Alicia Vikander, en un mundo de aventuras
LONDRES.- "Filmamos en esta calle", señala ella mientras mira por la ventana de la habitación del hotel hacia la vereda. "Hay unas escenas en bicicleta y pasan exactamente acá", continúa. "Es un barrio muy lindo, pero que no aparece demasiado en pantalla, por eso lo elegimos". La actriz se refiere a Shoreditch, un barrio en Londres Este, que en los últimos años ha crecido bastante y ahora es un reducto hipster y gentrificado. No lejos está White Chapel, donde sucedieron los famosos asesinatos de Jack el Destripador. "Lara es superlondinense, por eso queríamos filmar en lugares donde van los locales, no los turistas".
Alicia Vikander deja de mirar por la ventana y se sienta a la mesa para charlar sobre Tomb Raider, la nueva película basada en el clásico videojuego, relanzado en 2013 y cuyos dos films anteriores, de 2001 y 2003, fueron protagonizados por Angelina Jolie. "Angelina creó un ícono. Mis padres conocen a Lara Croft por ella. Tenemos que mantener ciertas similitudes, como que, cuando cae, siempre se levanta y nunca se rinde. Pero la sociedad cambió mucho desde esas películas". Vikander afirma desde el comienzo que Lara Croft, su personaje en el film que acaba de estrenarse, es una versión muy distinta del que comenzó en 1996 para PC y se convirtió en un sex symbol digital llegando a ganar en 2006 el título Guinness de los Récords como "heroína más exitosa en un videojuego".
La franquicia ha vendido más de 58 millones de copias y el traje de Lara Croft, con botas, shorts y remera ajustada, ha sido un ícono por varios años y ha recibido no pocas críticas como sexista. En 2013 se relanzó el juego llamado solamente Tomb Raider y el vestuario de Lara cambió. Ahora usa pantalones cargo largos y una musculosa, y ya no es más un ícono voluptuoso, aunque mantiene el concepto original del personaje, una heredera inglesa émulo de Indiana Jones que va por el mundo buscando artefactos arqueológicos. "¿Conocés el videojuego de 2013? A eso apunto". Vikander aclara todo el tiempo que Lara Croft no es más un ícono sexual, sino un personaje femenino. "Si sos inteligente, ingeniosa y divertida eso te hace alguien sexy. Antes era diferente la definición sobre lo que era sexy".
La actriz nacida en Gotemburgo, Suecia, en 1988 se define como feminista y promueve la igualdad de oportunidad de géneros. En noviembre del año pasado firmó una solicitada en un diario sueco junto a otros artistas, en la que denunciaba a la industria cinematográfica local por sexismo y falta de ética laboral.
En los últimos años ha habido más películas de aventuras protagonizadas por mujeres: Lucy, Atómica, La mujer maravilla, Los juegos del hambre... La pregunta es por qué no fueron hechas antes. Y la respuesta no tiene tanto misterio. Todos sabemos que la industria está manejada por hombres.
¿Está cambiando ahora?
El cambio está en todos lados. Contar historias en el cine o la televisión con roles femeninos sirve para culturalmente mostrar otras historias y aprender otros puntos de vista. Si uno niega las historias protagonizadas por mujeres, se pierde un porcentaje importante de historias. Cuando, en cambio, les das la oportunidad, ves que son exitosas, como Los juegos del hambre. Cuando vi La mujer maravilla me pareció interesante porque las mujeres en nuestra industria no tienen la misma posición que los hombres. Por eso cuando me senté a verla me sorprendió. No había nada visto como eso. Había visto sí esas escenas de peleas innumerables veces, pero aun así había algo que me sorprendía. Me considero feminista y La mujer maravilla es una situación muy clara donde ese cambio funciona. Al mismo tiempo, hacer algo artísticamente interesante y que sea exitoso comercialmente es un desafío. Ahora me toca a mí intentarlo.
¿Creés que este rol es una oportunidad o más una responsabilidad en esta época de heroínas de acción?
Espero que pueda ser una oportunidad para ser responsable de algo que la gente disfrute y se sienta conectada. Me gusta que podamos hacer una protagonista joven que la gente, hombres y mujeres, se conecte con ella y se divierta olvidando todo. Por eso uno va a ver estas películas.
No es la primera vez que hacés una película de acción, pero sí la primera vez que sos protagonista.
Sí, porque en Jason Bourne creo que apenas muevo un dedo.
Este es un rol distinto del que estamos acostumbrados a verte. ¿Te sorprendió que te consideraran para el papel?
