Se volvieron el elemento central y codiciado para decorar los ambientes. Este año, la más buscada es el Ficus pandurata o lyrata. Pero son muchas más. Aquí, los requerimientos de cultivo de algunas de las especies que ya cuesta conseguir en los viveros.
Asplenium nidus
Es nativo de áreas tropicales, desde Polinesia y Hawái hasta el sudeste de Asia, Australia y Madagascar, en los bosques húmedos tropicales.
Cuidados: Se desarrolla en ambientes cálidos, con alta humedad y luz mediana, y no tolera sol directo. Necesita sustrato orgánico, liviano y bien drenado. Debe regarse con menor intensidad durante la temporada invernal. Hay que pulverizar periódicamente con agua destilada o de lluvia sus hojas, especialmente si se ubica en ambientes con calefacción. No presenta problemas serios de insectos o enfermedades, aunque puede ser atacado por la cochinilla algodonosa; un dato interesante es que es sensible a los insecticidas sintéticos.
Atención: Las manchas oscuras, marrones, corresponden a sufrimiento por bajas temperaturas o corrientes de aire. También prospera en exterior, en patios urbanos protegidos. Se usa para crear kokedamas, una técnica japonesa basada en rodear las raíces de las plantas con una mezcla de sustrato y musgo, sin contenedor, que requiere mayores cuidados con respecto al riego y la humedad ambiente.
Chamaedorea elegans
Nativa de México, Guatemala y Belice, es una palmera dioica, es decir que sus flores son unisexuales y se encuentran en ejemplares separados.
Cuidados: Agradece un ambiente con luz y húmedo, pero nunca sol directo. Se deberá pulverizar su follaje con frecuencia o ponerla sobre piedritas entre agua para que, al evaporarse, les aporte humedad a las hojas. No tolera bajas temperaturas. Requiere sustrato fértil, liviano, algo ácido y bien drenado. Precisa riego frecuente, reduciendo la intensidad durante el invierno. Hay que usar un abono equilibrado para plantas de follaje de interior. Deben evitarse las corrientes de aire y los roces sobre las hojas, para no dañarlas.
Atención: Puede sufrir ataques de arañuela en ambientes muy secos. Las puntas de las hojas secas son signo de un ambiente seco o de corrientes de aire; las hojas amarillas, de falta de agua; las hojas bajas marrones, de su posible exceso.
Es una de las palmeras más utilizadas para interiores, tanto por su tamaño como por la facilidad de su mantenimiento.
Sansevieria
Sensibles a las bajas temperaturas en invierno, requieren un ambiente seco y sustratos ligeros, bien drenados. Debe evitarse el riego en exceso, que es casi lo único que acaba con ellas: en invierno alcanza con regar mensualmente; en primavera y verano, cuando el sustrato está completamente seco. No son exigentes en cuanto a luz: admiten posiciones sombrías, aunque en estos casos se vuelven menos suculentas.
Son plantas muy útiles para purificar el aire de los interiores, eliminando sustancias tóxicas como el benceno y el formaldehído. Sin embargo, como sus hojas son tóxicas, no deben consumirse. Se comercializan en vivero varias especies y cultivares.
Sansevieria trifasciata
Es conocida como "lengua de suegra" o "espada de San Jorge". Tiene hojas erguidas, de alrededor de 50 cm de largo, lanceoladas y estrechas, suculentas, brillantes, de color verde claro con manchas irregulares más oscuras, que terminan en una punta aguda. Los ejemplares adultos producen una espiga erecta con pequeñas flores muy perfumadas, de color blanco verdoso. En general, florecen si crecen en exteriores en climas cálidos.
Ficus pandurata
Es nativa de África tropical. Conocido como "árbol lira" por la forma de sus hojas, en su área de distribución natural llega a medir entre 8 y 10 metros de altura. Si se cultiva en macetas en interior, puede alcanzar los 2 metros. Tiene hojas alternas, grandes, de 20 a 25 cm de largo, verdes brillantes, con las nervaduras oscuras bien marcadas. No suele florecer cuando se cultiva en contenedor o en interior y es de lento crecimiento.
