Aquarunning: la novedosa práctica que propone correr bajo el agua y tiene múltiples beneficios
Se trata de una actividad que tiene muy bajo impacto, por lo que es recomendable para personas con lesiones crónicas o sobrepeso; te contamos cómo son las clases y cuáles son sus ventajas
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Actividad aeróbica por excelencia, el running se volvió furor en los últimos años y su éxito se potenció durante la pandemia. Sin embargo, el impacto no es apto para todas las personas. Llevado a cabo en el agua, éste se atenúa y se suman otros beneficios, gracias a la resistencia que el agua aporta.
De alta intensidad, con bajo impacto, Aquarunning desarrolla una técnica de correr que se adapta al agua. Elegida, ante todo, por atletas que necesitan rehabilitación, la disciplina requiere de altas dosis de concentración y puede ser practicada por todos. “Debido a las propiedades que tiene el agua, el peso del cuerpo se aligera, permitiendo rehabilitar de manera cuidada distintos tipos de lesiones”, indica a LA NACIÓN Bárbara Rod (@barbararodteam), entrenadora de atletismo y preparadora física de Open Park.
Con la ayuda de bandas elásticas, steps, cinturones de flotación y minitramp (pequeño trampolín) entre otros elementos, “permite llevar la actividad pedestre al agua, dándole amplias posibilidades para que puedan practicarla todas las personas”, añade la entrenadora. Así, aquellos que padecen lesiones crónicas en las rodillas, personas con sobrepeso, hasta incluso con obesidad, pueden desarrollar una actividad que no podrían ejecutar en tierra firme, debido al impacto que allí se produciría.
En la pileta, el agua debe llegar a una altura entre las axilas y los hombros. No es obligatorio llevar calzado, pudiendo realizarse descalzo. En caso de optar por usarlo, éste debe ser para agua, de una goma y forma especial, que toma la forma del pie. La clase, de entre 40 y 50 minutos de duración, comienza con una entrada en calor adentro del agua. En una pileta con una profundidad pareja en toda su extensión, se arranca un traslado, a lenta velocidad, por todo su interior. Poco a poco este desplazamiento se vuelve un poco más ligero y se acompaña con braceo.
Luego, se realiza skipping (simulando la acción de correr, se elevan alternadamente las piernas hasta la altura de la cintura, acompañando con movimiento de brazos hacia adelante y atrás), en distintas versiones. También puede sumarse fartleck (ejercicios de carrera que se realizan con cambios de ritmo) y trabajos de fuerza del tren inferior. “El agua obliga a activar toda la musculatura corporal. Desde ya, para poder estar parados en el agua, ese simple gesto requiere de activación abdominal. Este trabajo complementa de manera eficaz al running. El simple gesto de estar parados en el agua provoca la activación del core o zona media completa”, explica la profesora.
Así, abdominales y espinales actúan de manera constante. “Muchas veces en las clases se planifica alguna actividad recreativa de cierre, en la que los alumnos, a través del juego, pueden trasladar lo entrenado en el día. Puede ser una carrera de posta o de obstáculos, en el agua”, agrega Rod.
Cuáles son sus múltiples ventajas
-Permite cuidar las articulaciones. “Un corredor de tierra que complementa la actividad con aquarunning, les da un respiro a las articulaciones. Allí se produce un menor desgaste articular”, detalla la profesional.
-Mejora la resistencia aeróbica.
-Favorece el retorno venoso (circulación).
-Contribuye a ganar mayor flexibilidad.
-Resulta un completo trabajo muscular.
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