Llega la primavera y los espacios verdes comienzan a llenarse de color. Quienes sembraron en otoño y en invierno, muy pronto podrán disfrutar de todo el esplendor de los nomeolvides (Myosotis sp), alelíes (Matthiola incana) y amapolas (Papaver sp).
Ahora, es tiempo de cultivar especies anuales y bianuales -plantas que germinan, crecen, florecen y semillan en el trascurso de un año y en dos, respectivamente- para deleitarse con ellas durante el verano y otoño. Las anuales, además de ser generosas en cuanto a flores, lo son también con sus semillas. Esto nos permite multiplicar la producción al año siguiente. Y agregar un disfrute extra: regalar a la familia y amigos nuestras propias semillas.
Qué elegir
Para comenzar la siembra podemos comprar las semillas en viveros y centros de jardinería. Es importante mirar la fecha de vencimiento que se encuentra en el sobre y estar seguros de que la época de siembra es la correcta. Te damos algunos ejemplos de anuales que podés sembrar:
- Conejito (Anthirrinum majus). Las flores son muy llamativas, y en una amplia gama de colores como rosa, blanco, amarillo, lila y rojo. Son suavemente perfumadas y se presentan en racimos. La floración es abundante y prolongada, y los conejitos pueden utilizarse como flores de corte.
- Cosmos (Cosmos bipinnatus). Sus flores son muy llamativas de color lila, rosado y blanco, con el centro amarillo. Su follaje es plumoso y con el viento pueden tumbarse, por lo que se recomienda tutorarlas. Además puede utilizarse para armar ramos.
- Nicotiana (Nicotiana alata). Las flores tienen un largo tubo que termina en forma de estrella. Hay de color blanco, rosado y rojas y tienen perfume. Si recolectamos la semilla, al año siguiente lo más probable es que predominen las flores blancas.
- Scabiosa (Scabiosa atropurpurea). Se resiembra muy fácilmente y en algunos lugares puede vivir más de un año. Sus flores pequeñas (lilas, blancas, rosadas o violetas) tienen forma de pompón. Es una planta muy rústica y puede utilizarse como flor de corte.
- Flor de papel (Zinnia elegans). Nos recuerda a los jardines de nuestras abuelas. Es una planta que fue olvidada durante un tiempo y ahora vuelve a mostrar sus flores fucsias, amarillas, blancas y rojas.
Cómo cuidarlas
Todas estas plantas necesitan mucho sol para florecer. Pueden ubicarse tanto en macetas como en canteros, entre arbustos y herbáceas perennes, porque llenan los espacios con sus flores y generan un gran atractivo.
Para prolongar su floración se recomienda cortar las flores secas. Cuando estén terminando su ciclo, recolectar la mayor cantidad de semillas posible. Esto se hace cuando la semilla está seca en la planta,y es importante estar atentos ya que los pájaros o el viento pueden diseminarlas.
En general necesitan suelos sueltos, bien drenados y fértiles y, por tener crecimiento rápido, muchos nutrientes como nitrógeno y fósforo.
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