A tomar nota: imperdibles de la Semana de la coctelería

La tercera edición de la Semana de la coctelería tendrá lugar del 13 al 20 de este mes: siete días en los que los cócteles, las barras, los bartenders y las bebidas espirituosas serán los grandes protagonistas de la noche porteña. Este año, además, la Semana de la coctelería suma eventos pop ups, charlas creativas, degustaciones de producto, menús maridados en restaurantes, recorridas a pie por distintos barrios, cruces con artistas plásticos y más. Una agenda completa, que arranca cada día desde la tarde y sigue hasta la noche y que exige reserva previa en el sitio oficial www.bacoctel.com.ar.

“El 2017 es muy intenso para la escena de la coctelería de Buenos Aires. Por un lado, están llegando al país bebidas importadas, que se suman a una producción nacional. Por el otro, abrieron muchos bares nuevos que junto con los que ya estaban hacen que nuestra ciudad sea una de las más importantes a nivel de la coctelería mundial”, dice Agustín Camps, uno de los organizadores del evento.

Son en total 48 bares, cada uno ofreciendo cócteles especiales, cruzando gran parte de la ciudad, e incluyendo barrios donde la coctelería es usual, como Palermo, Recoleta y la zona de Retiro, pero también Belgrano, Núñez, Villa del Parque, San Telmo, Madero y Villa Crespo. Entre lo mucho que hay, ésta es una posible recorrida a través de seis cócteles:

Sporco, en Nápoles ($ 100)

Desde que abrió hace apenas un mes, Nápoles es uno de los bares que más llaman la atención de Buenos Aires. Ubicado en uno de los anticuarios más completos de la ciudad, su barra de estaño está rodeada de autos antiguos de lujo, vestimenta de los años 50, lámparas de diseño y miles de objetos variopintos. En medio de ese precioso cambalache, Sebastián Atienza y equipo preparan esta versión del Negroni, que utiliza Campari y suma Gin Mare (nacido en el Mediterráneo), vermouth Cinzano 1757 y la salmuera de las alcaparras. Unas hojas de albahaca terminan de darle su aroma especial.

• Nápoles está en Av. Caseros 449.

Cup Nº1, en Doppelgänger ($155)

Servido en un vaso de tipo highball, Guillermo Blumenkamp pensó este cóctel burbujeante que se servirá solamente durante esta semana: una mezcla del aperitivo italiano Cocchi Americano Rosa (una de las novedades recién llegadas al mercado nacional), que suma la potencia del london dry gin Bombay y un pequeña cuota de Bacardi 8 años que aporta los aromas de la barrica. Luego, un aceite aromático de jalapeños y la frescura de un espumante Mumm Cuvee Extra Brut hasta completar el vaso.

• Doppelgänger queda en Av. Juan de Garay 500.

Tully Fatshioned, en Victoria Brown ($ 120)

Este cóctel utiliza una técnica cada vez más habitual en las mejores barras del mundo: el fat wash. Esto es mezclar por unas horas una grasa (usualmente manteca, aunque puede ser algún aceite especial) en una bebida espirituosa a temperatura ambiente. Luego la bebida se enfría para solidificar la grasa y se cuela para volver a separar, dejando la espirituosa nuevamente limpia y traslúcida. Así lo hacen por ejemplo en Victoria Brown para lograr este Old Fashioned de la casa, con base de whiskey irlandés Tullamore Dew, con fatwash de manteca y cacao. Vale la pena probarlo.

• Victoria Brown está en Costa Rica 4827.

A dónde, en 878 ($ 120)

Con más de 11 años de vida, 878 ya es un clásico de la coctelería porteña. Pero más allá de ofrecer cientos de Gin&Tonics, Old Fashioned y Negronis, nunca deja de experimentar. Y lo demuestra por ejemplo con este cóctel, que lleva base de scotch Johnnie Walker Gold Reserve (uno de los whiskies más suaves de esta casa escocesa), y que suma apenas gotas de tintura (extracto natural) de ajo y de perejil. Se completa con Talisker (un single mal intenso y muy ahumado) y un almíbar de zapallo que le da la dulzura. Suena extraño, pero la mezcla funciona a la perfección.

• 878 está en Thames 878.

Fernando V, en Oak Bar ($ 160)

En la íntima, aristocrática y algo escondida barra del Oak Bar, entre maderas centenarias y con vista a los jardines del Palacio Duhau, estarán ofreciendo este cóctel intenso, que lleva whisky Great King's Street junto con vermouth Carpano Rosso, a lo que suma jerez, jugo de lima, miel orgánica y manzana roja.

Lo sirven acompañado de un caviar de licor Amaretto gelificado, que con su dulzor aromático compensa la fuerza de la bebida. Ideal como after dinner, es una muy buena opción para terminar la noche.

• Oak Bar queda en Av. Alvear 1661.

Black Flag, en Puerta Uno ($100)

Con marcada identidad de coctelería tiki (esos tragos que nacieron en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX, homenajeando los sabores tropicales de la Polinesia), esta "bandera negra" pirata que sirven en el bar del Bajo de Belgrano lleva mezcla de rones (Havana Club 7 años y Añejo especial) y suma apricot brandy, jugo de lima y almíbar especiado de pomelo y canela. Se completa luego con jugo de ananá y una cerveza casera de jengibre.

El resultado es una bebida muy refrescante, fácil de beber, pero con un sabor intenso que permanece largo tiempo en la boca. Un poco de Caribe en la ciudad porteña.

• Puerta Uno queda en Juramento 1667.

Agustín Páez

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