Adaptación
Todos necesitamos adecuarnos a cierta armonía existencial
¿En qué nos hemos convertido? ¿En qué nos convertiremos?¿De dónde venimos y a dónde vamos?
Somos en relación a un tiempo y a un espacio. Nuestro momento biológico, histórico, social, político y económico nos condiciona y, en el impulso natural por sobrevivir, nos adaptamos (o no, más o menos).
Están quienes dicen que la vida es acorde a la capacidad de adaptación que logramos adoptar.
Al parecer, tal como las máquinas, y así como a la presión y a la temperatura, todos necesitamos adaptarnos a cierta armonía y regulación existencial.
A lo largo del tiempo los órganos se adaptan (o no, más o menos) a las necesidades de la arquitectura biológica. La conducta se adapta (o no, más o menos) al ambiente, sus lecciones y aprendizajes. La técnica se adapta (o no, más o menos) a la precisión y/o a las nuevas necesidades. Las comunidades se adaptan (o no, más o menos) a las normas, leyes, proyectos y rumbos.
Adaptarnos (o no, más o menos) es una elección.
La pregunta es: ¿a qué nos adaptamos? ¿Cuán flexibles, constantes y consistentes podemos llegar a ser? ¿Cuándo la adaptación es progreso y cuándo involución (o algo así)?