las pistas y sus maravillas naturales, este destino tiene una particularidad muy atractiva para antes o después de los días de esquí: Santiago de Chile, con sus espectaculares paseos de compras al mejor estilo Miami, se encuentra a solo una hora en auto de los resorts de nieve y es la excusa perfecta para pasar dos días comprando en una escala de shopping furioso.
El NH Hotel Collection, recientemente inaugurado dentro el mall Casacostanera, ofrece programas de compras y esquí en sintonía con Valle Nevado, incluyendo traslados al cerro y almacenamiento de nuestras compras mientras esquiamos, por el tiempo que estemos alojados en alguno de los hoteles de la montaña.
Las ofertas son variadas y dependen mucho del destino que elijamos, pero lo cierto es que nuestro ski week ya no tiene que morir en el tiempo que pasamos entre las pistas, pues ahí afuera hay un mundo de entretenimiento que vale la pena probar.