Galardonada con el World Travel Awards a la “Mejor Suite de Argentina 2023″, su trabajo es el fruto de un recorrido que suma investigación, esfuerzo y los afectos que siempre la rodearon
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Desde fines de los 90, la decoradora argentina Jenny Bazán recorre el mundo con sus proyectos de arquitectura y equipamiento, una tarea que la apasiona y que este año le valió el reconocimiento por su trabajo en la Royal Suite del Gran Meliá Iguazú, el único hotel de la Argentina ubicado dentro del Parque Nacional Iguazú. Galardonada con el World Travel Awards (WTA) -los premios más prestigiosos del rubro- como la “Mejor Suite de Argentina″ y “Mejor Hotel de Argentina” su reconocimiento deja en evidencia un método de trabajo, meticuloso y particular que pocos realizan.
Bazán tuvo el privilegio de vivir un año en el Parque Nacional Iguazú para sumergirse de lleno en el proyecto y entender qué era lo mejor para el huésped: “Hoy para mí el lujo es sentir y estar en paz. El contacto con la naturaleza en estos lugares tan especiales nos lleva a reflexionar. Volvemos de estos viajes mejores de lo que llegamos. Conectamos con esa armonía, la belleza del paisaje y su gente. No tengo duda de quién es el mejor diseñador cuando veo la secuencia en las manchas del pelaje del yaguareté, la gracia del vuelo de una pareja de tucanes, las formas de las diferentes orquídeas, o la nube amarilla de una de las 250 especies de mariposas diurnas registradas en el área: éste fue mi mayor aprendizaje de esta experiencia y estoy infinitamente agradecida”, detalla Jenny que también fue la decoradora de otros hoteles de lujo como el Four Seasons de Buenos Aires.
Un trabajo en equipo que abrió fronteras
De madre de origen escocés- de quién asegura heredó su discreción y bajo perfil- y criada en Buenos Aires, su formación fue de la mano de sus hermanas, con quienes transitó el mundo del diseño. Junto con Anne y Carol, la menor de las Bazán formó un equipo que, en la etapa de la adultez, se convirtió también en alianza laboral multidisciplinaria y que hoy congrega a profesionales de las áreas de arquitectura, diseño interior, diseño textil, gráfico y otras disciplinas afines.
“De mi padre heredé el interés por viajar”
“Desde el principio de mi carrera me interesé por la comunicación a través del diseño en sus diferentes expresiones. Tal vez heredé de mi padre el interés por viajar. Me gustaba mucho visitar lugares nuevos y conectarme con colegas de diferentes continentes. Gracias a que participamos en ferias internacionales y capacitaciones en el exterior fuimos especializándonos en áreas determinadas”, recuerda la decoradora.
Pero fue recién a fines de los años ‘90 cuando, con una línea propia de objetos de mesa para restaurantes y hotelería, las Bazán participaron en una feria de producto en Emiratos Árabes. “A partir de ese momento nos convocaron para diferentes proyectos de decoración, arquitectura y equipamiento en Medio Oriente y diferentes partes del mundo. Esa experiencia me permitió vivir y participar en propuestas de renovación en lugares tan remotos y exóticos como Tanzania, Nigeria, Marruecos y Grecia, entre otros”, recuerda.
Tanto al momento de trabajar en el país como en el extranjero, Jenny Bazán siempre contó con el apoyo incondicional de su familia y su grupo de amigas del colegio Northlands. “Ellas me visitan y acompañan en todos mis destinos. Esto es fundamental cuando estoy lejos”, cuenta consciente de lo que implica trasladarse por su pasión a lugares alejados de sus afectos.
“Mi pasión es el diseño interior”
Con el correr del tiempo, supo hacerse un nombre y prestigio en el rubro de la hotelería y fue gracias al camino recorrido que, a nivel local, comenzó a trabajar en diferentes propuestas del propietario del hotel Gran Meliá Iguazú. “Luego de haber compartido varios proyectos con él, me convocó para una renovación en el único hotel dentro del Parque Nacional Iguazú. Esto coincidió con que mi hija menor -que estaba terminando la secundaria- decidió seguir su profesión de actriz en Europa, así que ella se mudó a Londres y yo, un tiempo después, a Iguazú”.
Fue la puesta en marcha de ese proyecto lo que la llevó a instalarse durante un año en uno de los escenarios naturales más espectaculares de la Argentina. “Por mi bajo perfil y también por la confidencialidad que se requiere en esta profesión, no suelo hablar de mi trabajo. Pero en esta oportunidad me parece acertado ya que este es un reconocimiento que el público le otorgó al Gran Meliá Iguazú, y es a la parte que más me gusta, el diseño interior de hoteles”.
Conocidos como los Oscar de la industria del turismo, los premios de World Travel Awards nacieron en 1993 con el objetivo de reconocer a los mejores jugadores del mundo de la hotelería y turismo. Cada año, World Travel Awards premia y celebra la excelencia en todos los sectores clave de los viajes, el turismo y la industria de la hospitalidad.
Durante los doce meses en los que Bazán vivió en contacto estrecho con la selva, estuvo abocada a un proceso creativo que concibió a partir de la sumatoria de tres etapas. Primero, para entender el lugar, la historia de las personas que habitan el lugar, la cultura, la naturaleza, la geografía, geología, los primeros exploradores. En segundo lugar, para generar un concepto que contuviera toda esta información, para en la tercera etapa, implementar la manera -a través del diseño- de transmitir esta experiencia a los huéspedes. “El concepto, una síntesis de todos los aspectos que nos resultan interesantes, positivos y representativos de la región, se trabaja y concibe mucho antes de estudiar el plano, mandar a hacer un mueble o diseñar los dibujos para las telas”.
Así es la “Mejor Suite de Argentina 2023″
De ese trabajo de inmersión e investigación surgió lo que se ve, se percibe, se huele y se experimenta al entrar en la suite: la madera y corteza en las paredes, la fusión del exterior con el interior, el arte de diferentes culturas de la zona, las mesas de cuarzo con raíces petrificadas, los frutos y las semillas bañadas en cobre, las lámparas con ágatas, las piedras semipreciosas de la zona, los muebles exclusivos que replican las tallas que se realizaban en las misiones jesuitas, el río, la selva y la tierra colorada incorporada en los paneles de iluminación dan un marco muy particular al espacio.
“Entrar a un lugar que tenga muebles, objetos y textiles que no se encuentran en otro lado porque son exclusivos y creados para este lugar en particular, genera una respuesta emocional nueva. La composición de los elementos nos toca, nos habla de otras culturas, fauna, flora, colores, aromas, de lo divino de la creación”, asegura.
Siguiendo un enfoque alineado al cuidado y preservación de este patrimonio Mundial de la UNESCO, se utilizaron maderas de forestación y materiales reciclados y se integró a la comunidad local en la producción de equipamiento y arte.
La habitación premiada es una amplia suite distribuida en dos plantas en un total de 344 m². En el nivel superior se encuentra la Master Suite con un lujoso baño, junto con otra habitación con baño en suite. En la planta inferior, hay un elegante salón, una espaciosa terraza y una pileta privada infinita con vistas a las Cataratas del Iguazú. Aquí los huéspedes buscan paz, conexión con la naturaleza y la mejor vista. La estadía en esta suite viene acompañada de una serie de servicios exclusivos como masajes, cocktail de bienvenida con aperitivos, la disponibilidad de un sushiman privado o la organización de un asado exclusivo.
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