Agua contaminada por exceso de sexo: la increíble revelación de un exmayordomo de Playboy
Desde la muerte de Hugh Hefner en 2017, varios secretos salieron a la luz; los extravagantes y polémicos festejos de la casa más famosa del mundo
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Durante más de cuatro décadas, Hugh Hefner vivió en Holmby Hills junto a sus “conejitas” y tanto él como su centenar de empleados mantuvieron en silencio lo que ocurría dentro de la famosa mansión Playboy. El magnate murió en 2017 y, desde entonces, varios protagonistas o testigos se animan a contar los secretos mejor guardados que tuvieron lugar en Los Ángeles durante los años de apogeo del lugar.
En esta oportunidad, fue Stefan Tetenbaum, quien fuera mayordomo de Hefner a fines de los años 70 y principios de los 80, el responsable de contar “la parte más oscura del trato [de Hugh] a su novia y a otras mujeres que querían ser parte del mundo Playboy”. Con un libro titulado The Dark Secrets of Playboy (Los secretos oscuros de Playboy) narra las orgías y fiestas salvajes que presenció en sus años como empleado.
“Solo las personas que vivían ahí sabían la verdad de lo que se esperaba de ellos. Hefner tenía un tremendo poder para detener a cualquiera que quisiera contar esta historia y nadie podía creer en ese entonces las espeluznantes acciones que allí sucedían”, le contó Stefan a Variety al momento de lanzar su libro.
Si bien el contenido de lo que narra no fue dado a conocer de manera pública, apenas un fragmento fue recopilado por el portal DailyStar y hace referencia a lo que ocurría en la misteriosa gruta que el terreno de la mansión tenía escondida. La cavidad estaba acondicionada para recibir personas que protagonizaran allí “obscenas fiestas sexuales” e incluso tuvo que ser clausurada luego de que la actividad sexual pusiera en riesgo la higiene del agua de la gruta. Melissa Howe, estrella de Playboy, contó cómo siempre había “alguien teniendo sexo” en la gruta y fue quien reveló el dato de la clausura por falta de limpieza.
“La gruta fue construida con piedra de Palos Verdes. Se colocaron seis áreas de baño (piletas, jacuzzis) separadas en el piso”, recordó Tetenbaum al respecto. En sus primeros días como mayordomo en la mansión, se le encargó acondicionar la gruta para una orgía y tuvo que colocar velas y aceite íntimo en distintas áreas; prender los jaccuzzis e irse.
Sin embargo, la noche ponía las cosas más complicadas y la difícil tarea de limpiar el lugar comenzaba. Acorde a sus dichos -y a lo que pensó en aquel entonces- tuvo que retirar las botellas de aceite por miedo a que se las tomaran en medio de la fiesta y afirma haber encontrado a dos mujeres desnudas en un jaccuzzi cuando quiso limpiarlo.
“La mayor parte del aceite terminaba en el agua y obstruía todos los filtros. Al ‘Gran Playboy’ no le importaba [y siempre decía que] trajera más aceite”, rememoró. Si bien ese es apenas un fragmento de lo que narra en el libro, Stefan Tetenbaum detalla en su escrito cómo era el cruento trato de Hefner con su novia y las demás mujeres y ahonda en las drogas que le daba a sus “conejitas” y otros crudos relatos que solo algunas víctimas de aquellos días se animaron a relatar tras la muerte del magnate.
LA NACION
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