Sub 35. A los 19 años se hizo cargo del legado familiar en el Centro de Servicios Hospitalarios y hoy, a los 25, es su CEO
Desde que enfermó su padre, Tomás Piqueras está al frente de la compañía fundada pór su familia en 1996
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Con apenas 19 años, y en plena formación para ser abogado, Tomás Piqueras tuvo que hacerse cargo de su legado familiar que sabía que en algún momento iba a tener que asumir: la dirección del Centro de Servicios Hospitalarios (CSH), compañía fundada en 1996 por su papá, Pablo, y su abuela Norma.
Un poco porque quiso, otro porque las vicisitudes de la vida llevan muchas veces a que los tiempos se aceleren y se tomen decisiones sin pensar demasiado. “Trabajaba en un estudio jurídico y en octubre de 2016, mi viejo, que dirigía la empresa, se enfermó de cáncer y me vine a trabajar con él”, cuenta Tomás.
Estuvieron casi tres años trabajando “codo a codo, espalda con espalda” para que la compañía creciera, pero sin lograr preparar todo para una transición. En agosto de 2019, su papá falleció. “Hubo que acomodarse rápido, y a los seis meses, apareció la pandemia. Estamos en primera línea de todo esto, vendemos respiradores, monitores, camas, es parte de nuestro negocios, por lo tanto explotó”, recuerda.
Al título de abogacía en la UBA, para estar más preparado ante el nuevo desafío, Tomás le sumó una especialización en dirección de pequeñas y medianas empresas, y en 2020, lo convocaron para hacer un programa en la Universidad de Harvard, donde reunieron a unas 50 personas innovadoras en el cuidado de la salud. “Hoy, pensándolo en frío, creo que fui bastante inconsciente en el momento. Es como que uno se pone la capa de Superman y trata de salir a resolver las cuestiones que le están pasando”, confiesa a sus 25 años el actual dueño y CEO de CSH, que tiene a cargo 30 personas.
Lejos de sumarse a la ola de jóvenes argentinos que se quieren ir del país, Tomás tiene muy claro qué quiere lograr en CSH: que la compañía crezca. “Pero lo que más me motiva es el proceso de transformación y el liderazgo desde lo aspiracional, que Centro sea una empresa donde la gente tenga ganas de trabajar, que le entusiasmen los proyectos y entre todos apostemos a crecer”, aclara.
Piqueras tiene la convicción de querer hacer “algo bueno para la industria porque la compañía tiene prestigio y es una buena oportunidad para seguir desarrollándose, pero también hoy la salud está en boca de todos nuevamente. Y eso supone tener también responsabilidad para con la sociedad”.
A la venta de tecnología y equipamiento médico, este año decidieron trascender la importación de productos y apostar por la innovación local en materia de diagnóstico por imágenes. Así impulsaron el desarrollo de un software propio que, con Inteligencia Artificial, y a partir de una imagen clínica, se contrasta con otras en una base de datos y el sistema arroja un prediagnóstico.
“¿Si me quedaría para siempre en la empresa? Me encantaría, esto es mi pasión. Es lo que me gusta hacer y lo que considero que hago bien. Pero tengo un concepto distinto de liderazgo: quiero poder inspirar, motivar a los demás, y en ese proceso uno de los objetivos es atraer perfiles que sean atractivos, y que tengan la visión y la sana ambición de crecer. Entonces, uno nunca sabe: quizás en algún momento nos rodeamos de gente con mejores capacidades que uno para desempeñar algunas tareas, y mi rol será otro”.