En los jardines, en la huerta y hasta como malezas nos rodean muchas plantas medicinales. Para uso externo o en infusiones, tienen efectos benéficos para nuestra salud, pero debemos conocer su acción terapéutica y respetar las dosis indicadas.
Todos los territorios tienenplantas reconocidas por sus habitantes como medicinales y las personas más cercanas a la naturaleza hicieron el trabajo más arduo: encontrar en especies nativas el alivio o curación de diversos trastornos y enfermedades, y seleccionarlas. Este patrón no es sólo humano, inclusive hay animales que saben utilizar plantas en determinadas ocasiones. Actualmente, hay urgencia por registrar el conocimiento que tienen los lugareños, porque a veces muchos datos se pierden de una generación a otra y, también, porque hay especies que están disminuyendo. Por eso, la etnobotánica es cada vez más valorada en el mundo académico.
Para tener siempre a mano
Aloe vera (Aloe vera; sin. A. barbadensis)
El gel mucilaginoso que desprenden las hojas al cortarse (una adaptación a la sequía, para acumular agua para sobrevivir en épocas de falta) es efectivo —por aplicación directa— en dermatitis por sequedad, enrojecimiento de la piel por acción del sol, como calmante, siempre que no haya heridas profundas. Es mejor cosechar las hojas más viejas, porque tienen mayor cantidad de principio activo, y no cultivadas al sol pleno, para que tengan gran contenido del gel que brota del centro de la hoja.
Caléndula (Calendula officinalis )
Con las flores desecadas de esta planta anual de antiguo uso se puede preparar una decocción -para uso externo- que descongestiona inflamaciones de la piel y tiene cierto efecto cicatrizante en heridas superficiales o picaduras de insectos.
Manzanilla (Matricaria chamomilla; sin. M. recutita)
Es cosmopolita —lo que quiere decir que se distribuye en forma silvestre en amplias regiones del mundo— y posiblemente su origen sea europeo. Las inflorescencias son utilizadas en infusiones, principalmente para atemperar espasmos gastrointestinales. Además, tiene un ligero efecto sedante y antidepresivo. Se la utiliza en infusiones: entre 2 y 3 g de inflorescencias, hasta tres veces por día. En uso externo es antiinflamatorio (de piel y mucosas) en forma de compresas, y se le reconoce efecto antiséptico debido a que contiene azuleno. Ampliamente distribuida en regiones templadas, soporta fríos intensos pero no zonas muy calurosas. Se diferencia a simple vista de la manzanilla inodora (Tripleurospermum inodorum) porque el receptáculo donde se asientan las flores tiende a ser cónico y, al corte, muestra la base hueca.
Hojas de alcaucil (Cynara cardunculus subsp. flavescens)
Se usan en infusiones para tratamiento, vía oral, de síntomas de dispepsias y por su efecto colagogo y colerético. Se recomienda precaución en personas con problemas cardiológicos o de hipertensión tratados con diuréticos.
La
De efecto sedante
Tilo (diversas especies de Tilia, especialmente Tilia platyphyllos y T. cordata)
Se utilizan las inflorescencias con su bráctea en infusiones para casos leves de nerviosismo, ansiedad o problemas leves de insomnio. Las inflorescencias enteras desecadas del tilo que se cultiva ampliamente en Buenos Aires (Tilia viridis subsp. Moltkei) tienen menores propiedades. También se cultiva en el área la Tilia tomentosa que tiene hojas más chicas, de color verde oscuro en la parte superior y blanquecino en la inferior, que no es apta para uso medicinal. El uso del tilo no se recomienda para personas con insuficiencia cardíaca. Se utiliza en infusiones: entre 2 y 3 g de tilo por taza, de 2 a 3 tomas diarias.
Pasionaria (Passiflora caerulea).
Es una enredadera nativa que se distribuye desde el Norte hasta Buenos Aires, se utilizan especialmente las hojas y las flores secas en infusiones para atenuar la ansiedad y tratar problemas leves de insomnio. Se usan de 0,5 a 2 g de material seco por taza de agua caliente, 3 o 4 veces por día.
El ácido salicílico de la corteza de sauce (Salix alba) que utilizaban ya los antiguos griegos como antifebrífugo y calmante de dolores, en el siglo XIX se transformó en ácido acetil salicílico con menos efectos colaterales: la aspirina.
Digestivas
Carquejas (Baccharis articulata, B. crispa, B. trimera)
Tienen la particularidad de que sus tallos son los que fotosintetizan. Se utilizan las hojas secas en infusión para mitigar trastornos hepáticos y estomacales, a razón de 2 g por taza y un máximo de tres tomas diarias.
Hinojo (Foeniculum vulgare)
Se utilizan las "semillas" que, en realidad, son frutos; nunca usar los frutos que se comercializan para siembra porque pueden estar tratados con pesticidas. La infusión tiene efectos sobre trastornos gastrointestinales, por ejemplo espasmos e inflamación; también para dolores menstruales y además tiene un ligero efecto expectorante. Está contraindicado para personas con antecedentes epilépticos.
Congorosa (Maytenus ilicifolia)
Es un arbusto nativo pariente del maitén patagónico. Sus hojas coriáceas, con dientes espinosos en los márgenes, recuerdan a las del acebo. Se distribuye desde el noreste y centro del país hasta Buenos Aires Se utiliza para trastornos estomacales como dispepsias, y ayuda en el tratamiento de gastritis. Se toma como infusión utilizando de 4 a 6 g de hojas desecadas por taza y se toman como máximo tres tazas diarias.
Diente de león (Taraxacum officinale)
Tiene propiedades digestivas, colagogas y diuréticas. En su uso siempre debe haber prudencia, conviene consultar con un médico o farmacéutico acerca de la conveniencia de su empleo. Y utilizarlas mesuradamente, de igual forma que no duplicamos las dosis de los medicamentos corrientes, no se puede tomar en exceso té de tilo -por ejemplo- creyendo que es inocuo por ser natural.
El mundo vegetal se mueve con sus propias reglas: en una misma especie puede haber un principio curativo y otro tóxico. Así ocurre con el aloe, que para uso externo es seguro, pero para el interno se debe recurrir a los preparados farmacéuticos.
Para tener en cuenta
- Si las plantas se toman directamente de la naturaleza hay que tener seguridad en la identificación botánica y cuidar que no hayan estado expuestas a pesticidas u otros contaminantes.
- Si se compran, hacerlo en farmacias o lugares donde la calidad de origen y la conservación estén garantizadas.
- Saber que las plantas pueden producir reacciones alérgicas (como cualquier otro medicamento) y esto varía de individuo a individuo.
- La influencia del clima y el suelo y el momento de cosecha son determinantes en la concentración de principios activos de cada planta.
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