Es distinto de todo lo que hice, pero –es muy obvio para los que me conocen– me encanta este tipo de películas. Cuando era joven y todos veían películas artísticas europeas, yo veía Indiana Jones. A La momia que se estrenó cuando yo tenía diez años, la vi varias veces en el cine. También jugaba videojuegos en la computadora. Crecí bailando y veo esto como una danza. En Suecia nunca tuve la oportunidad de trabajar en una producción como esta, donde hay escenas de riesgo y coreografía.
¿Y ahora cómo te ves interpretando a Lara?
Lo que me gustó cuando jugué al videojuego de 2013 es que podía contar una historia de origen. Todos conocen al personaje, pero quería llevarla a cómo empezó todo. Es una heredera millonaria y aventurera, pero todavía no es la Lara Croft que conocemos de los videojuegos. Por eso no comenzamos en la famosa Mansión Croft, sino en la rutina de esta chica: andando en bicicleta, con sus amigas, o lo que hace la gente joven. Ella tiene la misma habilidad que conocemos todos: es inteligente, astuta y muy física, pero todavía no experimentó mucho. Es una mujer joven que intenta encontrar su lugar en el mundo y cuyo padre la abandonó a los 13 años. ¿Por qué la dejaron sola? Entonces ella, en lugar de continuar el legado del empresario exitoso, intenta descubrir quién es y el viaje es para descubrirse y descubrir quién era su padre.
El personaje de Lara es muy físico. Salta, corre, trepa…
Cuando empezamos a filmar, ya había practicado durante un año antes de ganar el Oscar, porque las conversaciones sobre la película habían comenzado mucho antes. Quería que la historia se sintiera cercana a nuestra realidad y que en las escenas de riesgo creyeras que ella podía hacerlas. Por eso empezamos mostrando una carrera de bicicletas en Londres. Quería mostrar la juventud, no desde el ideal de perfección, sino de la ética de trabajo. Este es mi cuerpo real después de más de cuatro meses de entrenamiento intenso. Tratamos de no filmar mucho con imágenes digitales en esta película y casi todos los sets son de verdad. Walton Goggins [quien interpreta al villano] y yo practicamos en un decorado gigantesco donde me sentía como una niña que pretendía estar en una cueva egipcia. Fue muy buena onda.
Desde muy niña te dedicaste al ballet clásico. ¿Cómo fue esa experiencia?
Muy dura, porque hacía ballet de cuatro a siete horas diarias durante nueve años. Es mucho. Mientras bailaba tenía que ir a la escuela, además. Y cuando salía de gira era estar lejos de casa.
¿Te considerás una persona aventurera?
Sí, me encanta. No viajé mucho hasta que cumplí 18 años. Pero recuerdo el placer cuando compré mi primer pasaje a Turquía, era un momento de mi vida que salía y podía explorar otras culturas y otras personas. El mayor lujo que me trae mi trabajo es poder viajar y conocer lugares. Cuando filmé Anna Karenina fui a San Petersburgo, en Rusia, y ahí tuve un viaje de 10 horas en tren y luego otro de 8 horas en ómnibus. Cuando llegué pensé que era una locura, no tenía idea de dónde estaba ni de cómo había llegado. En vacaciones quizá ni hubiese ido ahí, pero ahora conozco ese lugar que si no fuera por mi trabajo, quizá nunca habría ido. Por ejemplo, Londres fue mi hogar los últimos años [ahora vive en Lisboa con el actor Michael Fassbender, con quien se casó en octubre último, en Ibiza] y sin embargo, en ese tiempo debo haber estado no más de 14 días seguidos. Ahora filmamos Tomb Raider en Cape Town durante cinco meses y la ciudad se transformó en un nuevo hogar para mí.
Hace ocho años llegaste a Londres y ya ganaste un Oscar. ¿Cómo te hace sentir eso?
Es un poco surrealista, pero también divertido. Una vez en París, por mi cumpleaños llegaron diez amigas suecas para sorprenderme. Ninguna está en esta industria, pero logré que ellas y mi familia sean parte de este crecimiento. A veces es difícil darse cuenta del progreso que uno tiene. Esta es la primera vez que descanso en siete años.
¿Cuánto tiempo de descanso?
Esta vez serán tres semanas antes de volver a trabajar. Leí un libro y no era solo para prepararme para un rol; fue por placer. Durante este tiempo la paso con mis seres queridos y voy a visitar a mis familiares en casas de campo del sur de Europa, y jugar videojuegos.