Cuidados: Requiere un ambiente luminoso, pero sin estar directamente expuesto al sol. No debe ubicarse en sitios con frecuentes corrientes de aire, y hay que mantener la maceta alejada de las fuentes de calor, ya que no tolera ambientes con baja humedad. El sustrato debe ser liviano, rico en materia orgánica y bien drenado. En los viveros se puede conseguir una mezcla de turba, musgo sphagnum, acícula de pino, resaca de río y perlita como base general para este tipo de plantas. También se puede agregar humus de lombriz. Riego frecuente en verano y semanal en invierno siempre con agua ambiente, nunca demasiado fría. También se puede usar agua de lluvia acopiada. El exceso o la falta de humedad facilita la caída del follaje o puede provocar que las hojas se ponen amarillentas. No tolera bajas temperaturas.
Atención: es susceptible al ataque de la arañuela roja y la cochinilla que se pueden combatir con una solución de ajo.
El contacto con el látex puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles.
Fittonia albivenis
Cuidados: Deben cultivarse en interiores, en un sustrato de turba y material liviano, con luz indirecta. Hay que evitar el sol directo; de lo contrario, el follaje se quemará. Necesitan un ambiente cálido y alta humedad, y agradecen la humidificación del ambiente o ser colocarlas sobre un cuenco o plato con piedritas y agua. No toleran corrientes de aire. Es recomendable también pinzar los brotes terminales para favorecer un follaje más denso. Se propagan fácilmente por esquejes de tallos. Por su porte y crecimiento conviene cultivarlas en macetas anchas y de baja altura.
Las hojas inferiores amarillas son síntoma de exceso de agua; las hojas nuevas pequeñas y con entrenudos largos, de falta de luz; la pérdida de hojas, de temperatura insuficiente. Son plantas ideales para terrarios, no sólo por el porte que desarrollan, sino también porque conservan la humedad.
Oxalis triangularis
Originaria de la Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. También se la conoce como Oxalis regnellii.
Cuidados: Se cultiva en sustrato liviano, húmedo pero con buen drenaje, preferiblemente alcalino suave (pH 7,6 a 7,8). Conviene darle abono equilibrado en el agua de riego, cada quince días cuando la planta está en período de crecimiento o floración. Se puede reproducir por división de los bulbillos laterales después del período de reposo. En zonas libres de heladas, es posible cultivarla como planta de exterior, ubicada en lugares donde tenga sol la mayor parte del día. Normalmente crece bien cuando la temperatura diurna no supera los 24ºC y la nocturna no es inferior a 13ºC. Las hojas y las flores son comestibles, no así los tubérculos.
Es muy longeva. En algún momento puede llegar a desaparecer en el follaje, pero son tiempos de latencia o descansos que se toma la planta, en general después de la temporada de crecimiento de primavera y verano. En estos casos, no hay que regarla y, luego del reposo, cuando vuelven a brotar las hojas, es momento de reanudar el riego.
Spathiphyllum wallisii
Es nativa de los bosques húmedos de Colombia y Venezuela. Se la conoce como "lirio de la paz".
Cuidados. Puede cultivarse al aire libre en ambientes subtropicales, en una ubicación sombreada, sobre un sustrato poroso y orgánico, bien drenado. No admite temperaturas menores de 15ºC, corrientes de aire o sol directo. Necesita riego frecuente sin encharcamiento; agradece la humedad ambiental. También se la cultiva en la forma de kokedama, una técnica japonesa basada en rodear las raíces de las plantas con una mezcla de sustrato y musgo, sin contenedor, que requiere mayores cuidados respecto al riego y la humedad ambiente.
Todas las partes de la planta contienen oxalato de calcio, que puede producir dermatitis o reacciones agudas si se ingiriese. Si las puntas de las hojas se ponen marrones, puede deberse al exceso de agua; también podría ser la consecuencia del sol directo. Si las hojas se marchitan y se secan, la humedad es demasiado baja.
Esta especie es reconocida por limpiar el aire de los contaminantes ambientales, razón por la cual se recomienda para espacios laborales y oficinas.
Philodendron
El nombre del género significa "amigo de los árboles", pues en su hábitat natural suelen ser epífitas, apoyadas sobre otras plantas a partir de raíces aéreas que crecen al nivel de los nudos y que son utilizadas para fijarse a un soporte.
Cuidados: Prefieren la luz filtrada, al igual que en el dosel de una selva tropical. Las variedades de hojas coloreadas necesitan una buena cantidad de luz brillante para expresar sus mejores colores; cuando está demasiado sombreado, tienden a diluirse a un verde opaco. Necesitan sustrato húmedo, sobre todo en la estación cálida. Admiten el cultivo en exteriores en regiones libres de heladas.
Se multiplican con facilidad por esquejes que comprendan un segmento de tallo con algunos nudos. Son difundidas para el uso en jardines verticales interiores.
Por Gabriela Benito
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