Dónde comerlo. Por fin llegó a Buenos Aires el plato más consumido en Corea
Pedro Rhim explica el auge de la comida coreana en Buenos Aires y cómo eligió este producto como protagonista de su restaurante, que cada vez tiene más adeptos. Este plato especial se puede comer en Kikirikí o pedir el combo a domicilio
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Pedro Rhim, abrió su restaurante Kikirikí, en plena pandemia 2021. Ahora, que la normalidad ha retornado casi plenamente, sus cada vez más adeptos comensales pueden disfrutar en Buenos Aires del plato más consumido en Corea del Sur “Necesitábamos una materia prima principal que se pueda conseguir fácilmente y sobre todo que sea fresca, lo más importante. Además, tenía que ser con una propuesta coreana pero que no tenga barrera para el comensal argentino. En las preparaciones que hacemos, la clave está en la fermentación de los alimentos y sus beneficios. Como pasa con toda la comida coreana”. Esa materia prima es el pollo, y el exitoso plato: el pollo frito.
Precisamente, fritos es la forma en que Pedro presenta y ofrece los platos caracterizados por sus especiales sabores y sus originales acompañamientos “Cuando se habla del pollo frito, Corea del Sur es número uno en el mundo, tanto en su desarrollo de sabores, como en la cantidad y la calidad de sus consumidores”. En el restaurante ubicado en Terrero 1525, el pollo frito lo sirven con sabor honey butter (agridulce); súper crocante (crispy), con salsa picante de chile rojo (gochujang) ; el dragón súper picante; el negrito con soja; o el original sin salsa.
Condimentos
“La comida coreana depende básicamente del jang, que está hecho a base de soja y en esa línea existen tres tipos: el doenjang (pasta de soja); el gochujang (pasta de ají); y el ganjang (salsa de soja)”, explica el mentor de Kikirikí, y agrega que estos jangs proporcionan una excelente fuente de proteínas. “Son conservantes naturales, antioxidantes y poseen propiedades favorables para el sistema digestivo. Además, el constante proceso de la fermentación hace que el sabor se vaya profundizando con el tiempo”
A la hora de comer el pollo, Pedro buscó una manera que además de ser rica fuese divertida. “Si cada sabor del pollo se propone con distintos acompañamientos, se pueden explorar infinidades de sabores. Esto es divertido porque cada uno descubre la combinación que más le gustó” Los elegidos para cada tipo de pollo servido son pickles con jalapeños o de nabo; porotos dulces horneados; ensalada de repollo; arroz salteado con sabor a cajún; puré de papa suave; papa tipo rejilla o nevada sabor honey butter
Según un estudio, cuando McDonald´s tenía 32.000 sucursales mundialmente, en Corea, que tiene una superficie parecida a la de la provincia de Bs.As.; había 38.000 locales de pollo frito. “Pero como en Corea el 63% del territorio es en la montaña, en cada ciudad había un local pegado de pollo pegado al otro. ¿Somos amantes del pollo frito? Sí.”
El gusto por lo coreano
Para entender el boom de la cultura coreana en la Argentina, Pedro explica que desde los años 2000, los argentinos comenzaron a viajar más y a introducirse en la diversidad gastronómica del mundo. Algo que llevó a ampliar la oferta gastronómica en Argentina. “Los argentinos cada vez estaban más dispuestos a experimentar la cocina de otros países y Corea estaba en la lista. Además, el boom del K-Pop y del K-drama hizo que el interés por lo coreano diera un salto grande. Era tiempo para demostrar la oferta culinaria coreana”.
Kimchi. Es el principal acompañamiento en la cocina de Corea, Todo se come con este repollo fermentado. Los probióticos que se producen durante la fermentación del kimchi fortalecen el sistema inmunológico y favorecen la digestión. Los ingredientes del kimchi ayudan a prevenir el cáncer, la diabetes y la obesidad. Es un alimento de bajas calorías que reduce el nivel de azúcar y de colesterol en el cuerpo. Tiene vitamina A, B1, B2 y C, y cuenta también con antioxidantes, así reduciendo el ritmo de envejecimiento
El lugar: “Pensamos que los comensales primero saborean con la vista, después con el olfato y luego con el paladar, por eso trabajamos para complacer estas tres cualidades. En Kikiriki vendemos experiencia, tanto en la ambientación, la iluminación, la atención recibida, la limpieza y el plato – obviamente-. Todo en conjunto hace que el comensal se lleve un lindo recuerdo y que diga “qué bien la pase”. Nuestro lema es: “atendamos como a uno le gustaría que le atendieran”.
“No cambien nada”. Es la frase qué más se lee en los comentarios que los Kikiriki maníacos refieren en las redes sociales. Además de los combos de pollo frito, ofrecen hamburguesas de pollo y pasta rellena con pollo y kimchi.