Amor, realeza y muerte: la masacre familiar que dinamitó la monarquía en Nepal
LA NACION
Una antigua profecía pronosticó un crudo destino para los reyes de Nepal y anticipó que la corona no permanecería en el poder durante mucho tiempo. Sin embargo, la predicción no explicitó cuáles serían las circunstancias que llevarían al dramático final ni los detalles de la historia de amor, política y muerte que derribaría 240 años de monarquía.
En el 2001, la monarquía de Nepal atravesaba una fuerte crisis por el enfrentamiento con los grupos maoístas, pero la corona nepalesa también sufría un conflicto puertas adentro. El príncipe heredero de Nepal, Dipendra, había conocido a una joven de 22 años, Devyani Rama, de la que se había enamorado y quería casarse con ella.
Pero su madre, la reina Aishwarya, no permitió la unión: la abuela de Devyani era una concubina y consideraba que su familia no era "lo suficientemente pura". El príncipe heredero intentó en reiteradas oportunidades conseguir el permiso para el casamiento, pero no lo consiguió, por lo que dijo que renunciaría al trono. Sin embargo, su enamorada se opuso y expresó que quería convertirse en reina.
En medio de esta disputa, el 1 de junio se llevó adelante una de las habituales comidas familiares en el palacio real. Una persona que se encontraba en la residencia relató al New York Times que Dipendra llegó "realmente borracho" a la cena y que se retiró antes de que se sirvieran los platos, para reaparecer poco después vestido con uniforme de combate. En una mano llevaba una ametralladora Uzi y en la otra un fusil de asalto M-16.
Dipendra, completamente fuera de sí, disparó contra su padre, el rey Birendra, y lo mató. Unos minutos después, el hermano del rey, Dhirendra, intentó detener a su sobrino, pero recibió un balazo "a quemarropa en el pecho".
"En este punto, se volvió loco y comenzó a disparar a cualquiera que se le acercara", dijo el invitado y desafortunado testigo del crimen. Así fue como el príncipe heredero asesinó a su hermano, el príncipe Nirajan, y a su madre en el jardín.
A partir de la información que proporcionaron los testigos presenciales, los médicos del hospital del Ejército y otras fuentes, el Nepali Times confirmó que Dipendra abrió fuego contra su padre, su madre, su tío, su hermano, su hermana y otros cuatro miembros de la realeza. "Cuántas armas usó, no estoy seguro. Yo no conté. Fue demasiado rápido. La matanza duró solo un minuto, minuto y medio", recordó uno de los presentes.
Luego, el joven se pegó un tiro en una pasarela sobre un arroyo en el jardín, pero no pudo acabar con su vida y entró en coma. Mientras estaba internado en el hospital, y a pesar de todo, Dipendra fue coronado. Su reinado duró tres días antes de que finalmente falleciera el 4 de junio de 2001. Esos últimos acontecimientos indignaron a la población nepalesa, que acompañaba las ceremonias fúnebres de los reyes en Katmandú. Tiempo después, un tío de Dipendra, Gyanendra, fue nombrado titular del reino del Himalaya.
La masacre real contribuyó a que los maoístas decidieran acelerar su objetivo de eliminar la monarquía y se desató un fuerte enfrentamiento que se prolongó por mucho tiempo. En 2008, la Asamblea Constituyente aprobó la abolición de la monarquía después de 240 años de reinado y Nepal se transformó en una república federal. Esta determinación le dio dos semanas al rey Gyanendra para desalojar el palacio real en Katmandú, que posteriormente se convirtió en un museo.
Hace apenas algunos meses, a 19 años de la tragedia, los habitantes de Nepal rindieron homenaje a la difunta familia real a través de las redes sociales. "Estás vivo en nuestros corazones rey Birendra, te extrañamos mucho" y "Su Majestad, el rey Birendra, quien gobernaba nuestros corazones, fue asesinado a tiros junto con su familia por su hijo Dipendra. El asesinato real dejó a Nepal huérfano. ¡Mi tributo y homenaje a las almas difuntas!" fueron algunos de los mensajes que circularon en las plataformas virtuales para conmemorar este episodio, recordado como el "día negro" de la historia nepalesa.
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