Una profesora de química la incentivó a tomar un desafío que marcó su vida.
- 5 minutos de lectura'
A temprana edad sintió una atracción especial por el mundo de la belleza. Cuando comenzó el secundario, la química se presentó como una de sus materias preferidas. “Creo que nadie en mi casa esperaba que estudiara esa ciencia. Podría haber seguido una carrera más humanística. Pero algo sobre crear hipótesis, testear y sacar conclusiones se volvía cada vez más fascinante. Además, en esos años, tuve una profesora de química que fue muy importante en mi decisión de estudiar una Licenciatura en Química en Estados Unidos”.
Criada en la ciudad de Montevideo, Uruguay, Florencia Jinchuk recuerda una infancia llena de momentos felices. Almuerzos familiares los domingos, tardes de jugar a las Barbies con sus hermanas y amigas de la escuela, paseos en el Parque Rodó y veranos eternos con el aroma a coco de los protectores solares. “A veces pienso en esa época y me resulta difícil no querer volver a esos días”.
¿Año sabático o beca de estudios?
Sin embargo, el deber ser y la necesidad de terminar el secundario para poder elegir su futuro la traían a la realidad que vivía. Fue en ese contexto que, cuando estaba por finalizar quinto año, supo que existía una beca para que dos personas de América Latina estudiaran en Estados Unidos. “En ese entonces la mayoría de mis amigas se tomaban un año sabático, pero mi profesora de química me incentivó para que preparara los exámenes y me postulara a la beca. Eso fue lo que hice. Mientras tanto, me anoté en la Facultad de Química y en la de Ciencias de Uruguay, por las dudas. Me dieron la beca. Me fui a Estados Unidos pensando que iba a vivir una aventura de un semestre y me terminé quedando siete años”.
Más allá de lo académico, su estadía en los Estados Unidos le permitió capitalizar una variedad de experiencias. “Fueron muchos los aprendizajes que tuve más allá de lo académico; era muy chica y estaba lejos de mi entorno. Tenía que resolver y aprender a hacer todo sola. Fue una gran experiencia que me dio herramientas de resiliencia, de flexibilidad y de adaptación. Conocí a muchas personas diversas que me abrieron la cabeza. También es cierto que el desarraigo cuesta y que, en ese camino, a veces forjamos ciertas corazas de protección que luego cuesta sacarlas. Obviamente, hay un lado A y un lado B para todas las cosas, pero soy una persona que abraza los desafíos. Sin dudas, fue una experiencia determinante para mi crecimiento; no sería la misma persona de no haberla vivido”.
Pronto el mundo de la cosmética llamó su atención y fue a través de ese interés que cursó una Maestría en Ciencias Cosméticas. Finalizados los estudios y con la convicción de que había concluido una etapa de su vida, Florencia regresó a Uruguay. Inquieta, curiosa y de espíritu reflexivo, abrió en 2015 The Chemist Look, un blog que miraba a la cosmética desde la óptica de la química y la ciencia.
Mientras estudiaba, había tenido la oportunidad de conocer de primera mano cómo funcionaba la industria de la cosmética. Se encontró con un mundo nuevo -al menos como ella lo conocía hasta entonces-: con muchas virtudes, pero a su vez con una mala fama relacionada a su forma de comunicar y crear.
“Analicé sus claims, por momentos exagerados y poco realistas, su poca transparencia y la brecha que existía entre los avances de la ciencia y las fórmulas disponibles en el mercado”. Volvió a Uruguay con todas esas ideas en mente y muchas ganas de ponerle voz a lo que pensaba.
Una comunidad que devino en marca
Al poco tiempo de empezar a escribir en el blog, advirtió que había creado un espacio donde crecía una comunidad muy activa en busca de recomendaciones. Escuchó cada uno de los pedidos, leyó siempre los mensajes que recibía y se propuso comprender cuál era la necesidad que no estaba satisfecha. Así surgió la idea de ofrecer productos con formulaciones customizadas y con una nueva visión sobre la cosmética.
En ese camino también dio forma a un laboratorio de contenidos donde comparte el resultado de la lectura exhaustiva, crítica y minuciosa de artículos científicos. “Queremos que la ciencia llegue a más personas a través de un lenguaje accesible y universal, y que el conocimiento se transforme en un aliado a la hora de elegir lo que consumimos”. Actualmente el proyecto cuenta con más de 60 publicaciones sobre el cuidado de la piel y la cosmética.
Actualmente, el portfolio de The Chemist Look cuenta con 20 productos que permiten realizar una rutina de skincare completa. Tiene un limpiador, una línea de exfoliantes renovadores, de boosters e hidratantes. Todos los productos están clínica y dermatológicamente testeados, son veganos, sin alcohol y libre de fragancias.
Para Florencia, emprender significó mucho sacrificio a nivel personal. Asegura que, si no estuviera enamorada del proyecto, le hubiese sido muy difícil encarar mucho de lo que hizo (y hace). Lleva una vida prácticamente nómade, en la que los viajes y las mudanzas son moneda corriente. “Se hace difícil echar raíces, los vínculos en general son un desafío. Pero creo que el sacrificio más grande va mucho más allá de perderte un cumpleaños o una reunión porque te tocó viajar: algo de lo que se habla poco es de la adrenalina con la que vivís, que hace que por momentos resulte difícil conectar con la realidad que te rodea, con el presente por fuera del trabajo”.
Compartí tu experiencia
Si viviste alguna experiencia que mejoró tu bienestar y calidad de vida (puede ser médica, alimenticia, deportiva, un viaje, sentimental, profesional o de otra índole), y querés compartirla en esta columna, escribí a bienestarlanacion@gmail.com
Más notas de Bienestar
Cómo hacerlo correctamente. Estos son los beneficios de lavarse la cara con sal por la mañana
¿Por qué algunos disfrutan y otros se agobian? Cómo la predisposición genética influye en el manejo del estrés y la ansiedad durante las Fiestas
Aliado natural de los deportistas. Cuál es el magnesio que quita el cansancio, ayuda a bajar de peso y reducir el abdomen
- 1
¿Cómo duermen los delfines?
- 2
Navidad inolvidable en Pilar: apostó $4.000 en Bingo Oasis y ganó casi 157 millones de pesos
- 3
Por qué los perros se sienten felices cuando se les habla como a niños pequeños
- 4
Engañó a más de 60 museos de Estados Unidos donando obras que en realidad eran falsas y jamás fue condenado