Muchas veces hablamos de muebles u objetos modernos cuando en realidad nos referimos a diseños contemporáneos. Te contamos de qué se trata verdaderamente este estilo que trascendió las fronteras del tiempo
El movimiento moderno nació en las primeras décadas del siglo XX, en Europa, de la mano de arquitectos como Le Corbusier, Walter Gropius, Alvar Aalto y Mies Van der Rohe. Esta corriente, que abarcó tanto la arquitectura como el arte y el diseño, sigue siendo influyente en la actualidad.
CARACTERÍSTICAS
- El estilo moderno rompe con el concepto tradicional de composición del espacio en la arquitectura. Hasta entonces, sólo se tenían en cuenta la fachada, la simetría y la ornamentación exterior e interior en base a elementos clásicos, griegos y romanos.
- Incorpora el uso de formas geométricas netas que pasan a ser las protagonistas, tanto para generar los volúmenes como los interiores.
- Este estilo considera el espacio como una "máquina de habitar". Se inspira en los nuevos inventos, principalmente los autos y aviones que eran diseñados de manera práctica y funcional.
- Trabaja el espacio interior con el concepto de planta libre y utiliza materiales como el hierro y el hormigón. El estilo moderno no requiere la construcción de tantas paredes, sino que se centra en la fluidez del espacio.
- Las ventanas se hacen más apaisadas, teniendo en cuenta nuestro ángulo de visión de 180 grados (y no verticales como se construían hasta ese momento).
CÓMO SUMAR ELEMENTOS DE ESTE ESTILO
- No hay posibilidad de error porque es un estilo que va con todos los otros estilos.
- La pieza que sumes debe ser un punto focal. Combinala con muebles de diseño contemporáneo, retro, vintage o clásico.
- Trabaja los ambientes con colores neutros, en la gama de los grises o con colores primarios (rojo, amarillo y azul) para paredes y accesorios.
- Si elegís distintas piezas, que las mismas tengan una conexión entre sí (el material o las líneas, por ejemplo).