Aidan, o el fin de Sex and the City
La llegada de Corbett a la serie ganadora de los Globo de Oro puso en jaque a las abanderadas de la libertad sexual. Y ahora confirma lo peor: Carrie se quiere casar
LOS ANGELES (The New York Times Special Features).- Sex and the City pudo convertir a John Corbett en una estrella, pero hay que comprenderlo: "En principio rechacé participaren el programaporque en el primer guión tenía que aparecer desnudo", cuenta John Corbett mientras toma una cerveza en la suite del hotel Four Seasons y mira con timidez sus gastadas botas de trabajo. "¡Querían que me sacara toda la ropa!", recuerda el actor de 40 años. "Y dije : miren, simplemente no puedo porque mi mamá todavía mira todo lo que hago y no deseo que me vea desnudo". Este muchacho de campo, vestido con Levis, una chaqueta de jean rota y camisa blanca, abre de un tirón la bolsa de confites M&M y se ríe.
"No podía creer cuando Sarah Jessica Parker me llamó personalmente y me dijo: "John, por el amor de Dios, sólo vuela a Nueva York y encuéntrate con nosotros"." Pero igualmente dijo que no. "No quería hacerles perder el tiempo y el dinero -explica Corbett-, pero finalmente me convencieron de que tomara un avión. En el encuentro Sarah me dijo: "John, puedes estar todo lo desnudo que quieras, pero no tienes la obligación de hacerlo, en absoluto". Entonces dije OK, puedo quedarme sin camisa en la bañera, pero sólo si está llena de burbujas." Sex and the City volvió a HBO con un especial de seis nuevos episodios que comenzaron a emitirse el 6 del actual en los Estados Unidos y que en la Argentina se verán, luego de la cuarta temporada, a partir de agosto próximo, por The Film Zone. En estos episodios la historia continuará donde había quedado: con Aidan Shaw (Corbett) carpintero y un buen muchacho en todos los aspectos, arrodillado en las calles de Nueva York para proponer matrimonio a Carrie (Parker)É, que aceptó.
La pregunta de todos sus fans es, por supuesto, si Carrie, fóbica al compromiso, podrá seguir adelante. "Todos quieren saber -comenta Corbett afligido-. Los amigos quieren saber. Es decir, todos me están fastidiando para averiguar cómo sigue la historia y creen que yo les contaré lo que sucede. ¡De ninguna manera! La peor es mi madre, a quien ahora le encanta el show -afirma-. No le voy a contar ni siquiera a ella, y está realmente muy enojada conmigo." En realidad, cuando Corbett atrajo la atención del público en Northern Exposure (la serie por la que ganó un Emmy y una nominación a los Globo de Oro, gracias a su papel de DJ y artista polifacético) firmó para Sex and the City en 2000, y se lo contrató sólo por unos pocos episodios. Los fans del show, sin embargo, pidieron la vuelta de Aidan y, en 2001, Corbett regresó, aunque con varios kilos menos y el pelo corto.
Evidentemente tímido con los medios, Corbett rara vez habla acerca de Sex and the City, y el verano pasado provocó la furia de Miramax por negarse a promocionar la comedia romántica Señales de amor en la que representa al despótico novio de Kate Beckinsale.
"Se convirtió en verdadero odio", se asombra. "Oí : "Te vamos a odiar por el resto de tu vida y no te vamos a dirigir más la palabra y te vamos a poner en una lista negra si no haces estas entrevistas". Así que tuve que salir del escondite." No es que sea tímido, asegura, simplemente prefiere no hablar de sí mismo. "Creo que los actores deben ser vistos y no escuchados", dice Corbett. "Cuanto menos se sepa sobre un actor, tanto mejor para él cuando asume distintos papeles." Pero mantener su perfil bajo se le está haciendo difícil ya que próximamente aparecerá en My Big Fat Greek Wedding , producida por Tom Hanks y dirigida por Joel Zwick.
Corbett se sintió emocionado cuando lo llamaron para el principal papel masculino. "Habitualmente no tengo ese tipo de llamados", admite. "Creo que sería lindo estar en un tipo de posición como la de John Cusack en la que pudiera llamar a un director y decirle: "Sí, voy a estar en su película. ¿Qué le parece?"
John Corbett
- Nacido en Wheeling, Corbett pasó varios años de vacas flacas en Los Angeles trabajando como peluquero. "No era muy bueno -recuerda riéndose-. Hacía bien los cortes de hombres, pero muchas mujeres salían del salón llorando por lo que les había hecho."
- Es soltero y vive en Seattle, donde dirige un pequeño club llamado Fenix Underground, y detesta los teléfonos celulares y la ciudad. "La otra noche salí a cenar con cuatro amigos y juro que todos los celulares salieron a relucir en el mismo momento. Me levanté y salí a fumar un cigarrillo. Esperé 15 minutos antes de volver, porque no puedo soportar ese tipo de groserías modernas."