Grandes conceptos que orientan y pequeños detalles que resuelven: te mostramos ideas cautas, lindas y efectivas para armar un cuarto infantil
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RINCONES DE LECTURA. Ya sea en una biblioteca que aprovecha hábilmente el lateral de un pasillo y se comparte con los adultos (por orden de altura), o bien en una casita destinada exclusivamente a esa función, tener los libros juntos y ordenados estimula el hábito de la lectura. Solos o como otro juego compartido con los papás.
REFRESCANTE. Si las medidas del espacio lo permiten, alinear las camas contra la pared deja el centro despejado para que los chicos puedan jugar a sus anchas y brinda un panorama visualmente despejado (o muy artístico, en este caso). Ya que estamos, es el momento de conseguir cubrecamas idénticos que estiren las líneas, ubicar cajones debajo de la cama (bonitos, porque desde esta perspectiva se ven mucho) o un colchón extra para cuando vienen los amigos.
CUARTOS DE LA SELVA. Los animales son una temática taquillera tanto entre varones como mujeres (de entre 0 y 9, seguro). Por eso son ideales para ambientar cuartos y espacios compartidos, plasmados en accesorios, como acá, o en cortinas y empapelados. Si les agregamos una combinación de tramas geométricas, conseguimos una estampida de onda.
EFECTO NIDO. En este cuarto largo y angosto, el lugar natural de la cama caía bajo la ventana, de pared a pared ¿Conclusión? Estar atentos a todas las medidas y recovecos para encontrar ese espacio que se puede convertir en refugio, y sacarle provecho.
CADA COSA EN SU LUGAR. Tener un lugar específico para cada juguete a una altura accesible, colabora con la ardua tarea de mantener el caos contenido e incentiva a los chicos a ordenar (no es fácil, pero tenemos que empezar por proponerles la manera). Para los más pequeños, un canasto de tela blando que identifiquen por forma o color es más que suficiente. A medida que van creciendo, podemos sofisticar la cosa: estas cajoneras con ruedas y frente de pizarra, por ejemplo, incorporan un factor lúdico y dejan que los chicos determinen –y varíen- el criterio.
A LA VISTA. No hizo falta poner ni un clavito: la dueña de este PH usó un caño de luz a su favor y lo convirtió en un perchero a la vista donde su hija cuelga los disfraces y vestidos que más le gustan. No solamente los tiene a mano: al hacer circular la colección, se renuevan el color y el clima.
CON SEGURIDAD. Cubrir enchufes, poner topes en puertas, guiar los cables en bandejas: estar atentos a los posibles peligros es tranquilidad para grandes y chicos. Para evitar golpes y quemaduras, las estufas se pueden contener dentro con un mueble (mejor en uno que tenga otra función, como esta biblioteca, y no en uno que sólo tenga el fin de ocultarla, como se hacía antes). En escaleras sin baranda, una red de seguridad temporaria sostenida con tensores ahorra dolores de cabeza y retos constantes. En cuanto a la puerta frente al primer peldaño, el truco está en que a los chicos les cueste abrirla y a los adultos, muy fácil trabarla: así, queda siempre cerrada.