Aparecieron los anillos "milagrosos" de nueve obispos medievales
La leyenda cuenta que nueve obispos se retiraron en el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, ubicado en la parroquia del mismo nombre en Galicia, España. Allí murieron y fueron enterrados entre los siglos X y XI. Sus anillos episcopales, que se guardaron en una caja de plata, adquirieron la reputación de curar a los enfermos.
Con el tiempo, el mito de estas nueve reliquias fue olvidado, incluso entre los pocos habitantes del pequeño pueblo de San Esteban. Pero parte de la leyenda llegó a los oídos de la escritora María Oruña, que tras un tiempo de investigación, aprendió lo suficiente para basar su última novela, El bosque de los cuatro vientos, en esta historia. Lo que nunca sospechó la autora fue que el relato adquiriera vida propia y se convirtiera en realidad.
Tres meses después de la publicación del libro, unos especialistas en restauración comenzaron a trabajar en la iglesia de Santo Estevo de Ribas en los relicarios laterales donde se encuentran los restos mortales de los nueve obispos. Y los expertos se llevaron una grata sorpresa cuando encontraron, dentro de una bolsa de seda con bordados en hilo de oro, los anillos de la leyenda.
Solo había cuatro de los nueve anillos pero una pequeña etiqueta en pergamino aclaraba el por qué. "Estos cuatro anillos son los que han quedado de los nueve que pertenecieron a los santos obispos. Los demás desaparecieron. Por ellos se pasa agua para los enfermos y sanan", decía el manuscrito.
Oruña recordó que durante el proceso de investigación pocas personas eran las que conocían la verdadera historia y, aún menos, las que creían que era real. Pero ella nunca dejó de confiar. "Siempre creí que existían", manifestó la escritora, citada por La Vanguardia.
Vania López, experta del Centro San Martín de la Diócesis de Ourense, fue la restauradora que protagonizó el hallazgo y quien además insistió al equipo de especialistas en abrir la bolsa que se hallaba junto a los restos mortales de los obispos. "Llevo 20 años trabajando como restauradora y es la primera vez que me encuentro con algo así, es maravilloso. Es más fácil que te toque la lotería", dijo.
Entre los que presenciaron el hallazgo, estaba el párroco de la iglesia Xosé Xulio Rodríguez Fernández y Camilo Salgado (que figura en la novela bajo el nombre de Pablo Quijano). "Podría tratarse de los famosos anillos milagrosos de estos obispos cuyo paradero se desconoce desde hace siglos", afirmó.
Oruña y López comparten la opinión del párroco y esperan que los anillos sea expuestos en el monasterio en un futuro.
Los cuatro anillos de plata están fabricados de una forma sencilla. El obispado de Ourense tiene la intención de contactar a expertos para analizar las joyas y poder datarlas. Incluso plantea pedir la colaboración de "restauradores de metales preciosos que trabajan en Los Museos Vaticanos".
A pesar del giro que ha dado la historia que permaneció olvidada durante mucho tiempo, Oruña descartó escribir una segunda parte de la novela. Pero podría realizar un ensayo con toda "la documentación y lo que ha ocurrido". Eso sí, no se plantea dejar de investigar porque tiene un objetivo en mente. "Ahora me tengo que poner a buscar los cinco anillos que faltan", concluyó la escritora.
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