En julio de 2019 sorprendieron al mundo cuando anunciaron el fin de su matrimonio. Y ahora, justo un año después, vuelven a hacerlo por separado, tras hacerse público que se han "declarado la guerra" con su divorcio. El trámite ya se convirtió en "un complicado proceso judicial" que Raquel Perera (45) afronta dispuesta a luchar por todo lo que considera justo.
En un principio dieron a entender que ya tenían todo resuelto "de mutuo acuerdo", que sólo les faltaba completar el trámite formal. Después de doce años juntos, comunicaron que cada uno continuaría con su vida… pero nada más lejos. Alejandro Sanz (51) y su exmujer no pudieron cumplir lo que prometieron cuando decidieron separarse: cariño, lealtad y responsabilidad conjunta con sus hijos, Dylan y Alma. "Tuvimos un amor puro y comprometido. Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será…", declararon cuando revelaron la ruptura de su matrimonio.
Fuentes muy cercanas a la psicóloga y empresaria cuentan a¡HOLA! que Raquel lleva muchos meses queriendo pasar página y que estaba convencida de que llegarían a un acuerdo. Sobre todo, después del último viaje que Sanz hizo a Miami, justo antes de que decretaran el estado de alarma, en marzo.
REUNIÓN EN MIAMI
El artista estuvo con su exmujer y sus hijos y durante sus encuentros hubo armonía, muchos momentos para charlar y nada que hiciera sospechar a Perera que ya no estaban siguiendo el mismo camino. Algo que pudo constatar tan sólo unos días después, cuando, tras regresar a España en su avión privado, Alejandro presentó, el 15 de abril, la demanda de divorcio, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), sin previo aviso y sin volver a hablar del acuerdo que habían cerrado de palabra y con un abrazo.
Según pudo saber ¡HOLA!, el contenido de la demanda afectó muchísimo a Perera, quien supo por este documento que su exmarido había tomado la decisión de que no le corresponde nada. A la empresaria, especializada también en Comunicación y Marketing, le duele que no le reconozca los años que dedicó por completo a la familia, a la crianza de sus hijos, al cuidado de su hogar y a sus empresas, en las que fue presidenta de su consejo, con responsabilidades grandes, sin percibir por ello ningún salario. Todo consensuado con él, pero dedicada ciento por ciento a un proyecto común, tras renunciar a su propia vida profesional. Según nuestra fuente, Raquel no sabe qué es lo que le ha llevado a dar un giro tan radical, ni quién le ha podido aconsejar que diera este paso, aunque ahora, después del daño inicial, ya se siente fuerte para defenderse.
LA CUSTODIA
El primer paso en su defensa lo dio el 29 de mayo, cuando, en respuesta al artista, Raquel presentó la demanda de divorcio en Miami, la ciudad donde sigue viviendo con sus dos hijos. En ella, y según ABC, Perera pide 40 mil euros mensuales de pensión alimenticia, la cobertura de los gastos de los chicos (colegio privado, vacaciones, seguros) y la repartición equitativa de los bienes que adquirieron durante su matrimonio, entre otros.
Por otro lado, también plantea el tema de la custodia de sus hijos. Aunque inicialmente estuvieron de acuerdo en que fuera compartida, Perera solicita una revisión alegando que Sanz pasa mucho tiempo fuera de Miami por su trabajo y que sólo ha visto a los niños cinco veces desde que se separaron, porque la mayor parte de su tiempo libre lo pasa en España, con su familia (su nueva pareja, Rachel Valdés, y el hijo y la madre de esta). Ante esta situación, Raquel reclama que se queden con ella y no con alguien que los cuide cuando su padre está de gira.
CUENTAS CONGELADAS
Implicada de lleno en defender su parte de beneficio y la de sus hijos, Dylan (9) y Alma (6), y aconsejada por sus abogadas, Raquel también interpuso una moción de urgencia en la Corte de Familia de Miami. En esta demanda, a la que ha tenido acceso ¡HOLA!, pide oficialmente protección legal temporal y que se congelen las cuentas de su exmarido en Estados Unidos para evitar que el artista disponga del patrimonio antes de que se ratifique el divorcio.
En la orden, firmada por un juez horas después de ser presentada, se establece que Alejandro Sánchez Pizarro no puede vender, retirar, transferir, eliminar o hacer otro tipo de transacción de las cuentas comunes. "Las acciones del esposo son una clara indicación de que cortó intencionalmente el apoyo a la esposa y los hijos menores durante los procedimientos pendientes". A partir de la presentación de la moción, suprimió la ayuda doméstica, canceló una tarjeta de crédito, "no pagó el próximo año escolar de los menores, en Cushman, y está tratando de sacarlos de su hogar actual".
UN ACUERDO
Asimismo, en el escrito se hace referencia a que no se entiende que Sanz gaste 33 mil euros mensuales de alquiler en España y que quiera bajar la pensión mensual a 15 mil euros (sólo para los niños), aunque el alquiler de la casa en Miami cueste 18.000 dólares al mes.
Según pudo saber ¡HOLA!, Alejandro pagó desde la separación y, de forma voluntaria, la casa, el colegio y los gastos, que ascienden a 40 mil euros al mes, hasta que su exmujer puso la demanda en respuesta a la suya. Nuestra fuente concluye diciendo que Raquel todavía espera que puedan llegar a un acuerdo y arreglar la situación antes de que esto sea un desastre para todos, porque puede demostrar lo que ha hecho durante estos años.
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