Ajo rico y saludable
De intenso sabor o delicada dulzura, según su cocción, el naturismo lo recomienda como planta medicinal
En nuestro país, se cultiva en diferentes zonas. En la región cuyana, se destacan el blanco y colorado, de reconocida calidad internacional. De San Juan llega el muy buen ajo blanco y algo del tipo violeta. En Córdoba, principalmente, se produce el ajo rosado paraguayo, demasiado pequeño y por ello no apreciado para exportar. Como se desarrolla en zonas con muy baja probabilidad de lluvias, que favorecen su resultado final, los productores destacan sus cualidades para vender al exterior: excelente sanidad, buen tamaño y bien blanco. Además de los países mediterráneos, China es un gran productor y consumidor. Sus cocinas huelen a ajo y soja.
En la Cocina Que abunde cuando es estrella y que aromatice sin molestar. Los cocineros le retiran el tallito central verde y los dejan en remojo en leche o agua para que pierdan su fuerza. Los dientes de ajo se usan picados, laminados, triturados, reducidos a pasta. Hay cientos de recetas con gran protagonismo. El ajo blanco malagueño o gazpacho blanco se elabora con 200 g de almendras peladas crudas y trituradas con un trozo de miga de pan, 4 dientes de ajo, 4 cdas de aceite de oliva, 2 cdas de vinagre, 2 vasos de agua fría y sal. Los ajos confitados, disponiendo una cabeza de dientes de ajo pelados en una cacerolita con aceite. Cocinar largamente a fuego muy suave hasta que comiencen a tomar color. Enfriar y servir con carnes o retirar del aceite sin que tomen color, procesar e incorporar a un puré de papas. Ambas recetas son muy suaves y de delicado sabor.
Salud Es un depurativo de sustancias tóxicas, disminuye el colesterol, previene la formación de coágulos, y es bueno para la osteoporosis y la artrosis.
En casa
Los bulbos se conservan en un lugar seco y fresco, separados en cabezas o trenzados en una ristra.
En la sartén, evitar que se tuesten rápidamente y queden amargos.