Una ensalada que combina el dulzor de las peras maduras con texturas y aromas más potentes y unos muffins con peras como elemento protagónico.
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La pera es rica en potasio y fibra. Es digestiva, liviana y, sobre todo, deliciosa. El otoño es su estación y el mejor momento para disfrutarla.
Los valles irrigados del norte de la Patagonia reúnen condiciones agroecológicas excepcionales para el cultivo de peras y tradicionalmente se producen allí cantidades considerables de Williams, la variedad regional más importante, una de las más altas producciones del mundo.
Otra variedad de creciente demanda es la Packham’s Triumph, similar a la Williams pero algo más grande. Junto a las manzanas, que suelen proceder de la misma zona, las peras son una de las frutas de mayor consumo y menor precio en la época otoñal e invernal.
Una sola pera aporta el 18% de los requerimientos diarios de ingesta de fibra.
Ensalada otoñal de peras
Una receta fresca, simple y elegante.
Reúne lo necesario en una ensalada para dejarnos satisfechos: un toque dulce, uno ácido, texturas untuosas y crocantes, frescura y sabor intenso.
Ingredientes
(para 2-3 personas)
- 1 pera madura
- 100 g de espinaca fresca
- 70 g de radicchio fresco
- 1 palta
- 130 g de queso feta de cabra
- 40 g de nueces tostadas
Para el aderezo
- 3 cdas. de aceite de oliva
- 1 cda. de aceto balsámico
- 1/2 cda. de miel
- 1/2 cda. de salsa de soja
- Sal y pimienta, a gusto
Procedimiento
Lavar la fruta y las hojas. Cortar la pera en finas láminas longitudinales (si es orgánica, puede usarse con cáscara) y cortar la palta igual que la pera. Colocar estos ingredientes en una ensaladera. Desgranar el queso feta sobre el conjunto y coronar con las nueces rotas a mano. Mezclar los ingredientes del aderezo y agitar bien hasta emulsionar. Condimentar la ensalada y servir.
El radicchio puede reemplazarse por otro vegetal de hoja crujiente y el queso feta, por algún otro de sabor intenso, como el queso azul o parmesano en láminas.
Muffins de peras
Un comodín saludable para aprovechar las peras maduras y transformarlas en un snack delicioso, transportable en la mochila de los chicos o en un recipiente hermético para la oficina, rebosante de fibra y nutrientes y muy agradecido por los golosos.
Ingredientes
- 1 1/2 taza de peras cortadas en cubos pequeños (si la fruta es orgánica, puede usarse con cáscara)
- 1 huevo
- 2/3 taza de yogur natural
- 1/2 taza de azúcar integral más 2 cdas. para espolvorear (si el yogur ya es dulce, disminuir el azúcar)
- 1 cdita. de esencia de vainilla
- 1/3 taza de aceite de oliva (puede ser aceite de coco o aceite neutro)
- 1 1/2 taza de harina integral (o harina de arroz, para celíacos)
- 1 cdita. de polvo de hornear
- 1/2 cdita. de bicarbonato de sodio
- 1 cdita. de canela
Procedimiento
Reservar las peras cortadas en cubos pequeños (se puede agregar jugo de limón para que no se oxide). Batir el huevo, el yogur y el azúcar con la esencia de vainilla, agregar el aceite y volver a batir hasta integrar muy bien.
Tamizar la harina con los demás ingredientes secos y sumar a la preparación anterior. Dejar reposar 10 o 15 minutos.
Según el tipo de yogur elegido, la masa puede parecer algo más densa que la de muffins, pero con el jugo de las peras se normalizará. Si sigue pareciendo demasiado seca, sumar un chorrito de yogur o leche.
Verter en moldes siliconados para muffins, o en moldes de otro material previamente aceitados. Se pueden hacer con la menor cantidad de azúcar necesaria para alcanzar su gusto y espolvorear generosamente la superficie con azúcar antes de hornearlos, lo que aporta un toque crocante.
Hornear a 190 ºC por veinte a veinticinco minutos, o hasta que un palillo salga limpio al pincharlos. Dejar reposar unos minutos antes de desmoldar y dejar templar sobre una rejilla antes de comer.
LA NACION