No abrirá este verano. El club nocturno de Punta del Este, donde se llegó a pagar 15.000 dólares por una mesa, prepara una sorpresa para 2024
Abandonó su tradicional esquina de La Barra, pero está preparando toda su artillería para volver con un novedoso formato en el verano 2023-2024
- 6 minutos de lectura'
Saber reconocer los aires de época y ajustarse a ellos es una de las claves del éxito. Y Tequila Punta del Este es un ejemplo de eso. El club privado que brilló durante 22 temporadas en La Barra cerró en un primer momento a raíz de la pandemia. Después de dudas y expectativas acerca de su reapertura este verano, el cierre no tiene vuelta atrás y la célebre esquina de Montoya ya es parte de las leyendas que viven para siempre en Punta del Este. Sin embargo, para la temporada 2023-2024 Tequila Punta del Este prepara una sorpresiva vuelta con muchos cambios, adaptándose a los aires de época.
Una temporada que se proyecta especialmente corta, según algunas estimaciones, con un promedio de duración de una semana entre el público de entre 20 y 50 años que frecuenta la noche, motivó que, por tercera vez, Tequila Punta del Este no abra sus puertas este verano. Y, si bien el boliche más exclusivo del balneario uruguayo abandonó su tradicional esquina de La Barra, Tequila Punta del Este está preparando toda su artillería para volver, con un novedoso formato, en el verano 2023-2024.
“Este año la temporada será de una semana intensa, con varias fiestas. Va a durar del 31 de diciembre al 7 u 8 de enero. Después van a quedar las familias y los adolescentes. Por eso, no vamos a abrir en formato lugar ni fiesta. No da más tener una estructura de boliche para una semana. Nuestro proyecto es para el año que viene y abarcará el día y la noche, apuntando a que se extienda la temporada”, adelanta Paola Pravato Peralta, mano derecha de Osvaldo Brucco, dueño de Tequila, en exclusiva a LA NACION revista.
La apuesta a seguro para la próxima temporada lleva varios meses de evaluación. En la nueva decisión influyó, además de la corta extensión de la temporada, el cambio de hábitos que trajo la pandemia. Sin duda, se percibe un antes y un después, y eso ya se viene advirtiendo en los hábitos nocturnos en Buenos Aires.
“Noto que los chicos nuevos que empezaron a venir ahora son muy educados. Hay mucha educación y respeto por lo que se puede y lo que no se puede. Aceptan las condiciones y no se producen problemas en la puerta. Me parece que es una sociedad que está golpeada y que está más para aceptar que para discutir. No toman tanto alcohol, se cuidan”, había revelado a LA NACION revista Pravato Peralta, en junio último, luego de la reapertura de Tequila en la Costanera porteña.
Así, con noches que arrancan más temprano y un público joven que ya no se conforma con salir a bailar porque, además, ahora le interesa comer bien, los responsables de Tequila torcieron el rumbo de una propuesta que, en Uruguay, abarcará tanto el día como la noche, manteniendo siempre el formato de membresía que, desde sus primeros días, imprimió el espíritu de exclusividad que tiene el nightclub.
La vuelta para el próximo año es segura, y también se sabe que, además del nuevo funcionamiento, tendrá nueva sede. “Estamos buscando un lugar nuevo que posiblemente será sobre el mar, cerca de José Ignacio. Va a funcionar como un club privado, que incluirá restaurante, algo de arte y probablemente algún pop up de moda”, se explaya Pravato Peralta. El modelo de club privado se basa en la experiencia de Jondal, en Ibiza, con parador, restaurante y actividades que se desarrollan del día a la noche.
Pensado para un público de entre 20 y 50 años, en donde los padres compartirán espacio con los hijos -lo mismo sucede en Buenos Aires-, el lugar será, seguramente, más grande que la versión de Tequila Punta del Este conocida hasta ahora. Jóvenes y grandes VIP que ya son miembros de Tequila y clientes de Gardiner serán los primeros en tener el verano asegurado.
Ciento por ciento aspiracional, el club privado apunta a dar un poco de todo a todos. “Había que hacer algo más adaptado a esta forma de temporada. Hoy lo que todos quieren es tener un par de fiestas y exclusividad. Y, si bien no hay nada cerrado todavía, allí podrá suceder de todo, hasta la llegada de bandas, DJ’s y eventos dinámicos”, asegura Pravato.
Las temáticas siempre fueron características de Tequila Punta del Este. “Cada verano las noches se destacaban por sus fiestas temáticas. Para una de ellas eligieron de madrina a Mirtha Legrand, la estrella y protagonista del clásico nacional “Los martes, orquídeas”: la temática de la fiesta eran las orquídeas. Para la celebración se colocó, en la entrada del boliche, una foto enorme de la actriz.
En otra ocasión, la madrina e ícono de la fiesta de animal print fue Susana Giménez. Otro año el emblema de la fiesta temática fue Nina, una muñeca que viajaba por el mundo. Un año se dedicó a la ciudad de Nueva York, y toda la ambientación se iluminó con leds y se cubrió de espejos”, relató Paola Pravato en junio, cuando la reapertura del boliche de siempre era una posibilidad. En el futuro, sin embargo, las temáticas estarán presentes solo en eventos o en fiestas puntuales. Ya no habrá una decoración dedicada a algún tema durante todo el verano.
Mucha agua corrió para llegar a este ambicioso proyecto que cambiará la cara del verano en Punta del Este. Allá por 1991, Tequila se limitaba a pequeñas acciones para marcas. En sus primeros tiempos funcionó como barra en Space, durante dos temporadas. Luego pasó a ser el sector VIP de La Morocha durante una temporada. Finalmente, abrió un bar chiquito donde además se podía bailar y hacerse tatuajes, en La Barra.
Desde 1999 se estableció en la tradicional esquina de Montoya, donde cumplió 22 temporadas de éxitos. Allí saltó a la fama y no hubo celebridad que pasara por Punta del Este que no visitara Tequila: Naomi Campbell fue habitué los dos años que frecuentó el balneario; también dijo presente la supermodelo rusa Natalia Vodianova.
Figuras locales se mezclaron con celebridades mundiales. Aún se recuerda a Pampita junto a Pico Mónaco, a Chano Charpentier, a Gustavo Cerati que iba todos los veranos y llegó a pasar música, a Susana Giménez pasando un 31 de diciembre con su amigo de la vida Ricardo Darín, a Ronaldinho, a Christian Castro, a Martín Palermo y a los Tinelli.
Su capacidad intermedia, de hasta mil personas, le permitió a Tequila Punta del Este funcionar siempre como membresía, que en un principio era una tarjeta VIP de plástico. Hoy se descarga en una app en el celular. “El extranjero que llegaba iba invitado por Valeria Mazza y Alejandro Gravier, o por Alan Faena, por ejemplo”, señala Pravato. Y si bien las mesas se pagaban hasta 3000 dólares, “o 5000 si se trataba de algún extranjero caprichoso, es cierto que algún francés o inglés llegó a pagar 15.000 a lo largo de toda la noche”, reconoce la anfitriona.