Con un exitoso trabajo en equipo se logró aprovechar cada centímetro de este hogar en el que la apertura hacia el exterior fueron prioridad.
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Una puerta fue el norte que guió la ambientación de este departamento sobre plaza Alberti. Lorena Lejzen, dueña de casa, no sabía exactamente qué quería antes de empezar, excepto que no podía faltar esa puerta de hierro negro, vidrio repartido y riel superior que la había deslumbrado en Pinterest. Lo que podría considerarse anecdótico disparó el proyecto en el que trabajó codo a codo con el Estudio Filcman Gurfinkiel, que concretó desde los muebles hasta la iluminación y la paleta de colores.
El lugar que entre todos eligieron para ubicar el cerramiento fue perfecto: sustituyó la puerta que separaba la cocina del comedor para aportar luz natural, generar sensación de amplitud y reflejar la imagen de la copa de los árboles que llega desde el living contiguo. El efecto, tan bien logrado, se convirtió en leit motiv: el recurso se reiteró varios sectores. Además, anticipó la apuesta por más toques en negro en todos los espacios, para darle unidad a la estética ultraprolija, moderna y cálida tan propia del Estudio, y que rima con la admiración de Lorena por Marie Kondo.
Todos los muebles fueron hechos a medida por el Estudio Filcman Gurfinkiel, como la biblioteca en MDF laqueado blanco semimate con cajas superpuestas de petiribí (Estudio Filcman Gurfunkiel) que exhibe una cuidada selección de objetos elegidos por Lorena durante sus viajes. Un puñado de foquitos (Kolor Iluminación) y tiras de led los destacan. Presente en todos los ambientes salvo en la cocina, el piso de porcelanato símil madera ‘Timber Tech White’ (SBG) definió la paleta de color.
Una cocina funcional que transmite tranquilidad
"Pusimos el énfasis en crear espacios de guardado en verdadera sintonía con las necesidades de la familia, para que todos los ambientes fueran cómodos y agradables."
Arq. Marina Gurfinkiel
Para darles lugar a más comensales, se diseñó un semi box en petiribí que continúa en el panel donde se colgó la TV. Tiene triple función: maximizar el uso del muro, disimular el cableado y aportar calidez.
Los materiales, los tonos, las texturas y la presencia de muebles diseñados con un mismo estilo se repiten en todos los ambientes como un mantra que transmite orden y tranquilidad.
Con vista a la copa de los árboles
La vista marcó el rumbo de la ambientación. Elegimos una paleta neutra, capaz de estar siempre en armonía con los cambios que las estaciones reflejan en el paisaje
En este sector, gran sofá en forma de U tapizado en pana ‘Veluti Stone’ con almohadones en pana negra y linos crudos; sillones con base de petiribí tapizados en lino ‘Chinchilla’ (todo, De Levie) inspirados en el modelo Gervasoni; y mesas bajas circulares superpuestas, una de ellas con tapa de Igneastone ‘Milky Way’.
Para vestir el sector, el Estudio diseñó dos estantes en MDF laqueado donde se apoyan cuadros y objetos. Una garganta central de iluminación pintada en negro acompaña el tono de la puerta. En el toilette, la pana sorprende con su textura y contrasta con una amplia bacha en Silestone ‘Blanco Zeus’. Espejo redondo (Sol Palou Deco).
El entelado fue uno de los recursos elegidos, siempre usando géneros de colores sufridos y con proceso antimanchas.
Todo en su lugar
“Diseñar una casa a medida es una manera de que no se llene de muebles innecesarios, de aprovechar cada rincón y de simplificar las tareas: cuando cada cosa tiene su lugar, el orden se hace fácil”, dice Lorena.
El objetivo fue proyectar un dormitorio en el que dos hermanos varones de 8 y 10 años pudieran jugar, estudiar, descansar y mantener prolijo con facilidad. La clave: el centro de descanso en MDF blanco semimate conformado por dos camas transversales a distintas alturas; nichos con cajas de melamina ‘Roble Natural’ (Egger) y una cama-carro (Estudio Filcman Gurfinkiel).
Para el cuarto de Chloe (6), se inclinaron por materiales y colores atemporales que acompañen su crecimiento sin necesidad de hacer grandes cambios con el tiempo. A la pared, revestida con lino ‘Piedra’ (De Levie), le sumaron placas de melamina en ‘Roble Natural’ de Egger que contienen el escritorio laqueado y la cama y que, a la vez, protegen el género.
Expansión inteligente
“El departamento tenía cuatro dormitorios. Como el principal era chico, lo unimos con el que originalmente iba a funcionar como playroom para crear una gran suite con vestidor y baño de tamaños generosos”, cuenta la arq. Marina Gurfinkiel.
Un respaldo -también en petiribí- con mesas de luz suspendidas en laca blanca semimate cubre el antepecho de la ventana de punta a punta. El Estudio propuso tapizar el sommier con el respaldo superpuesto en pana ‘Veluti Stone’ (De Levie).
"Nos costó tomar la decisión de anular el playroom pero, al jugarnos por un megacuarto, cambió totalmente el concepto del departamento y nuestras ganas de proyectar. Hoy, estamos felices."
Lorena Lejzen, dueña de casa
Una puerta de doble hoja diseñada en hierro y vidrio da paso al vestidor, fabricado en melamina ‘Lino Blanco’ de Faplac. Comunicación agradable y un guiño al estilo que marcó el resto de las aberturas del departamento.
El espacio destinado al tocador se completó con un mueble para guardar toallones, accesorios, maquillaje y ropa sucia. Enfrente, una gran mesada en Silestone ‘Blanco Zeus’ con dos bachas del mismo material sobre un vanitory en MDF laqueado blanco delimita el antebaño. Fundamentales, los efectos de iluminación, creados a partir de tiras de led y luces dicroicas muy bien distribuidas.
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