En Palermo Viejo, el Estudio Abramzon creó el edificio Pont Bleu, que cautivó a estos tres vecinos con terrazas amplias para disfrutar todo el año y gloriosas vistas de la ciudad.
Claudio
Que la terraza sea como una casa de fin de semana, pero en pleno barrio de Palermo: con quincho, pasto, pileta, parrilla y lugar para estar. Esa fue la consigna que recibió –y cumplió a rajatabla– el arquitecto Guido Cammilli, del estudio Chausovsky-Cammilli para esta terraza moderna con una irresistible superficie de césped. Con todo el confort de una casa, e increíbles vistas abiertas que –con buen tiempo– permiten ver hasta el río, aquí dan ganas de quedarse las cuatro estaciones.
Claudio, dueño de casa, es de esas personas que, a fuerza de haber conocido luces y sombras, sabe valorar cada instante de la vida; y este departamento le llegó en el momento justo. En el espacio de la terraza encontró el lugar ideal para recibir y agasajar a sus nietos (su prioridad número uno en el mundo), sus hijos, su pareja y amigos. Inquieto, curioso, sabio, pero sobre todo muy seguro de lo que quiere y lo que hace, definió cada uno de los detalles de su departamento.
En uno de los extremos, mesada de granito negro absoluto y alzada de granito con terminación "Leather". Muebles de madera enchapada negra con lavavajilla panelable.
En la espectacular terraza verde (Greentec), esculturas traídas de un viaje. Atrás, la escalera que lleva hacia la pileta, revestida en Travertino sin taponar para que la superficie sea más rugosa. Tiene jets de hidromasaje, luces interiores de led en colores, cascada y colector solar para templar el agua y prolongar el uso. Para extender la protección sin perder la vista, arriba de las barandas se colocaron placas de vidrio templado.
Con techo de madera y estructura de metal, la pérgola pronto estará cubierta por una enredadera que promete una sombra refrescante. En este sector, juego de mesa extensible, sillas y lámpara de pie de exterior (Iluminación Agüero).
Para evitar riesgos de filtraciones, las múltiples capas que requiere el techo verde se aplicaron a toda la superficie de la terraza, incluidos el quincho y la pileta
Uno de los pedidos innegociables de Claudio fue que se pudiera ver el interior de la pileta desde el quincho. Se logró con una pared de acrílico.
El sector de descanso del quincho está organizado con un sofá de tres cuerpos y sillones individuales y mesa baja de vidrio triangular con líneas curvas diseñada por el dueño de casa (Steel & Glass).
"Originalmente, el departamento tenía la cocina y el comedor diario separados del living, y dos dormitorios chicos. Decidimos hacer un gran ambiente integrado (que abrió la vista hacia la ventana) y un único dormitorio con vestidor".
La placa blanca se agregó después de que el dueño de casa quedara fascinado con este original reloj negro. El mueble contiene por una lado los hornos mientras que por el otro es biblioteca y lugar de guardado.
La cocina se planteó en un sobrio y atractivo juego en blanco y negro. El dueño de casa pidió que la mesa fuera lo suficientemente alta como para desplegar el diario en papel, un hábito de lectura que aún mantiene.
Gabriela
Siguiendo el estilo despojado de su departamento, esta terraza fue proyectada por el Estudio KG Arq como una caja sintética que aprovechara tanto la superficie cubierta como la descubierta.
A Gabriela le llegó por mail la noticia de que se empezaba a construir el complejo Pont Bleu y le dio curiosidad conocerlo. Cuando vieron las dimensiones de la terraza, tanto ella como su marido se entusiasmaron: ideal para que sus hijos disfrutaran y para recibir amigos. Enseguida, puso el proyecto en las mejores manos: sus cuñados Ariel y Nicolás Kitay, quienes comparten la dirección del Estudio KG Arq con Alan Griscan. Con años de conocerse, ellos supieron interpretar las necesidades de la familia y estuvieron a cargo tanto de las modificaciones como del interiorismo.
Detrás de la barra con mesada Silestone y bacha, se encuentra la parrilla, totalmente oculta por paneles de chapa. El piso de porcelanato símil madera es el mismo adentro y afuera, para darle continuidad al espacio. La carpintería de aluminio es corrediza y se empotra completamente en la pared.
En el interior, las paredes se aprovecharon para generar espacios de guardado con puertas push. Al lado de la pileta y en altura se montó un deck atérmico (Castelatto), que recibe sol varias horas al día y tiene una vista maravillosa.
