Propuestas para incorporar hierro en la decoración de tu hogar; además, consejos para recuperar y mantener objetos y muebles de este noble material
- A un mueble de hierro con varias capas de pintura vieja, primero es aconsejable frotarlo con lana de acero. En algunas ocasiones puede quedar lindo cuando van apareciendo distintos colores; da la sensación de un patinado natural que puede ser muy interesante. Luego hay que pincelarlo con removedor de pintura y dejarlo actuar unos minutos. Después lo rasqueteas con una espátula y sale todo. Hay que usar guantes y barbijo con el removedor porque es tóxico y puede lastimarte la piel.
- Una vez que el mueble está listo para empezar a pintarlo, dale dos manos de pintura antióxido (como mínimo). Se consigue en distintos colores: negro, verde, blanco y ladrillo. También hay aerosoles en varios tonos. Si es antióxido con convertidor, mejor. Si el color del antióxido no es el deseado, esperá a que se seque bien, y lo pintás del color que quieras, siempre utilizando esmalte sintético. Recordá que hay mate, semimate y brillante, y que cambia mucho el aspecto del mueble según cuál se elija. No cargues mucho el pincel porque después chorrea y es difícil de corregir. Es preferible escurrirlo bien y si no cubre con la primera mano, darle dos o tres para que quede perfecto.
- Si tu mueble te encanta pero está picado de tanto óxido, ¡no lo tires! Recurrí a un herrero de confianza: seguramente él podrá reemplazar la parte dañada por una chapa nueva. Y no te olvides que esta última requiere las mismas manos de antióxido que una vieja, antes del color definitivo.
- Si encontraste un esqueleto de silla de hierro tirada en la vereda, es tu oportunidad para crear tu propia silla. Otra vez, acudí a tu herrero de confianza y mandale hacer un respaldo redondo, ovalado, cuadrado, o de la forma que quieras (como la sillita redonda de la foto, ideal para un rincón especial de la casa). Lo que está roto, ¡se suelda! El objeto se puede convertir uno de los elementos más especiales de tu casa.
- Es fundamental agregarles regatones a las patas de los muebles de hierro. De lo contrario corremos el riesgo de rayar el piso (especialmente si es de madera).
LA NACION