Among Us. El juego que hace acordar al Asesino y es furor en cuarentena
"¡Ah! Como el asesino", dijo la mamá como para trazar un paralelismo con un juego de su época mientras su hijo Mateo, de 12 años, intentaba explicarle de qué se trataba el nuevo bombazo del mundo gaming. En realidad, salvo el objetivo, que es encontrar entre los participantes al asesino, Among Us, el juego del momento, el más elegido por los chicos durante la cuarentena, no se parece mucho a aquel que se jugaba con cartas y en el que el que cumplía el rol de asesino -aquel que recibía el as de espada- se disponía a guiñar disimuladamente un ojo para matar a los demás. Y tampoco es realmente nuevo, porque existe desde 2018, solo que recién ahora, durante la cuarentena, logró explotar hasta ser viral. Según Innersloth, la empresa desarrolladora indie con base en Washington, el número de jugadores activos aumentó de un promedio de 200 personas por día, a casi 143.000 en las últimas semanas. El pico se produjo el sábado pasado, cuando alcanzó cerca de medio millón de jugadores diarios. Un salto inesperado para un videojuego creado apenas por tres personas.
¿Pero qué tiene Among Us que lo hace tan especial? Por empezar, su gratuidad en tablets y celulares (se deben pagar 70 pesos si se juega en PC), su estética súper simple y la posibilidad de jugar de 4 a 10 jugadores en línea, tanto en partidas privadas con amigos como públicas con gente de cualquier parte del mundo. La brevedad de las partidas es otro argumento de su éxito: en general duran de 10 a 15 minutos.
El juego se desarrolla en una nave espacial, en la que hay entre la tripulación (de ahí su nombre) dos impostores que sabotean misiones y deben matar a todos sin ser descubiertos. Ser de la tripulación o ser el asesino es aleatorio, es decir, lo decide el azar y solo los dos impostores saben de su condición. Gana la tripulación en caso de descubrir a los impostores o de completar todas las misiones sin ser asesinados, o los impostores, en caso de matar a la tripulación sin ser descubiertos. En el medio, se pueden reportar cadáveres, discutir mediante chat quién es el asesino y dar sus razones y votar al impostor. El que logra mayoría de votos es expulsado de la nave, sea culpable o inocente.
Son muchos los que se preguntan por qué este juego en apariencia simple y sin grandes pretensiones, lanzado hace dos años (una eternidad en el universo gamer) ha pegado el gran salto justamente ahora. Por empezar, varios streamers y youtubers famosos empezaron a jugarlo durante el aislamiento, lo que desató la curiosidad de sus seguidores. Incluso, el juego se popularizó entre futbolistas (el Kun Agüero subió a su canal una partida) y un equipo de fútbol, el Elche de la Liga española, aprovechó la popularidad de Among Us para anunciar en la redes sus flamantes refuerzos.
Según Nicolás Crescenzi, jefe de la cátedra de Psicología del Videojuego de la carrera Producción de Simuladores y Videojuegos de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y cofundador de Latesnack Studios, "un juego no se pone de moda de la nada. Hay un factor conceptual para que ‘pegue’. En principio tenía un modelo de pago, después viró a la gratuidad. Y fue ganando popularidad por nichos: se puso de moda primero en algunos países del sudeste asiático y después en Brasil".
Historia de éxito
La historia completa del éxito de Among Us la cuenta Alva Majo, un desarrollador de juegos indie español que realizó un investigación bastante minuciosa y la subió a YouTube. Allí cuenta que a pesar de que el juego venía siendo jugador por diversos streamers de todo el mundo, no fue hasta que Sodapoppin, uno de los más famosos que lo empezó a jugar en Twich, la plataforma de gamers por excelencia, explotó. "El juego fue ganando tracción con los streamers. Cuanto más conocidos, más tracción recibía el juego. Lo curioso es que fue una tracción lenta porque pasaron más de dos años desde su lanzamiento hasta que logró alcanzar popularidad. En general, si un juego no pega rápido es muy raro que después tenga éxito", explica Crescenzi.
Si bien la gratuidad es un gran umbral de entrada, de ninguna manera termina de explicar el éxito de un juego. "Una vez que entrás, tenés que sostener la propuesta para que resulte atractiva –plantea Crescenzi–. Y ahí aparece el factor social. El mercado se mueve en función de la comunidad. La gente se identifica con lo que le divierte al streamer que siguen y empiezan a jugarlo. Y además es un juego que no sólo es divertido porque te permite resolver desafíos y buscar entender los movimientos de los otros para dilucidar si son o no los impostores, sino que además te da esa sensación de cercanía con tu grupo de amigos, que en tiempos donde el encuentro real está dificultado, es uno de los grandes argumentos de su éxito".
¿Más razones? "Es un juego transversal, abarca todas las edades y culturas, se miente como en el Truco y eso es divertido, los personajes no tienen género, podés personalizarlos y además creo que cada jugador pone un poco de él o ella en las partidas: tenés el que se la pasa acusando y no para de hablar por el chat y el que se la da de callado. El que traiciona y que el se mantiene leal. Y es el primer juego después de Minecraft que logra reunir 10 personas, pero con la diferencia de que son partidas cortas", resume el psicólogo y desarrollador de videojuegos y sistemas gamificados para organizaciones.
Lucía Santillán, mamá de un niño de 11 años que empezó a jugarlo hace pocas semanas, suma un motivo clave: es un juego que tiene la aprobación de los adultos. "Sinceramente, comparado con otros, es hasta inocente. No solo desde la estética, sino desde el objetivo. Si bien se trata de matar a los muñequitos sin ser descubiertos, no es violento, parece naíf al lado de Fortnite". Incluso, Lucía cuenta que en una reunión que hizo en su casa por el cumpleaños de su hijo con cinco amigos, los chicos empezaron a jugarlo de manera analógica. "Escribieron en distintos papelitos las palabras ‘tripulación’ e ‘impostor’ y los repartieron sin verlos. El que le tocaba ser el asesino mataba disimuladamente a la tripulación, cuando reportaban un cuerpo se reunían y votaban quién era. Se la pasaron horas jugando así. Me pareció maravilloso como resignificaron el juego y lo hicieron propio."
Por su parte, Paio Rodríguez, conocido streamer argentino que empezó a jugar Among Us hace algunas semanas, destaca que "es un juego divertido, ideal para jugar con amigos. Me hace acordar a Mafia, un juego de mesa que está buenísimo y del que soy fan. Creo que Among Us pegó tanto porque en este momento de aislamiento nos sirve para sentirnos más cerca de nuestros amigos, es como si estuviéramos ahí reunidos jugando".
Otra cosa que subraya el streamer y dueño de la marca de ropa Pandaio, es su simpleza: "Es lo que lo hace global y accesible porque no tenés que tener una gran PC o el último celular para jugarlo. Tampoco son todas las partidas iguales, siempre está la expectativa de qué te toca ser, si impostor o tripulante, y además está muy logrado el tema del diálogo o la charla entre los jugadores para descubrir al impostor. Ya había juegos de este estilo, pero esa parte no estaba tan lograda. Y lo mejor es que te permite mentir, que es lo más divertido".
¿Acaso, entre nosotros, alguien se atreve a contradecirlo?
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