El parque acuático más grande del país da la impresión de estar abandonado; en medio de los rumores de cierre, su presidente habló sobre el futuro del predio
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Sobre la Ruta 2, 10 kilómetros antes del ingreso a Mar del Plata, los toboganes acuáticos y las piletas de Aquasol eran la primera imagen veraniega que divisaban los turistas recién llegados a la ciudad balnearia. Cada temporada, el reconocido parque acuático recibía a un estimado de 2000 visitantes diarios, entre niños y adultos, que se dispersaban entre los 15 juegos de agua del predio.
Esta misma imagen se repitió durante más de 25 años. El parque, el más grande de la Argentina, se convirtió durante ese tiempo en un ícono del verano marplatense. Pero este año la escena cambió por completo. Ahora, al pasar por el lugar, los turistas se llevan una impresión totalmente distinta. Entre los toboganes, las piletas y los distintos juegos, ha empezado a crecer la maleza, cada vez más abundante. Y el inmenso cartel de colores que anuncia el parque está despintado y grafiteado. Cualquiera podría pensar que el lugar, unas 16 hectáreas de parque, se encuentra abandonado.
¿Cierre definitivo o temporal?
Los primeros rumores de cierre comenzaron a circular el verano pasado, cuando el parque no abrió por primera vez en su historia. La empresa -Aquasol SA- no hizo ningún tipo de declaración al respecto en sus redes sociales ni en su página web. El silencio suscitó dudas y teorías de todo tipo, plasmadas por diferentes usuarios en la página de Facebook del parque. La impresión general -tanto de los locales como también de los turistas, e incluso de la intendencia-, era que el cierre era temporal y que se debía a la pandemia.
Pero este año, la historia se repitió. Al llegar la temporada de verano, el parque tampoco abrió. A su vez, la página web, por donde antes se adquirían las entradas, fue dada de baja. Ante este panorama, muchos medios locales titularon que Aquasol había quebrado y cerrado de manera definitiva. Pero la información no era certera, ya que la empresa no había hecho ningún tipo de anuncio. LA NACION contactó al presidente de Aquasol, Miguel Ángel Viva, que dispersó las dudas respecto de la situación del parque.
“Está cerrado temporalmente. Hay gente malintencionada que dice que cerramos de manera definitiva, pero eso no es verdad”, anunció el directivo. Según explicó, las razones para no abrir esta temporada fueron diferentes a las del año anterior.
En el verano de 2020, la decisión de mantener el parque cerrado estuvo relacionada con el protocolo sanitario vigente. “Tengo remarcadas todos las trabas que ponía el protocolo. El personal nuestro -unas 125 personas, cada temporada- viaja al parque en micros de la empresa . Y según el protocolo de ese entonces, en lugar de cuatro micros diarios, teníamos que poner ocho. Teníamos que tener personal pulverizando todas las barandas constantemente. También decía que las personas tenían que cambiarse el tapabocas cuando este se mojara. En un parque acuático, eso es imposible, porque el tapabocas siempre va a estar mojado”, detalla. Por estas razones, explica, abrir no era negocio en ese entonces.
Pero para el verano de 2021, la situación cambió. Los protocolos se flexibilizaron, pese al aumento de casos de coronavirus. En ese contexto, el problema pasó a ser otro: la incertidumbre epidemiológica. “Necesitábamos tres meses para poner el parque en condiciones para este verano. Pero en ese momento no teníamos la seguridad de que íbamos a poder abrir en diciembre, por la situación de la pandemia. El costo operativo del parque es muy alto: las piletas se pintan y se hidrolavan todos los años, se revisan todos los juegos. No quisimos hacer esa inversión y arriesgarnos a después no poder trabajar”, explica.
Viva cree que la decisión de mantener el predio cerrado durante el verano 2022 fue prudente dado el récord de contagios por coronavirus que tuvo lugar a fines de diciembre. “Hay una gran cantidad de comercios que han tenido que cerrar durante plena temporada por tener a la mayoría de sus empleados contagiados”, argumenta.
La idea de la empresa es abrir el año que viene, si la situación epidemiológica lo permite. Dispondrán del invierno para volver a poner en condiciones todo el parque y sus 15 atracciones, entre toboganes, piletas y simuladores.
En tanto, el predio parece abandonado. La empresa dice que esto se debe a que sus 15 empleados fijos se negaron a presentarse al trabajo después de los primeros meses de estar exceptuados por la cuarentena obligatoria, por lo cual la empresa cesó el pago de los sueldos. “Con el personal estamos teniendo problemas, de los que se están ocupando los abogados. Y todavía no contratamos a empleados nuevos”, afirma Viva.
En los últimos dos años, según han comunicado fuentes del municipio, el predio recibió varias ofertas de compra. Viva afirma que nunca estuvo a la venta, pero que tras las noticias falsas que afirmaban la quiebra de Aquasol, muchos inversores se mostraron interesados en comprarlo.
¿Otros parques?
En tanto, la empresa tiene pendientes dos proyectos de parques acuáticos, uno en Pinamar, junto a la empresa Playas del Faro SA y otro en Villa Gesell, que todavía no fueron aprobados. El primero, anunciado en 2017, generó una gran polémica entre vecinos y turistas, ya que la idea es construir el parque en el bosque, lo cual implicaría la tala de un sector del pinar.
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