La pileta estaba proyectada paralela a la ventana del quincho. La llevamos a uno de los extremos de la terraza porque allí recibe más horas de sol, se aprovecha mejor el espacio y es más seguro
Las luces con riel permiten crear distintos climas. En el área del comedor, sillas ‘Eames’. Mesa con patas de hierro y tapa de mármol (KG Arq). Lámparas colgantes con pantallas de malla metálica y macetas con suculentas. Los pisos originales, que eran beige, se cambiaron por porcelanato rectificado símil cemento alisado (SBG).
Delimitan el living dos aparadores con estructura de hierro y frente con puertas y cajones de roble macizo (KG Arq). Además de aportar calidez, uno de ellos cumple la función de cubrir una columna.
Fabiana y Mario
Disfrutan siendo anfitriones. Su casa, de puertas abiertas, suele ser un ir y venir de gente durante los fines de semana. Por eso, le pidieron al arquitecto Guido Cammilli (también autor de la obra del primer vecino), que la terraza fuera el punto de encuentro cuando hacen reuniones con familia, amigos de la pareja y de sus dos hijos adolescentes. Con ideas muy claras, pensaron una ambientación fabril con toques más cálidos de madera y detalles masculinos para el quincho, donde se destaca, como punto fuerte, una gran parrilla en la que Mario despliega sus saberes de asador.
Para la familia, esta es una segunda vuelta al barrio. Había vivido cerca de la que hoy es su casa y luego se mudó a un tríplex en Boedo. Cando Fabiana y Mario se enteraron de la construcción de este nuevo complejo, vieron la oportunidad de regresar a Palermo, donde sus hijos van al colegio. Valientes y pacientes, se mudaron en plena obra y vivieron casi un año mientras trabajaban los albañiles.
Siendo una familia de cuatro, y con un perro que se mueve con total libertad, integraron dos departamentos asegurando comodidad para todos. Al igual que sus vecinos, pusieron énfasis en el diseño de la terraza, pero aún no se decidieron a hacer la pileta. De todas formas, es uno de los lugares que más usan. En invierno, pasan tiempo en el quincho y, en verano, a partir del atardecer, es el lugar elegido por todos para tomar algo fresco y contemplar las vistas de la ciudad. Lo que funciona todo el año es la espectacular parrilla de Mario
Los dueños de casa querían darle al quincho un estilo fábril con algunos toques rústicos. Por eso, optaron por revestir una de las paredes con chapa.
En el sector del comedor se impone una contundente mesa para 12 con estructura de hierro, ruedas y tapa de lapacho (Jonathan Olivares), que tuvieron que hacer en el lugar por su peso y dimensiones. Acompañan sillas ‘Tólix’ altas (Landmark). Por su parte, los pisos son de porcelanato símil oxidado (Blaisten).
La barra de mármol con frente de madera marca el comienzo del espacio de la parrilla. Arriba, tres lámparas colgantes con bombitas de filamento. A los costados de la parrilla, mesadas de granito con alzadas de azulejos ‘Subway’ y pastina negra, que acentúa el estilo fabril de ese sector. El vajillero se hizo con madera de demolición (Jonathan Olivares).
Con orientación hacia el oeste, la terraza tiene vistas increíbles y también recibe sol varias horas al día. Juntarse a tomar algo al atardecer ya es un ritual familiar. En su superficie, se aplicaron aislantes acústicos y térmicos de espuma de poliuretano para reducir el impacto del sol y los ruidos en el departamento.
A diferencia de la línea rústica e informal del quincho, el departamento tiene un estilo moderno y elegante.
De un lado de la puerta que da a la cocina, dos vajilleros de metal (Landmark); del otro, sobre la pared gris, una selección de fotos en blanco y negro tomadas por el dueño de casa en viajes familiares. Cada baldosa del piso de porcelanato italiano (SBG) tiene un diseño diferente. En el living, sillón habano (Walmer) con almohadones color turquesa, sillón individual escandinavo retapizado (Mercado de Pulgas), y mesa baja con base de metal y tapa de vidrio (Landmark).
A la cocina, lugar de encuentro familiar, se accede desde el hall de entrada y desde el comedor. Los bajomesadas son lisos y las alacenas texturadas. La mesada es de mármol con terminación leather (todo de Johnson Acero). En el comedor diario, mueble similar al de la cocina. Mesa con base de madera y tapa de vidrio y sillas haciendo juego (Simet), lámpara (Alvar) y cortina americana (Hunter Douglas).
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