El objetivo de esta transformación fue lograr una estética joven y luminosa al espacio gastando lo mínimo indispensable
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PROFUNDIDAD. La decoradora Ana Azzano eligió un azul bien alegre tras eliminar los azulejos demodé.
LIVIANO. Se reemplazaron las alacenas por estantes gruesos que toman toda la pared y dejan a la vista la vajilla blanca, divina contra el fondo de color.
PICO DE EFECTO. Usando clásicos azulejos San Lorenzo, Azzano creó un motivo que genera impacto con muy poco.
MÁS LUGAR. Al reubicar el artefacto de cocina, se ganó superficie de mesada e, incluso, espacio para colocar un lavavajillas.
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