Agenda secreta: qué hacía la reina Sofía en sus viajes a Londres
Casi en simultáneo con el cumpleaños número 82 de la reina Sofía, el medio español ElDiario.es publicaba información sobre una investigación que la Fiscalía Anticorrupción de España llevaba a cabo por gastos con tarjeta de crédito realizados por miembros de la realeza entre 2016 y 2018. Mientras algunos medios señalaban que parte de esos gastos los hizo la propia Sofía durante sus viajes a Londres y otros estaban vinculados a otros integrantes de la familia real, otros señalaban que solo se trataba de erogaciones que pertenecían al rey emérito Juan Carlos.
Una vez que el escándalo estuvo en boca de todos, Sofía no quedó exenta ante semejante noticia. La reacción de la reina emérita fue de estupor.
"No se ha movido del palacio de la Zarzuela salvo para cumplir con su agenda y apoyar con su presencia en diferentes puntos de España. Se encuentra mal, con una gran preocupación e inquietud y muy triste por las informaciones que se publicaron. Estas diligencias se trasladan a la Fiscalía del Supremo y todo es muy raro. Extraña la facilidad con la que se filtran estos asuntos", aseguran fuentes consultadas por Vanitatis.
Qué hacía realmente la reina Sofía en sus viajes a Londres
Por décadas, hubo un sinfín de rumores sobre el tiempo que la hoy emérita Sofía pasaba en Londres, la capital del Reino Unido. En dicha ciudad vivía su hermano, el exrey de Grecia Constantino II, junto a toda su familia.
Luego de que el hoy rey Felipe VI y las infantas Elena y Federica fueran mayores, y con una relación de pareja junto a Juan Carlos que era casi inexistente, Sofía se sentía muy a gusto en Londres. Allí pasaban mucho tiempo junto a su hermano, su cuñada Ana María y la familia que juntos habían forjado.
Sofía viajaba con frecuencia al Reino Unido. En ese país también vivió durante varios años su primo Miguel de Rumania, casado con Ana de Borbón Parma. Ese matrimonio, junto con su hermana, la princesa Irene, y la princesa Tatiana Radziwill, fueron las personas que apoyaron verdaderamente a la hoy reina emérita.
Pero lejos de las críticas férreas a Sofía por su estadía en el Reino Unido y de la investigación que busca determinar quiénes realizaron los consumos con tarjetas opacas, una biógrafa de la reina emérita la defiende. La periodista Carmen Enríquez es la autora del libro Sofía, nuestra reina (Aguilar, 2018). En diálogo con Vanitatis, niega que la entonces reina consorte hubiera pasado mucho tiempo en el extranjero como se cree. "Que yo tenga conocimiento nunca ha pasado largas temporadas en Londres como se ha dicho. He viajado con los Reyes a lo largo de mi vida profesional, y cuando los periodistas que les acompañábamos se lo comentábamos, siempre nos decía que no era así. Podía viajar, pero siempre cumplió con su agenda. Ella no se 'copió' del retiro de su marido, su principal objetivo es ser útil a los demás", opina Enríquez.
Como Enríquez, el fotoperiodista Antonio Montero también da cuenta que las estadías de la reina emérita solo eran temporales. Por lo general viajaba en noviembre y el motivo era comprar los regalos navideños para la familia.
Montero logró capturar a la reina en las tiendas de los tradicionales Harrods y Selfridges. "Entraba [a los centros comerciales] por la mañana y podía estar allí hasta el cierre. Me llamaba la atención que durante los años que la seguíamos su estancia era muy monótona. No acudía a museos, ni a espectáculos importantes, ni a restaurantes de moda. Entraba en los almacenes y pasaba las horas mirando libros infantiles, perfumes, ropa [...] No compraba cosas exclusivas que no hubiera en España. Por ejemplo, se llevaba pañuelos de Loewe o ropa muy normal. Nunca la vimos con su hermano o sus sobrinos griegos", recuerda el fotógrafo.
En el rol de abuela
Cuando sus nietos Froilán y Victoria Federica vivían y estudiaban en Londres, Sofía viajaba con frecuencia en su rol de abuela. De igual manera, también acompañó a la infanta Elena.
Si Sofia viajaba a Londres sola, la mecánica era la siguiente: se reunía con el nieto que estuviera en esa ciudad y mientras durara el ciclo lectivo ella se alojaba con él. Sin embargo, no era un vida ostentosa: no salían muchos y merendaban en cualquiera de los establecimientos cercanos.
Fuentes consultadas por Vanitatis revelaron que lejos de los lugares elegidos por la clase alta londinense, Sofía y sus nietos elegían actividades mucho más mundanas "En un par de ocasiones la seguimos hasta un cine con Victoria Federica donde se exhibía una película de aventuras relacionada con un caballo. Las dejaba el coche de la embajada y las recogía cuando terminaba. No iban a ninguna parte", añade el fotoperiodista.
Durante esas jornadas previas a la Nochebuena, Sofía iba acompañada por un par de escoltas y a veces su hermana, la princesa Irene, pero casi siempre iba sola. En la puerta de los centros comerciales la esperaba un coche de la embajada que podía estacionar en la puerta. A la hora de pagar, la reina emérita tenía dos posibilidades: a veces lo hacía con tarjeta y, la mayoría, era una persona de seguridad quien abonaba las cuentas.
Sin dinero y sin tarjetas
Mientras se desarrolla la investigación de la Fiscalía Anticorrupción española, fuentes cercanas al Palacio de la Zarzuela le confirmaron a Vanitatis que, salvo excepciones, la reina Sofía no utiliza dinero en efectivo ni tarjetas.
En los viajes privados, por su investidura, Sofía nunca viaja sola. Así es que son las personas de su círculo de confianza quienes pagan, quienes se encargan de las facturas y al regresar a Madrid se hacen los cálculos y se descuenta de su asignación como reina emérita.